El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido este martes que el documento a ocho bandas alumbrado en la cumbre de Santiago de Compostela con los presidentes autonómicos de otras tantas regiones españoles no es sólo un texto "de trámite o de postureo", avanzando que esta cita se reeditará, a propuesta del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en una nueva reunión a celebrar en la localidad cántabra de Comillas.

En su intervención tras la reunión celebrada en la capital gallega, ha dicho que ahora, este texto "importa y suma", no sólo suma al debate territorial "legítimo". Este formato ahora "se está consolidando" mientras que otras comunidades autónomas incluso podrían formar parte de estas decisiones.

"Creo que es muy sano poder hablar y cambiarnos el turno. Yo también planteo que se haga, cuando sea necesario, en Castilla-La Mancha, para hablar sin ningún tipo de complejo", ha abundado.

En este punto ha pedido diferenciar "los intereses de los territorios de los intereses políticos", ya que "la clave de bóveda de la Constitución es el artículo 14, que llevado al extremo significa una mejor financiación y más justa para todos los españoles, vivan donde vivan".

En realidad, "lo que valen los servicios públicos" pasa por la cuenta de que "el Estado financie". Ahora se ha conseguido en esta reunión "una reafirmación" con un documento con "mucha dosis de rigor para meterse en temas concretos y puntuales que tienen que significar una llamada de atención".

"Que este botafumeiro nuevo no sustituya al de la Catedral", ha bromeadao García-Page, quien asegura que las reuniones que son "para mejorar" siempre acaban bien, mientras que las reuniones que buscan "romper" -en alusión velada a la bilateralidad del Estado con Cataluña-", "no acaban bien".