La Bienal Española de Arquitectura premia el trabajo de estabilización de las cuevas urbanas excavadas en Tomelloso
La Bienal Española de Arquitectura premia el trabajo de estabilización de las cuevas urbanas excavadas en Tomelloso
Se trata del segundo premio que recibe este proyecto que surgió ante la necesidad de que estas excavaciones hicieran colapsar un barrio del municipio.
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El Proyecto de Estabilización de Cuevas Antrópicas Urbanas desarrollado en Tomelloso, en el barrio de la Esperanza, por Aguado + Vellés + Aperte para el Ayuntamiento de Tomelloso, ha vuelto a ser galardonado por su interés arquitectónico. Tras ser reconocido con el Premio Profesión en los Premios Arquitectura 2025 del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), el pasado mes de julio, el proyecto ha sido premiado ahora en la XVII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU), en la categoría Obras de Arquitectura y Urbanismo en la que había más de 350 propuestas presentadas.
Un prestigioso reconocimiento que han recogido los responsables del proyecto, José Antonio Aguado Benito, Javier Vellés Montoya y Juan Alonso Aperte, en un acto celebrado en Ponferrada (León) al que asistieron la concejala de Obras, Carmen López; la arquitecta municipal, Hortensia Gómez y el arquitecto técnico municipal Samuel Boronat.
El premio ha sido entregado por María Teresa Verdú, directora general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, y Ander Vados y Miguel Ramón, comisarios de la Bienal, a un equipo del que también forma parte el fotógrafo de EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha, Javier Longobardo.
El proyecto de estabilización surgió como un trabajo de emergencia para evitar el colapso inminente de un sistema de cuevas-antenas de unos 40 metros de longitud, con varias de 12 metros y un avanzado estado de degradación, tras más de 70 años de abandono total, sin ventilación ni mantenimiento, con riesgos de incendios y pozos negros.
Estas excavaciones se encuentran en el barrio de La Esperanza, donde se habían producido tres colapsos en los dos años anteriores por causas similares, de tratado minero en cuevas–mina, de madera de repisa, fruto de una economía de subsistencia.
Proyecto de estabilización
“Se reinterpretan técnicas tradicionales encontradas en Tomelloso. Tras el trabajo con algas de cal en los paramentos, se construyen pilares hiperbólicos de fábrica para acortar la luz, y un muro exterior de ladrillo macizo y un refuerzo con inyecciones para evitar regeneración del colapso. Se introducen micropilotes de contención procedentes de las estructuras mineras y vertido de cal. Se atienden los sistemas de ventilación y de humificación. La utilización de pumita en el cemento permite acercarse al equilibrio higrotérmico natural y fijar CO₂: una solución más económica que los guniteados o los rellenos. Se rehabilitan los espacios existentes, estables térmicamente y con la tradición mediterránea, con gasto energético mínimo, apostando por materiales del entorno y el respeto por el equilibrio hídrico del entorno, arquitectura enterrada como arquitecturas bioclimáticas”, explica el Ayuntamiento de Tomelloso en una nota de prensa.
El Ayuntamiento se ha implicado en este importante proyecto desde el primer momento intentando dar solución a un problema para convertirlo en una oportunidad.
Para ello ha contado con una importante aportación de la Diputación de un millón de euros que ha permitido finalizar este proyecto.
El alcalde de la ciudad, Javier Navarro ha mostrado su satisfacción por este reconocimiento y ha dado las gracias a todos aquellos que se han implicado en el proyecto desde el primer momento y que entre otros, han sido la Universidad de Castilla-La Mancha, el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM), los servicios técnicos municipales y las empresas de Tomelloso.