Un ejemplar de rana flecha.

Un ejemplar de rana flecha. iStock

Historias

El aposematismo, el sorprendente mecanismo por el que los animales nos avisan de su toxicidad

A diferencia del camuflaje, los organismos aposemáticos avisan con letras de neón su naturaleza peligrosa al depredador. 

3 octubre, 2023 01:38

Seguramente has visto alguna vez algún animal con un color extremadamente llamativo (como un azul brillante) y has pensado que debía ser muy venenoso. Pues bien, es muy probable que estuvieras en lo cierto. Y es que existe un mecanismo biológico sorprendente, el aposematismo, por el cual un organismo peligroso o nocivo anuncia su naturaleza peligrosa a un potencial depredador

Según una revisión científica realizada por investigadores australianos en 2021 demostró que los animales más llamativos y con colores brillantes como las ranas venenosas suelen ser los más tóxicos. “Aquí, reportamos evidencia meta-analítica de una correlación positiva entre la estructura de la señal aposemática y las defensas de la presa, como consistente con una predicción de honestidad cuantitativa”, concluía el estudio.

El término aposematismo fue utilizado por primera vez por el biólogo británico Edward Poulton en 1877 y está compuesto por dos palabras de origen griego, apo (lejos) y sema (signo). Se trata de un mecanismo defensivo diametralmente opuesto al camuflaje. Mientras algunas mariposas o polillas tratan de camuflarse en su entorno para evitar ser devoradas, otras adoptan colores brillantes y patrones distintivos de las alas como una señal de advertencia. Pero, en definitiva, es una forma de garantizar su supervivencia. 

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Por ejemplo, la mariposa monarca no trata de esconderse de sus depredadores, sino que adopta una coloración brillante, naranja y negra, que actúa como un neón que anuncia las cualidades tóxicas que hacen que estos insectos tengan un sabor terrible, explican desde el Museo Estadounidense de Historia Natural (American Museum of Natural History). Así, un pájaro que coma una de estas mariposas recordará la mala experiencia y evitará repetirla en el futuro.

En este sentido, algunas mariposas han encontrado formas de engañar a sus depredadores. Y es que muchas especies no tóxicas han desarrollado colores y patrones de alas muy similares a las que sí son tóxicas. Este fenómeno se llama mimetismo. Los pájaros y lagartos que han aprendido a evitar las llamativas coloraciones de advertencia de las especies tóxicas también acaban dejando en paz a aquellos que han aprendido a imitarlas. 

Eso sí, los colores brillantes no son el único aviso que lanzan los animales para advertir de su mal sabor. Algunos, como la mariposa cometa de papel, recurren a contrastes llamativos para advertir su toxicidad. El pez león, por su parte, anuncia sus espinas con banderas y estandartes ondeantes. En general, cualquier tipo de señal de advertencia podría considerarse aposematismo. Por ejemplo, el cascabel de una serpiente de cascabel también se considera un mecanismo de este tipo.

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En el caso del pulpo de anillos azules, tal y como explican Michael D. Breed y Janice Moore en su libro Animal Behavior (Academic Press, 2015), combina el sobresalto y el aposematismo para advertir a sus depredadores. Cuando se le molesta, este pulpo venenoso puede emitir anillos azules iridiscentes a razón de tres destellos por segundo. Los anillos azules son parches de células especiales llamadas iridóforos y contienen capas que reflejan la luz en forma de colores iridiscentes. 

Aunque para descubrir un caso de apomasetismo tampoco hay que irse demasiado lejos. Por ejemplo, la avispa es un perfecto ejemplo. Con sus tonos amarillos y negros, nos está avisando de que es venenosa. “Con su llamativa combinación de colores, la avispa lanza la señal de su peligrosidad a cualquiera que se atreva a molestarla. No necesita camuflarse, todo lo contrario. De hecho, tenemos tan asociada esa combinación con la sensación de peligro que nosotros mismos la usamos para señalizar situaciones de riesgo”, señalan desde la Escuela de Veterinaria MasterD.