Imagen de recurso de la elaboración de una factura.

Imagen de recurso de la elaboración de una factura. Shutterstock

Región ECONOMÍA

El retraso de Verifactu deja con "cara de tonto" a los comerciantes de Toledo tras invertir miles de euros para nada

Juanma Albelda, responsable del gremio, reclama al Gobierno central que no haya "más ocurrencias" con un sistema digital congelado hasta 2027.

Más información: Hacienda retrasa a 2027 la entrada en vigor del sistema de facturación digital Verifactu para empresas y autónomos

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Los comerciantes de la provincia de Toledo han tildado de "sinvergonzonería" la gestión del Gobierno de España con el Verifactu, el sistema informático de facturación que debía entrar en vigor el 1 de enero, pero que no lo hará hasta, al menos, el año 2027. Centenares de pequeñas empresas se habían visto obligadas a digitalizar su facturación por encargo de la Agencia Tributaria. La proximidad de la fecha límite impulsó una inversión que, tras la prórroga decretada por el Ejecutivo, ha quedado en el alero.

La queja de los empresarios recorre el país. "No lo vamos a ver de momento, pero tampoco sería deseable que hubiera muchas más ocurrencias", asegura Juanma Albelda, presidente de la Asociación de Comercio de Toledo. La posibilidad de que el cuestionado sistema se implante en 2027, fecha de final de legislatura y de elecciones autonómicas y municipales, se intuye lejana. En la víspera de cualquier votación, "el Gobierno reparte caramelos, no obligaciones", ha descrito un responsable de la patronal provincial.

Aunque la paralización del proyecto se concibe como un alivio, los responsables de los comercios que se habían afanado por adaptarse a la normativa protestan por un esfuerzo que, de momento, no les va a resultar útil. "Hay que resolver esto de otra manera; si no se pone, fenomenal", ha dicho Albelda, al tiempo que se ha quejado de la "cara de tonto" que se les ha quedado a quienes han invertido en el Verifactu.

Importante desembolso

El responsable gremial establece una analogía entre el transporte en bicicleta y en limusina. El primero de estos vehículos es habitual y casi gratuito; para el segundo se necesita un importante desembolso. "Claro, yo tengo bici, pero he tenido que gastar porque tú [Agencia Tributaria] me has dicho que vaya así", ha lamentado.

"Nos han obligado a acometer la inversión y a hacer la formación", ha recordado Albelda. Sin embargo, los argumentos con que se defendía la necesidad de extender la facturación digital han desaparecido. "Parece que la cosa era más política que una necesidad real o técnica".

El fantasma de Junts, puerta de acceso a una estabilidad parlamentaria que el Gobierno de Pedro Sánchez no termina de amarrar, aparece detrás de la cancelación. En cualquier caso, también los "pequeños empresarios catalanes han tenido que hacer la inversión".

Miles de euros empleados

El sistema tenía que llegar a todas las empresas. Y aunque "alguno habría retrasado o despistado", ha relatado Albelda, una parte jugosa de las compañías ya lo había establecido. El representante del comercio toledano ha deslizado el caso de una firma establecida en la capital de Castilla-La Mancha que ha destinado unos 8.000 euros para tal empeño. En otras entidades, esa cantidad se duplica.

"Entre las pymes, hay algunas más grandes, pero un gasto de 500 o 1.000 euros para un autónomo que está sobreviviendo le machaca un mes", ha subrayado.

Para las empresas de cierto tamaño, el Verifactu ha añadido "otro gasto más". Sin embargo, entre los más pequeños ha supuesto "un drama". A grandes rasgos, el procedimiento implicaba la instalación de actualizaciones del sistema operativo y de los terminales de punto de venta (TPV). "Afectaba a pequeños comercios, a autónomos, a todo el mundo", ha enfatizado el presidente provincial del gremio.

"Es un corsé"

Su funcionamiento tampoco agradaba a sus usuarios. "Es un corsé", ha afeado Albelda. Se trata de "un sistema que genera más restricciones y rigideces", un programa que, además, se ha tornado aún más difícil en los casos de error en la traslación de los datos.

Los comerciantes, pese a todo, han resaltado la buena fe con que han encarado el proceso ahora truncado. "Nos ha faltado tiempo para ponernos al día, le hemos buscado hasta lógica: venga, vamos a hacerlo por el que esté haciendo trampas y porque nos va a ayudar a ser más disciplinados. Pero luego ha resultado que es mentira".

Desde la Asociación de Comercio no se han aventurado a pronosticar el futuro del sistema de facturación. Solo han pedido que "no haya más ocurrencias ni, sobre todo, ocurrencias que impliquen gasto".

Hasta el momento, Albelda no tiene constancia del cierre de comercios por esta causa, aunque tampoco descarta que se haya producido o que la necesidad de implantarlo haya influido en una bajada prematura de persiana.

Además del Verifactu, los comerciantes toledanos han mostrado su recelo por otros sistemas que la Administración pretende implementar, como el relativo a los sistemas de fichaje conectados a casa.