El 6,7% de la población de España (más de tres millones de personas) sufre ansiedad. Este porcentaje, que solo incluye a las personas diagnosticadas, pone de manifiesto la importancia de tratar correctamente la salud mental, ya que los trastornos de ansiedad disminuyen sustancialmente la calidad de vida de las personas que lo sufren.

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Pero ¿qué es la ansiedad? ¿Puedo estar sufriendo algún trastorno? ¿Cuál es su diferencia con el estrés? ¿Cada vez más personas sufren ansiedad o es que se habla más del tema? Para contestar a todas estas preguntas de forma clara pero rigurosa, los psicólogos Tais Pérez y Sergio García publican Tu ansiedad bajo control. Una guía para entenderla mejor y no dejar que te domine (Zenith, 2022).  

Los dos son psicólogos clínicos titulados y desde hace años dirigen el equipo del gabinete de psicología Psicosalud (ubicado en Tenerife). Viendo que el motivo de consulta más habitual es desde hace tiempo la ansiedad, sintieron que era necesario plasmar en un libro sus más de 15 años de experiencia para que cualquier persona pudiese entender un poco mejor esta emoción.  

El objetivo es dejar atrás las recetas fáciles para superar los trastornos de ansiedad y derribar mitos, pero dejando claro que se puede vencer con la ayuda de profesionales.  

Qué es la ansiedad

Portada de 'Tu ansiedad bajo control'.

Lo primero que Pérez y García dejan claro es que la ansiedad es una emoción normal que todas las personas sienten a lo largo de su vida y que tiene como objetivo "ayudarnos y protegernos".

Tal y como exponen en Tu ansiedad bajo control, "científicamente hablando, a la ansiedad se la define como una respuesta de lucha-huida. Un mecanismo evolutivamente heredado para que nuestro organismo responda de manera adecuada ante situaciones potencialmente problemáticas". 

El problema viene cuando no se tienen las herramientas necesarias para gestionarla y acaba por limitar la vida. Como explica Tais Pérez, "es superimportante la diferencia entre sentir y sufrir ansiedad".

"La ansiedad realmente es una emoción más, o una respuesta más del organismo que tenemos todas las personas todos los días. Otra cosa es que no repares en ello porque no sufres. Cuando yo sufro ansiedad limito mi vida, es decir, intento evitar de alguna manera esa sensación y dejo de hacer cosas por ello. Mi vida se ve comprometida", aclara.

En este sentido, Pérez afirma que actualmente la palabra 'ansiedad' "tiene una connotación negativa de base". Por ello, declara Sergio García, en terapia muchas veces los profesionales tienen que "aclarar conceptualmente experiencias subjetivas de la persona para identificarlas y trabajarlas bien".

Diferencia con el estrés 

"Por ejemplo, estrés y ansiedad no son exactamente lo mismo. El estrés es esa demanda del entorno en la cual yo me siento sobrepasado porque los recursos no llegan. Una de las respuestas que puedo tener ante ese estrés es la ansiedad".

Eso sí, al igual que ocurre con la ansiedad, Tais Pérez recuerda que el estrés tampoco es siempre algo malo. "Siempre que tenga tareas voy a estresarme, eso es así, pero puedo hacerlo de forma positiva o negativa. Es decir, me puedo eustresar o distresar".

Cuando una persona se eustresa, afirma Pérez, significa que tiene las estrategias, las herramientas y los recursos para hacer frente a todas esas demandas del entorno. "Es una activación buena, positiva, que me mantiene alerta, que me hace trabajar mejor".

Sin embargo, cuando hay distrés, ocurre lo contrario. "No tengo las estrategias, las herramientas o los recursos. Y un recurso puede ser simplemente tener tiempo para hacer las cosas". 

Ante estas situaciones estresantes puede aparecer la ansiedad, que se manifiesta de distintas formas: inquietud, nerviosismo, agitación, corazón acelerado... Hasta sensaciones menos conocidas como visión borrosa, rigidez muscular o dificultad para respirar. 

Cuándo pedir ayuda

La duda muchas veces es si realmente se necesita acudir profesional para gestionar mejor el estrés. En este sentido, Pérez asegura que "en el momento en el que estás dudando de si necesitas pedir o no ayuda profesional, es el momento de ir. Así por lo menos descartas que la necesites o puedes prevenir que pase lo que temes que esté sucediendo".