Imagen del cartel anunciador del macrovertedero. (Foto: Ana Martínez)

Imagen del cartel anunciador del macrovertedero. (Foto: Ana Martínez)

El magazín semanal "La Opinión de Cuenca", que dirige la periodista Alicia García Alhambra, sigue en su línea de publicar extensos artículos sobre temas de actualidad de la provincia a medio camino entre la información, la opinión y la crítica a la gestión política de la izquierda. Bien documentados y sin límite de espacio para poder profundizar en los asuntos que trata, dichos artículos tratan sobre infraestructuras, el agua, la energía o el patrimonio cultural, entre otros.

En su edición de esta semana se centran en el macrovertedero de Almonacid del Marquesado con un artículo que firma Ana Martínez y que trata de poner de relieve la contradicción del PSOE por su apoyo a esta instalación y su posición en contra del Almacén de residuos nucleares de Villar de Cañas.

"Nada hay más útil para engañar a los ciudadanos que el ladino y falto de escrúpulos uso de las palabras. Qué fácil resulta la manipulación y el aborregamiento de la población con el uso torticero del lenguaje", afirma la autora. Se refiere al hecho de que se denomine "Complejo medioambiental" al macrovertedero. "Con la inocente esperanza de encontrarte con algo parecido a un aula de la naturaleza te adentras por la ancha, aunque deteriorada carretera debido al continuo tránsito de vehículos pesados, primera cosa que te llama la atención, y tras recorrer algo así como un par de kilómetros, te encuentras en medio del monte con la “OCULTA Y OCULTADA REALIDAD”. Ésta no es otra más que el mayor macrovertedero, no sólo de la provincia de Cuenca, sino también de toda España". 

Esta instalación, construida en la localidad de Almonacid del Marquesado, de la que es alcalde el socialista Álvaro Martínez Chana, también presidente de la Diputación de Cuenca, "está construido en un paraje natural, carente de industrias, y a escasos metros del Parque Arqueológico de la ciudad romana de Segóbriga, así como del río Cigüela, de la tubería manchega de abastecimiento de agua potable y del arroyo de Las Cañadas, lo que hace temer que la contaminación y las filtraciones acaben llegando hasta este suministro".

Se diseñó para enterrar residuos importados, "gracias a que en Castilla-La Mancha no existe tasa de vertido". La empresa propietaria es el grupo catalán Griñó, la cual "intenta enmascarar la realidad de lo que aquí se quiere ocultar llamándolo Centro de Gestión y Valorización de residuos… mientras que la gestión del macrovertedero corre a cargo de la empresa Reciclados del Marquesado, SL. A esta empresa, así como a Martínez Chana, Ecologistas en Acción de Cuenca, llevan solicitando documentación diversa, que se les niega".

Se presentó como un gran proyecto de economía circular prometiendo más de 200 puestos de trabajo. Hoy, tres años después de ponerse en marcha, apenas da empleo a 20 personas, explica La Opinión de Cuenca. Cuenta con 16 celdas de vertido que albergarán 21,5 millones de metros cúbicos de residuos industriales de 300 tipos distintos, 17 de ellos catalogados como LER.

En 2018 dijeron que no es un vertedero sino un “un Ecoparque… nueva denominación… de gestión de residuos donde buena parte de éstos serían reciclados...”. Dicen que se trata de "un nuevo intento de enmascarar la realidad y de engañar a la población". Estos ecoparques son de acceso libre y gratuitos. El macrovertedero conquense sin embargo ni es libre ni es gratuito y no recicla el cien por cien de los residuos que recibe. Como no tiene medios propios para reciclar se ve obligado a llevarlo a otros centros de reciclaje. Datos de la Consejería de Desarrollo Sostenible determinan que el 99,24 por ciento de los residuos que entraron en el complejo –más de 44 millones de kilos- se arrojaron directamente al vertedero, saliendo solo el 0,76 por ciento de estos -357 mil kilos-. 

Cuentan que "el oscurantismo en torno al basurero es total y absoluto, siendo ya el broche de oro el incendio que se produjo el pasado 26 de junio. A día de hoy no sabemos ni lo que lo originó, ni lo que ardió, ni cómo afectó al sellado de las balsas… no sabemos nada". Critican finalmente la doble vara de medir con la que tanto el alcalde de Almonacid del Marquesado como la Junta de Comunidades han apoyado esta instalación y, por el contrario, han tratado de impedir, hasta judicialmente, la construcción del Almacén Temporal Centralizado, el ATC de Villar de Cañas.