Valoro a los políticos inteligentes que saben reinventarse y salir de la planicie general. Uno de los más destacados en Castilla-La Mancha es José Manuel Caballero, presidente de la Diputación de Ciudad Real y secretario provincial del PSOE, un tipo al que me gusta llamar El Renacido por su talento natural y su capacidad para adaptarse y estar con los tiempos. Me parece un buen presidente, con cualidades de negociación y mando sin sectarismos, y un líder socialista relevante en la estructura de partido en Castilla-La Mancha, con muchas opciones de futuro. Ahora Josele Caballero anuncia que optará a la reelección como secretario general del PSOE en el próximo congreso provincial del partido, a celebrar tras el regional de finales de octubre, y este paso lo tiene ya ganado, más aún si cuenta, como contará, con el apoyo del presidente y líder regional, Emiliano García-Page, que es listo y sabe dónde estar.

Es verdad que la química no siempre funciona bien entre ambos dos, Page y Caballero y viceversa y que a veces hay corrientes turbulentas en ambas direcciones, pero el entendimiento es obligado y habrá buena sintonía. Josele Caballero es el presente pero será también parte del futuro en Castilla-La Mancha y no hay que perderle de vista, ni a él ni a su carrera política, que apunta alto y bien. Entiendo menos que Caballero a la hora de anunciar su candidatura no haya podido olvidarse de la expresidenta de Castilla-La Mancha y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, a la que inexcusablemente ha tenido que nombrar, pero ya es una vieja costumbre de cualquier líder socialista que se precie acordarse de la líder regional del PP cada vez que se dirige a su militancia, no vayan a olvidarse del suceso. Lo del PSOE de Castilla-La Mancha con Cospedal empieza a ser una patología que algún día tendrán que hacérselo mirar. El miedo es libre, claro.

Cospedal, por cierto, se va este martes a Cataluña a pasar revista a los cuarteles. Un por si acaso. A la ministra de Defensa le ha enviado Mariano Rajoy, a dos días de vencer el plazo dado a Carles Puigdemont, para tenerlo todo a punto y que nada falle el jueves, un suponer. Cospedal visita regimientos en las provincias de Gerona y Barcelona y se va a ver a los 400 policías y guardias civiles allí desplazados con motivo de la crisis catalana, un oportuno viaje que, tratándose de la ministra de Defensa, tiene su motivo y su significado. La propia Cospedal lo ha dejado claro: si hay que aplicar el artículo 155 se hará, sin más. Es la Constitución y la ley, y está en juego la unidad de España. Ni una sola broma con esto, que Cospedal se lo toma muy en serio, como tiene que ser.

Cambio de tercio. La trágica muerte el otro día en Albacete del capital Borja Aybar, cuyo avión militar se estrelló cuando llegaba a la base aérea de Los Llanos, ha provocado un serio impacto en Castilla-La Mancha, especialmente en la propia capital albaceteña y en la provincia de Ciudad Real, de la que el piloto era natural. Ahora hay varias plataformas ciudadanas que están impulsando una campaña para que el capitán Aybar pueda dar nombre al parque albaceteño en el que evitó estrellarse, muriendo él pero tal vez salvando otras vidas, tal como cuenta este martes El Confidencial Digital. Una preciosa iniciativa a la que deben ser sensibles todos los que puedan sentirse afectados por la petición, especialmente el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, y el presidente de la Diputación, Santiago Cabañero, a los que se van a enviar los miles de firmas que ya se están recogiendo. Cospedal ya impuso a Borja Aybar la Cruz al Mérito Aeronáutico y ahora toca que Albacete reconozca como un héroe al capitán. Así sea.

Termino, en fin, felicitando al nuevo director del gran Festival de Almagro, Ignacio García, un experto conocedor de todo este mundo de cultura y tablas al que deseo una fructífera carrera llena de éxitos y grandes cosas. Ignacio García sustituye en el cargo a la gran Natalia Menéndez, que hizo un trabajo fantástico a lo largo de los años que estuvo en Almagro y que dejo el listón muy alto a su sucesor. Suerte y a por ello.