Castilla-La Mancha ha atendido a 3.965 nuevos dependientes a lo largo del año 2021, ha reducido la lista de espera en 1.908 personas (un 38,7 por ciento menos respecto a 2020) y ha generado 720 empleos nuevos, aunque en este sentido no ha recuperado los niveles previos a la pandemia.

Según el último dictamen del Observatorio de la Dependencia "Evolución de los datos básicos de gestión del sistema de atención a la dependencia y coste de financiación por Comunidades Autónomas", Castilla-La Mancha ha percibido 35 de los 623 millones de euros dedicados al Plan de Choque para Mejora del Sistema de la Dependencia, contemplado en los presupuestos de 2021.

Ese año, la región ha atendido a 3.965 nuevos dependientes, un 6,63 % más que en el año previo, aunque no ha llegado a la media de recuperación alcanzada por el resto de comunidades, con un crecimiento medio del 8,71 %.

Sin embargo, Castilla-La Mancha ha reducido las listas de espera de dependencia en 1.908 personas, una bajada del 38,7 % superior a la prevista en el Plan de Choque, que supone una tasa limbo del 4,51 %, inferior a la media nacional del 13,7 %.

Aún así, unas 1.558 personas dependientes fallecieron el año pasado sin poder ser atendidas en la comunidad autónoma.

6.354 nuevas prestaciones

A su vez, ha cerrado el ejercicio anterior con 6.354 nuevas prestaciones, de las cuales el 53 % corresponden a los servicios de Teleasistencia (3.332); el 18,3 %, a las plazas de Atención Residencial (1.164); y el 16,65 % a la prestación económica para cuidados en el entorno familiar (PECEF) (1.055).

El resto de las prestaciones -Ayuda a domicilio (1,5 %), Centro de Día (3,3 %) o PVS (0,8 %)- se ha situado en valores próximos a la tasa de reposición.

La Teleasistencia y el Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) representan el 43,5 % de la cartera de servicios que, según ha señalado el informe, es "una clara apuesta de la comunidad por los servicios de proximidad, y a la que convendría reforzar incrementando la intensidad horaria mensual del SAD".

El promedio de gasto público por persona dependiente en Castilla-La Mancha se halla en 5.355 euros, 682 euros (11,3 %) por debajo de la media nacional, que se sitúa en 6.026 euros, que el dictamen relaciona con "el uso intenso de prestaciones de bajo impacto" económico, como la Teleasistencia.

Además, los costes directos del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) se han elevado a 482,9 millones de euros, de los cuales el 58,5 % corrió a cargo de la región, el 21,6 % de la Administración General del Estado y el 19,9 a la persona dependiente mediante copago.

El SAAD generó el año pasado en Castilla-La Mancha 720 nuevos empleos, casi la mitad de los esperados con la financiación adicional del Plan de Choque, unos 1.470 puestos de trabajo, "debido al uso intenso de servicios de escaso impacto en el empleo", ha apuntado el informe.

Como consecuencia, la región no ha recuperado los niveles de empleo previos a la crisis sanitaria del coronavirus.