La cocina de Semana Santa en Castilla-La Mancha sobresale con varios platos como protagonistas: los pucheros, el bacalao, las truchas y las verduras. Pero la sabrosa gastronomía de la región no solo conquista y seduce los paladares más exquisitos con estas tradicionales comidas, sino también con los dulces más típicos de esta época como pueden ser las torrijas, las flores, los pestiños o los panecillos.

Por ello, y debido a la proximidad de la fecha en la que comienza la Semana Santa, EL ESPAÑOL EL DIGITAL CLM  te ofrece una gran variedad de propuestas con un total doce platos típicos, tanto dulces como salados, en la región durante estas fechas.

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    Portaje de vigilia

    Uno de los platos más habituales en las celebraciones y fiestas familiares que se desarrollan con motivo de la Semana Santa será el potaje de vigilia. Esta receta tradicional de Cuaresma y Semana Santa es un plato de cuchara que destaca por las legumbres que contiene, así como el bacalao, que sustituye los complementos cárnicos de cerdo para que así se puedan cumplir los preceptos religiosos que piden que no se coma carne en esta época del año. Como todo potaje, se trata de un guiso que se hace partiendo de un sofrito, se remoja con un caldo y se cuecen las legumbres hasta tenerlas en su punto. Después, se añade el pescado y los elementos más tradicionales como el huevo duro y las espinacas, sirviendo todo junto de forma que los ingredientes se mezclen en cada plato. 

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    Bacalao

    El bacalao, plato típico de la Semana Santa en Castilla-La Mancha, es una de las delicias que los restaurantes ofrecen como reclamo en los menús para los días de Pasión. En esta época del año se puede encontrar ahumado, marinado, rebozado o con múltiples combinaciones, acompañado por variadas verduras cultivadas en los huertos de la región. También se convierte en el ingrediente básico para preparar las ricas croquetas, buñuelos o tortillas. Durante toda la Semana Santa, la variedad más común que se cocina en los pueblos y ciudades de Castilla-La Mancha es el bacalao a la manchega. Al elaborar este plato se mantienen las viejas tradiciones de la cocina castellano-manchega: sobria, sabrosa y contundente. Los ingredientes básicos son el tomate, pimiento rojo, ajos, cebolla, perejil, aceite de oliva y finas hebras del azafrán de La Mancha. 

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    Buñuelos de bacalao

    Los buñuelos de bacalao son son una de esas recetas que se puede preparar realmente en cualquier época del año, pero que en Semana Santa cogen un protagonismo especial. Estos buñuelos son muy sabrosos e ideales para conquistar todos los paladares durante estas fechas tan señaladasAdemás, es una de las recetas con bacalao más versátiles, ya que se puede servir  como aperitivo con alguna salsa o de segundo plato acompañada de verdurasAunque pueda parecer una receta muy elaborada -compuesta de bacalao, harina, levadura, agua, mantequilla y huevos-, su preparación solo te quitará 30 minutos.

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    Truchas a la toledana

    Un plato muy típico de Toledo del que se puede disfrutar durante un viaje a la Ciudad Imperial, sobre todo si coincide con Semana Santa, es el de las «truchas a la toledana», que combina todo el sabor tradicional de las diferentes especies de la capital de Castilla-La Mancha con un buen pescado. Se pueden cocinar de diferentes maneras, pero lo mejor es hacer una mezcla de los ajos, vinagre, especias y dejar marinar la trucha durante ocho horas en la nevera. Después, se ponen las truchas en la plancha y se acompañarán con un poco de este marinaje, que le aportará mucho sabor al plato. Se pueden acompañar con patatas, un tomate o una ensalada. Es un estupendo plato tan sabroso, fácil y tradicional que cada año conquista a los turistas que recorren Toledo.

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    El atascaburras

    El atascaburras, denominado también como ajo mortero o ajo arriero, es un plato castellano típico del invierno albaceteño o la Serranía de Cuenca. Las exquisitas y pequeñas nueces de la sierra se añaden para adornar y completar un plato nutritivo que se sirve con rodajas de huevo duro. Sin otra posibilidad que añadir a un cocido nada más que unas patatas y unas espinas de bacalao, al ver que no era consistente vertieron el aceite de oliva y lo machacaron fuertemente para evitar las durezas de las espinas del bacalao. Tras comerlo dijeron a la comunidad que era una comida que «harta hasta las burras» y se dice que de ahí le viene el nombre. Entre sus ingredientes se encuentra bacalao, patata, laurel, ajo, ñora, aceite de oliva, perejil, huevo, nueces, pimentón dulce y sal.

