Es un hecho. Emiliano García-Page lleva a Castilla-La Mancha en la cabeza. Es el más listo de la clase y el más veterano de la política regional. El político que más se parece a su tierra. Aprendió con José Bono y ha sido capaz de superar su mejor versión. No cabe duda. Es un viejo zorro sagaz y desbordante de audacia que ahora mismo no tiene rival. Su discurso de cuatro horas y 46 minutos con el que ha abierto este martes el Debate de la Región en las Cortes castellano-manchegas, más allá de la estrategia de desconcierto general, lleva dentro de sí una vocación de totalidad y un chispazo ontológico, de profunda reafirmación de su ser personal y político. El hombre público por excelencia en Castilla-La Mancha: conocido por todos, escuchado por todos, comentado por todos. Uno y trino: nada de lo castellano-manchego le es ajeno.

Comandante del atril infinito, García-Page ha batido el récord del año pasado y, en el último gran debate de la legislatura, ha querido demostrar que, como en todas las grandes pasiones, puede estar el tiempo que quiera hablando de su única prioridad política: la tierra, la gente. El paisaje y el paisanaje. Todo está en su imaginario y lo cuenta con corazón, pareciendo mostrar el alma y el sentimiento. Un tío con tablas. Sólo el propio Page sabe la dosis de simulación que lleva dentro de sus palabras y su puesta en escena, pero lo interpreta con un gusto popular y un chascarrillo que resulta cercano y pegado al suelo. Uno de los nuestros. En sus casi cinco horas de discurso parlamentario y televisado, de pie, hidratado, maqueadito y fresco de buena mañana que se ha prolongado a la tarde, vengan horas y horas, García-Page ha mostrado a Castilla-La Mancha lo que significa Castilla-La Mancha y lo adentro que la lleva del alma, sea una verdad incontrovertible o una fantasía animada en falsete. Aquí estoy yo y soy vuestro líder. El rey.

Por eso, visto con perspectiva de malecón habanero, las cinco horas de Page pocas me están pareciendo. Había que contarlo y contarlo todo, y eso siempre es muy largo. Lo demás que pueda venir ya será entretenimiento y relleno, sin ningún interés. Un trámite para no llegar demasiado tarde a casa a cenar. Este combate lo gana Page por KO. Es imposible que alguien de más. Esto ha sido un desbordamiento.