El Global Education Forum celebrado en la Universidad Camilo José Cela dedicó su jornada de ayer a repensar la educación superior en contextos vulnerables.

El Global Education Forum celebrado en la Universidad Camilo José Cela dedicó su jornada de ayer a repensar la educación superior en contextos vulnerables. iStock

Historias

El Global Education Forum reivindica una educación "asequible", "inclusiva" y "del siglo XXI" para todos

ODS 4: La introducción de programas que promuevan la Agenda 2030 en la educación universitaria es, para un gran número de expertos, la clave para promover un conocimiento de la realidad global y el logro de los 17 ODS.

15 octubre, 2021 01:39

Faltan nueve años para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y "la educación juega un papel vital". Así iniciaba ayer María Cortés Puch el debate sobre educación superior y ODS del Foro de Educación Global de la Universidad Camilo José Cela.

El ODS 4 (educación de calidad) es claro en este ámbito, pues habla de la necesidad de un acceso igualitario de  hombres y las mujeres "a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria".

Y es que es una necesidad mundial que las instituciones educativas compartan y generen conocimiento que propicie el logro de lo establecido en la Agenda 2030.

Leonardo Martins: La investigación académica permite la colaboración entre personas de diferentes orígenes

Leonardo Martins: "La investigación académica permite la colaboración entre personas de diferentes orígenes"

Como vicepresidenta de Redes de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés), Cortés explicó que crear un entorno universitario de concienciación y compromiso con los ODS no es baladí: "Es complicado", aseguró.

Asimismo, consideró durante su intervención que para que la educación integre estos objetivos es esencial un "enfoque de acción", muy concreto con los problemas de las comunidades y con los retos globales.

La inclusión de este tipo de enfoques permitiría llevar a cabo una transformación de mentalidad y de roles en los sistemas universitarios que impulsarían, entre otros, la empatía y el conocimiento. 

La Universidad Camilo José CELA (UCJC) busca con el foro celebrado esta semana abrir el camino de la educación del futuro. Y es que el liderazgo internacional de Nieves Segovia en el sector académico posiciona a la institución a la cabeza de iniciativas de alta consideración en varios continentes.

Cruz Sánchez de Lara, editora de ENCLAVE ODS, insistió en la necesidad de ese cambio de mentalidad y paradigma en el que la educación y los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental.

Porque, como apuntó, es deber de ambos "derribar los muros y transformar la sociedad incorporando los ODS en el día a día".

Investigación colaborativa

La investigación académica supone una experiencia que permite "conectar a personas de diferentes orígenes y colaborar", aseguraba en su ponencia Leonardo Martins, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Los estudiantes universitarios tienen una gran oportunidad para participar en iniciativas de investigación que promuevan la sostenibilidad en diferentes ámbitos. Al fin y al cabo, ellos son, como concluía Martins, el elemento de unión para cooperar.

Según Naciones Unidas el cierre de las escuelas en 2020 afectó a más del 91% de los estudiantes en todo el mundo

Y es que ya hace un año, Cristina Gallach, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores para Iberoamérica y el Caribe del Gobierno de España, resaltaba la importancia de la investigación y la ciencia. Porque "sólo mediante la colaboración académica podremos ganar esta batalla", decía haciendo referencia a la covid-9.

La importancia de aplicar unos programas educativos adecuados en esta materia fue el tema principal sobre el que pivotó el debate de ayer. Por este motivo, Julian Skyrme, director de Responsabilidad Social de la Universidad de Manchester, destacaba la relevancia que tienen las investigaciones para "cambiar y mejorar el mundo".

Pero Benno Werlen, que actualmente ocupa la cátedra UNESCO de Comprensión Global para la Sostenibilidad en la Universidad Friedrich Schiller de Jena, concluía que  esto sólo podrá ocurrir si trasladamos el conocimiento científico a nuestras acciones.

The Global Degree

"Las personas quieren aprender de diferentes formas", destacó Kyriakos Kouveliotis, director de la Escuela de Negocio e Innovación de Berlín que, además, lidera la iniciativa Global Degree, un programa educativo que reflexiona sobre la accesibilidad y la inclusión.