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    Setas y trufas

    Cada año son más los visitantes, recolectores, turistas y curiosos que se echan al campo para "ir de setas", sobre todo si pertenecen a la zona de Guadalajara. Boletusedulis, Lactariusdeliciosus, Russulaxyanoxantha, Amanita caesarea, Tubernigrum… recogidos en encinares, hayedos, robledales o riberas han sido durante siglos el sustento de personas que incorporaban sus delicias a los guisos que hacían en la sartén. Incorporadas a los platos guadalajareños, como guarnición de lujo y más recientemente como plato principal en gelatinas, sopas, pasteles y revueltos, la Semana Santa es la mejor época para disfrutar de estas "delicatessen". 

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    El tiznao

    El tiznao es un plato típico de la provincia de Ciudad Real. Emplea bacalao en salazón como primer ingrediente y se suele servir con verduras, patatas, pimientos rojos secos, cabezas de ajos, pimentón dulce y cebollas. Las verduras se cocinan a la plancha y se agregan a una cazuela de barro a la que se integran todos los demás componentes. Se sirve caliente para paliar el frío invierno. Es un plato que saborean con deleite los turistas y en muchos hogares de Ciudad Real no puede faltar a la hora de la comida. Se sirve habitualmente con un buen vino y pan tostado untado con un poquito de tomate y aceite de oliva. También se puede emplear lo que sobra para elaborar croquetas.

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    La pipirrana

    En la celebración de Semana Santa la pipirrana se convierte en uno de los platos recomendados por los chefs de la región. Se trata de una ensalada cuyos ingredientes básicos son la cebolla, tomate, pimiento verde, pescado y pepino. A veces se le añade huevo, bacalao o carne, dependiendo de la ciudad donde se elabora. Se consume habitualmente en Valdepeñas (Ciudad Real), donde se cocina con tomate triturado, aceitunas, huevo cocido, atún, cebolla picada sal y un chorrito de aceite. En la localidad ciudadrealeña de Bolaños de Calatrava se realiza con caballa, tomate, aceitunas, lechuga y cebolla. El secreto es servirlo bien fresquito. Sin embargo, en Cuenca, más concretamente en Horcajo de Santiago, se hace una pipirrana diferente, ya que a diferencia de otras en este municipio es un guiso. 

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    Torrijas

    Si hay un dulce por excelencia en España durante la Semana Santa, estas son las Torrijas. Un postre muy fácil de realizar, con cada vez más variantes y opciones de sabores diferentes, aunque las tradicionales son las que hacen las delicias de grandes y pequeños. Su asociación a la Cuaresma, tal vez se deba a la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante que, durante el tiempo que no se podía comer carne era menos consumido, pero las familias realizaban las mismas cantidades. Su elaboración, que es rápida y sencilla, solo requiere tener a mano ingredientes tan comunes como pan, leche, huevos, canela en rama, vaina de vainilla, cáscara de limón, aceite para freír, azúcar y canela en polvo.

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    Flores

    Este es uno de los dulces más típicos de la región castellano-manchega. Dependiendo de la zona de Castilla-La Mancha en la que te encuentres su consumo se realiza desde carnaval, aunque cada vez es más atemporal y se consume a lo largo de todo el año. Su origen es manchego, de Campo de Calatrava, y de ahí viene su forma de Cruz de Calatrava. Para la elaboración de su receta es necesario disponer de huevos, harina, leche, anís, ralladura de limón, sal, azúcar, canela en polvo, moldes de flor y aceite de oliva.

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    Pestiños

    Los pestiños se consumen tanto en Navidad como en Semana Santa en varias regiones de España y, como no, en diferentes sitos de Castilla-La Mancha. Al igual que ocurre con las Flores, su consumo cada vez se extiende más a lo largo del año. No obstante, este dulce es muy común en la zona de Toledo durante la Semana Santa. Su sabor se caracteriza por la fusión de los exquisitos ingredientes que contiene como aceite de oliva, vino blanco, canela en rama, cáscara de limón, sal, harina, aceite de oliva o de girasol y miel.

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    Panecillos dulces

    Los panecillos dulces, muy típicos en Castilla-La Mancha, son todo un manjar de pueblos. Y no es para menos. Para desayunar o merendar, este dulce típico hará las delicias de toda la familia durante Semana Santa, que es la época en la que más se suelen degustar. Para su elaboración es necesario que dispongas de ingredientes como miga de pan, huevo, agua, azúcar, perejil, anís en grano, azafrán, ralladura, cáscara de naranja y aceite para freír.

María Martín