Juan Pardo es culpable de muchas de esas canciones que encadenan pensamientos y obligan a quien las escucha a tararearlas continuamente. La voz de Pardo, triste o alegre, sola o acompañada, ha sido un volcán de sensaciones durante medio siglo. En forma de Anduriña, de sorbito de champagne o clamando bravo por la música, engatusó los oídos de miles de personas. Enlazó y rompió parejas. Rodeó abrazos y lloros.

En plena transición, Adolfo Suárez, admirador de su música y consciente de las movilizaciones que provocaba, se puso en contacto con el fundador de Los Brincos para pedirle un gancho melódico con el que recabar apoyos.

Pardo, confeso votante de UCD entonces, aceptó el encargo: "Recuerdo que aquel día estaba en los estudios Quirios, probablemente grabando a Los Pecos o a Camilo Sesto. Me dijeron que Suárez había llamado personalmente. Acepté por simpatía y no cobré por aquella canción".

Me dieron total libertad para componer

El proceso de composición de aquel tema fue parecido al de otros muchos, según cuenta Pardo: "Buscaba la inspiración, el momento, una idea; y la desarrollaba haciendo bocetos. Hacía pequeñas pruebas esparcidas, escribía y lo dejaba reposar. Al cabo de los días, las posibilidades se iban reduciendo, hasta que me quedaba con una". El encargo de Suárez, explica el cantante, no exigía un guión concreto: "Me dieron total libertad. Simplemente me pidieron una canción".

Juan Pardo recuerda que logró una composición alegre, fruto de una etapa maravillosa: "La magia de la música puede engrandecer los momentos. Salió del corazón. En aquel momento creía en ese paso y en ese personaje. Transmití ilusión".

La sintonía de Pardo tuvo tal repercusión que, en sus conciertos, el público se la pedía, como si fuera otro de sus éxitos: "Los cantantes luchamos por presentar lo nuevo en los conciertos, pero el público manda. Cuando gritaban y la pedían, la cantaba a capela con la gente".

Años más tarde, Juan Pardo y Adolfo Suárez coincidieron en una reunión en Tarragona, en casa del periodista Luis del Olmo: "Nos invitó a varios artistas. Jugamos al golf. Siempre tuvimos buen trato. Agradeció la canción", recuerda el que formara con Junior uno de los dúos más famosos del siglo XX.

Comienza el misterio

Le pregunto por la letra y el estribillo de la tonadilla: "Vota centro, vota Suárez, vota libertad". Pardo asegura no recordar bien la letra. "Es normal que no me acuerde", me dice entre risas. "Soy muy despistado, no tengo ni siquiera mis discos. Por eso no puedo volver a escucharla".

En ese momento, el cantante asegura que le haría mucha ilusión recuperar su sintonía y acepta escribir unas líneas justo después de revivir el himno que compuso para UCD. Le da al play y exclama incrédulo: "¡Esto no es mío!". "¿Y entonces de quién es?", le insisto. "No lo sé, pero mío estoy seguro de que no".

A partir de ahí, comienzan a caer a modo de dominó todas las piezas publicadas en las que se atribuye a Juan Pardo el famoso Vota centro, vota Suárez, vota libertadEldiario.esEl Confidencial y El Mundo son algunos de los medios de comunicación en los que ha aparecido asociada esta canción al autor de Bravo por la música.

El verdadero autor

Buscando en el baúl de los recuerdos, en concreto en un baúl azul de páginas amarillas, lomo sufrido y portada azul celeste titulado Así se ganaron las elecciones, de Pedro J. Ramírez, uno puede encontrar la clave del misterio, la crónica del día en que UCD encargó el Vota centro, vota Suárez:

Uno de los mayores aciertos de la campaña de la UCD fue el lanzamiento de la pegadiza tonadilla ¡Vota centro, vota Suárez, vota libertad! Urzaiz le encargó la letra y la música al publicitario José María Irazoqui, quien en menos de veinticuatro horas tuvo lista la canción. En un lapso parecido quedó grabada por un coro de actores de la compañía que por entonces representaba en Madrid la comedia musical 'El diluvio que viene', y en cuarenta y ocho horas se editaron quince mil discos.

José María Irazoqui, publicista de profesión, fundó una de las primeras grandes agencias en España, a la que llamó Yrazoqui. Murió en julio de 2010. Sus nietos mayores recuerdan cómo solía cantar el famoso estribillo, una letra que muchos han atribuido continuamente a Juan Pardo.

¿Dónde está la verdadera canción?

Tras descubrir que el estribillo electoral más famoso de la transición no fue compuesto por Juan Pardo, le envió al cantante varias de las sintonías disponibles de UCD: "En el centro de tu vida" (1979), "Un alcalde UCD" (1979) y la letra del himno del partido en 1982. "Lo siento, de verdad, pero ninguna de estas es mía", me contesta una y otra vez.

¿Dónde está la canción que hizo Juan Pardo para UCD? 

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