Los cambios y retos globales también han transformado la manera de enseñar. Algo que ha quedado demostrado con la forzada digitalización de la educación durante la pandemia.

Global Degree Project apuesta por la combinación de clases convencionales y a distancia

Global Degree Project apuesta por la combinación de clases convencionales y a distancia

Al mismo tiempo, estos desafíos requieren un cambio de las estructuras educativas. Por lo tanto, con esta iniciativa se crea un nuevo modelo institucional para la educación superior.

Además, apuesta por la combinación de las clases convencionales y a distancia. Y resalta el avance de la educación de la mano de la tecnología y la movilidad internacional.

En la experiencia educativa Global Degree para la educación superior podrían participar diferentes instituciones. Además, es complementaria y no pretende romper con los títulos y carreras tradicionales de cada universidad.

En definitiva, sería un sistema innovador que "conduciría a un mejor conocimiento del mundo que nos rodea y nos permitirá afrontarlo mejor", concluía Kouveliotis.

Romper barreras

En 2020, debido a las consecuencias de la covid-19, muchos países anunciaron el cierre temporal de instituciones educativas. Según Naciones Unidas esto afectó "a más del 91 % de los estudiantes en todo el mundo".

Por ello, y teniendo en cuenta que el acceso al sistema educativo, en ocasiones, no es equitativo ni igualitario para muchos jóvenes, la jornada en la Universidad Camilo José Cela ha querido poner sobre la mesa propuestas, soluciones y ejemplos de programas que promueven la accesibilidad de grupos vulnerables a la educación superior.

El 88% de los estudiantes refugiados que pasan por el Global Education Movement consiguen empleo 6 meses después de graduarse

La ruptura de barreras para generar oportunidades y nuevas formas de colaboración es la base del Connected Learning in Crisis Consortium (CLCC), conformado por diferentes universidades y organizaciones.

Su objetivo es la implicación de esfuerzos coordinados para apoyar la educación superior en lugares de conflicto a través de "aprendizaje conectado". Así lo denominó  Nicholas Sabato, director de la iniciativa Educación para la Humanidad en la Universidad Estatal de Arizona.

Otro de los programas presentados fue el Global Education Movement (GEM), cuya directora ejecutiva, Chrystina Rusell, explicó que ayudaban a empoderar a estudiantes refugiados a través del empleo.

Creado en 2017, ofrece títulos a cerca de mil personas refugiadas en cinco países diferentes. Se trata de una iniciativa que no solo da importancia a la base científica del trabajo y de la carrera de cada individuo, sino que potencia sus habilidades.

Rusell aseguró que el objetivo de GEM es "demostrar el talento de estas personas, darles contactos y aumentar su escolarización". Así, un 88% de los estudiantes refugiados que pasan por el programa consiguen empleo antes de cumplir los 6 meses tras graduarse.

La dicotomía entre si estamos avanzando o no en el desarrollo de la Agenda 2030 en materia de educación es algo que tuvo presencia a lo largo de las distintas ponencias. Todos los participantes coincidieron en lo mismo: la necesidad de crear sentido crítico y aplicar programas que promuevan los ODS en las universidades. 

Además de en conseguir que los costes de los estudios superiores se reduzcan drásticamente, como demandó James Tooley, rector de la Universidad de Buckingham. 

A pesar de que solo quedan nueve años para lograr los ODS, queda mucho trabajo por hacer. Especialmente en el ámbito de la educación, alertó Bijay Dhungana, vicepresidente del  Centro de Excelencia Internacional para la Innovación en el Aprendizaje (ICEFIL): "Seguimos utilizando las mismas herramientas que en el siglo pasado". 

Por desgracia, como remarcó Howard Blumenthal, investigador sénior en la Universidad de Pennsylvania, "bienvenidos al siglo XXI, vamos 20 años tarde". Si seguimos retrasando el impulso de la educación, serán 30.