El alcalde Carlos Velázquez, junto a la vicealcaldesa Inés Cañizares, en su investidura del 17 de junio de 2023.

El alcalde Carlos Velázquez, junto a la vicealcaldesa Inés Cañizares, en su investidura del 17 de junio de 2023. Javier Longobardo

Toledo

La pugna por el Presupuesto en Toledo se centra en lo social y político: el PP sube ayudas vecinales y Vox exige recortes

El grupo minoritario del bipartito presiona para eliminar subvenciones nominativas a asociaciones como María de Padilla y Bolo Bolo, algo que incomoda a sus socios populares.

Más información: Vox provoca el primer cisma con el PP en el Ayuntamiento de Toledo, pero el alcalde no tomará medidas drásticas

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Las negociaciones para aprobar los Presupuestos Municipales de 2026 del Ayuntamiento de Toledo atraviesan un momento complicado, con el Partido Popular presionado por las exigencias de Vox, cuyos cuatro concejales son esenciales para garantizar la mayoría absoluta en la aprobación de las cuentas.

El clima se ha enrarecido tras el reciente, y en cierto modo esperado, cisma generado por el veto de Vox a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) el pasado jueves y refrendado el viernes en el Pleno.

Este lunes, un imprevisto varió el guion y las intervenciones en las comisiones programadas para presentar las cuentas de las distintas áreas: el concejal de Planeamiento Urbanístico de Vox, Florentino Delgado, se encontró indispuesto, lo que obligó a cancelar su comparecencia y a su posterior traslado al hospital para someterse a pruebas médicas.

El proceso de negociación política lo capitanean el concejal de Hacienda, Juanjo Alcalde (PP), y la vicealcaldesa y concejala de Vox, Inés Cañizares. La pugna presupuestaria se centra en el gasto social y en el gasto destinado a los grupos políticos.

La demanda económica central de los socios minoritarios del Gobierno local es la reducción del 50 % en las asignaciones destinadas tanto a los grupos políticos municipales como a las asociaciones de vecinos de la ciudad.

El equipo de Gobierno municipal, integrado por el PP y Vox, en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo.

El equipo de Gobierno municipal, integrado por el PP y Vox, en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Toledo. Javier Longobardo

Esta exigencia choca con la postura del PP, dado que Juanjo Alcalde ha indicado que el próximo presupuesto incrementará las ayudas dirigidas precisamente a estos colectivos, buscando reforzar el tejido social de la capital.

Incrementar la plantilla

Vox también ha solicitado la eliminación de las ayudas para la cooperación al desarrollo, si bien matiza que aceptarían una reducción sustancial en la negociación. En cuanto a recursos humanos, las peticiones abarcan la ampliación de la plantilla municipal. Vox exige la incorporación de tres nuevos agentes de Policía Local, además de personal (ordenanzas) para garantizar la apertura matinal de las bibliotecas.

A esto se añade la demanda de dos técnicos en el servicio de Urbanismo —un ingeniero y un arquitecto técnico— para agilizar la gestión en esta área, en pleno desarrollo del futuro Plan de Ordenación Municipal (POM).

Asociaciones 'de Toledo'

Fuentes cercanas al proceso han señalado que Vox también persigue la supresión de subvenciones nominativas destinadas a asociaciones con perfil social. En concreto, apuntan a las ayudas para María de Padilla (violencia de género), Bolo Bolo (LGTBI) y el programa 'Vacaciones en Paz' de la asociación de Amigos del Pueblo Saharaui.

Se trata de colectivos asentados en la ciudad desde hace años y con 'ADN toledano', por lo que esta petición incomoda especialmente en el PP, que no se plantea siquiera la medida.

La tensión entre ambos partidos, que se había mantenido controlada e incluso en sintonía en estos primeros dos años de legislatura, se disparó el jueves tras el veto de Vox a la ZBE. El alcalde, Carlos Velázquez (PP), manifestó su "decepción", censurando que sus socios "gobiernan, pero no asumen su responsabilidad". Ahora en el seno popular cunde cierto nerviosismo ante el desconocimiento de las cartas de la otra parte.

Vox: un grupo heterogéneo

La heterogeneidad de los concejales de Vox dificulta la lectura de su estrategia: la dureza de Inés Cañizares en la defensa de la ZBE sorprendió al PP —ya que se rumorea su posible integración en las listas de Velázquez en 2027 y es conocida su distancia del entorno de Abascal—, mientras que Juan Marín y Daniel Morcillo permanecen alineados más cerca de los postulados de la cúpula nacional. Florentino Delgado es considerado un "verso suelto", lo que añade un factor de imprevisibilidad a la situación.

Pese a que Marín aseguró que el grupo negocia con "libertad" y "sin directrices" de Vox en Madrid, en el PP aflora el temor latente a que una instrucción de última hora desde la dirección nacional dinamite las cuentas. "Hay líneas naranjas con tendencia al rojo", afirmó Marín en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha. Las comisiones de presupuestos continúan este martes con tres nuevas sesiones protagonizadas, en su mayoría, por los ediles voxistas. Se verá.