Tortuga nadando a través de un arrecife de coral dañado.

Tortuga nadando a través de un arrecife de coral dañado. iStock

Historias Vida submarina

El CSIC reconstruye la vida marina: “Perder una especie supone acabar con millones de años de evolución"

Una investigación liderada por científicos del ICM-CSIC ha creado un modelo para reconstruir la historia de la diversidad marina desde el Cámbrico.

21 julio, 2022 02:04

Un equipo internacional, liderado por científicos del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICM-CSIC), ha desarrollado un modelo de diversificación que permite reconstruir la historia de la diversidad marina desde la explosión de vida del Cámbrico, hace unos 540 millones de años, hasta la actualidad. 

El estudio, publicado el pasado 13 de julio en la iosa revista científica Nature, señala que la biodiversidad marina actual se debe a largos periodos de estabilidad ambiental en nuestro planeta que ha permitido el desarrollo de hotspots o puntos calientes, es decir, regiones con un elevado número de especies. 

La investigación se realizó en base a tres factores: el tiempo, la temperatura y la comida. “El tiempo es fundamental porque de él depende que las cosas se diversifiquen; la temperatura determina la tasa a la que se diversifican; y cuanto mayor es la disponibilidad de comida, mayor es la tasa de diversificación”, explica Pedro Cermeño, investigador del ICM-CSIC y líder del proyecto. 

“Con estos tres factores y haciendo un modelo relativamente sencillo, hemos sido capaces de reconstruir con bastante fiabilidad las distribuciones espaciales de la diversidad y a partir de ello verificar que esas distribuciones son válidas en base a lo que tenemos del registro fósil”, señala Cermeño.   

Sin embargo, la investigación, que se inició hace 5 años gracias al proyecto científico del Plan Nacional, no ha estado exenta de problemas. “Los fósiles están preservados heterogéneamente en el planeta”, cuenta Carmen García-Comas, investigadora del ICM-CSIC y coordinadora del estudio. 

A lo que Cermeño añade: “En el centro de África podemos encontrar sedimentos de hasta 3.000 millones de años o más; sin embargo, en el océano, los sedimentos más antiguos datan de 200 millones de años debido a que el mar está en continuo reciclado”. 

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Por ello, colaboraron con investigadores de Australia que tienen un modelo biodinámico de placas tectónicas que es capaz de reconstruir la historia de las cuencas oceánicas desde hace 60 millones de años. 

El resultado ha sido todo un éxito. "Ha sido emocionante ver que el patrón de diversidad global que resultaba de nuestro modelo de diversificación regional era similar al que se observa a partir del registro fósil", celebra García-Comas. 

El tiempo transcurrido entre un evento de extinción masiva y el siguiente fue clave para permitir el desarrollo de los ‘hotspots’ de biodiversidad.

El tiempo transcurrido entre un evento de extinción masiva y el siguiente fue clave para permitir el desarrollo de los ‘hotspots’ de biodiversidad. Pedro Cermeño CSIC

Las aplicaciones prácticas del estudio son difíciles de discernir, aunque ambos investigadores coinciden en que sirve para “incrementar el conocimiento general”.

“Es importante, porque es nuestra historia, es decir, todos provenimos de los mismos linajes, con lo cual desde el punto de vista del conocimiento general, es importante saber cómo ha evolucionado la biodiversidad en la tierra”, indica Cermeño. 

Además, el estudio arroja luz a unos de los debates más polémicos en la ecología evolutiva sobre si la Tierra tiene límites o no para albergar biodiversidad. “Nuestros resultados concilian ambos puntos de vista. Mientras que la mayor parte de los océanos presentan niveles de diversidad muy inferiores a su máximo, las regiones que albergan hotspots de biodiversidad podrían estar cerca de su límite”, subraya Cermeño.

La sexta extinción masiva

Desde un punto de vista más aplicado, indica el líder de la investigación, “una de las siguientes líneas de investigación podría ser proyectar el modelo hacia el futuro y ver el tiempo que tarda la diversidad en recuperarse de la extinción masiva que está en camino”. Y añade: “El resultado, ya lo avanzo, es que tardará millones de años en recuperarse, porque en la escala evolutiva, las cosas van lentas”. 

El registro fósil que existe en la actualidad muestra que la Tierra ha pasado por al menos cinco extinciones masivas durante los últimos 500 millones de años. La última, que ocurrió a finales del periodo Pérmico, fue la más grande de todos los tiempos y acabó con el 90% de las especies marinas. Hoy, 250 millones de años después, la biodiversidad marina es mayor que nunca. 

La ballena azul, uno de los animales marinos en peligro de extinción

La ballena azul, uno de los animales marinos en peligro de extinción iStock

No obstante, la acción humana y la destrucción de los ecosistemas están poniendo al borde del colapso la biodiversidad en lo que se considera como la sexta extinción masiva. Según las Naciones Unidas, en el último siglo se han extinguido tantas especies como las que habrían desaparecido en 10.000 años en un escenario normal. 

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Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el 25% de las especies se encuentran en peligro de extinción. “Hay zonas muy ricas en biodiversidad, que a la vez se encuentran muy amenazadas y conocer cómo se han formado estos hotspots puede tener implicaciones para que en el futuro se apliquen medidas de conservación más efectivas para proteger la diversidad de estas zonas”, señala Cermeño. 

En todo caso, el estudio es una advertencia de que “cada vez que perdemos una especie, se pierden cientos de miles o millones de años de evolución” y, por tanto, es como si perdiéramos un “tesoro”, señalan los investigadores. “La diversidad que estamos perdiendo en la actualidad como consecuencia del cambio climático a causa de la actividad humana, se recuperará probablemente más allá de nuestra existencia como especie, o al menos como sociedad actual”, concluye el investigador del ICM-CSIC.