Editorial

Solución al Tajo ¡¡YA!!

27 noviembre, 2017 00:00

Es evidente que la situación del Tajo preocupa a los castellano-manchegos, y más aún a los que viven a lo largo de su extensa rivera, desde la cabecera de los embalses de Entrepeñas y Buendía hasta la misma desembocadura en Lisboa, y por supuesto a los de la “otra” desembocadura, la del Levante y Almería. Sin embargo, si se hiciera una encuesta entre los castellano-manchegos, seguro que el asunto del Tajo no estaría entre las principales preocupaciones entre la gente de Castilla-La Manca, ni siquiera entre los que están más próximos al río. Este domingo ha tenido lugar una multitudinaria y bienintencionada manifestación en Toledo clamando por la recuperación del Tajo, pero ha sido un acto festivo y deportivo más que una verdadera muestra de indignación contra una situación que es insoportable y requiere soluciones inmediatas antes de que llegue ese momento, no tan lejano según algunos investigadores, en que el Tajo se muera de verdad.

No ocurre lo mismo en Murcia y Valencia cuando sus ciudadanos salen a la calle a pedir agua. Lo hacen de forma masiva y mostrando la potencia latente de quienes están dispuestos a cualquier cosa con tal de conseguir que sus reivindicaciones no caigan en saco roto. Por eso ningún gobierno central, sea del PSOE o del PP (y daría lo mismo si fuera de Ciudadanos o Podemos), se atreve a revisar la Ley del Trasvase por muy franquista que sea o por mucho que vaya contra algunos de los principios medioambientales marcados por la Unión Europea en los últimos años. La diferencia entre el Levante y Castilla-La Mancha es que allí viven estrictamente del agua, aunque no sea suya, mientras que aquí la economía regional, por circunstancias que no vienen al caso, no ha llegado a ese grado tan alto de dependencia de los recursos hídricos. Es decir, allí les mueve el interés económico puro y duro; aquí la idea y la estética del medioambiente. Hablamos siempre en términos generales.

Hacen falta soluciones al Tajo ¡¡YA!! Es inaplazable la recuperación del río y para ello hay que revisar los fundamentos del Trasvase, aunque no es ese el único problema. Pero no habrá recuperación si no se exige con fuerza y con verdadero convencimiento desde Castilla-La Mancha. O al menos desde la más afectada, que en realidad es toda.