Confidencial

Ciudadanos, el apagón educativo de Toledo y el Defensor del Pueblo

25 enero, 2021 00:00

Si hay algo que ha quedado claro sobre la actuación de Ciudadanos en Castilla-La Mancha es que lo mismo apoyan los presupuestos del Gobierno autónomo del PSOE u otras medidas de interés regional que le dan una somanta de palos al presidente Page a cuenta de cualquier faceta de su gestión, como la educativa, por ejemplo.

El viernes sorprendieron a todos con una denuncia ante la oficina del Defensor del Pueblo por un supuesto “apagón educativo” en la ciudad de Toledo, que es como llaman al hecho de que durante diez días después de las vacaciones de Navidad los escolares hayan permanecido sin clases presenciales.

Lo achacan a la “negligente gestión del temporal Filomena” y acusan a la Consejería de Educación y al ayuntamiento de Toledo de vulnerar “el derecho fundamental a la educación recogido en nuestra Constitución, en nuestro Estatuto de Autonomía y en la Ley de Educación de Castilla-La Mancha". Esto lo ha dicho la líder castellano-manchega del partido naranja, Carmen Picazo, que junto al diputado regional David Muñoz Zapata y al concejal Esteban Paños se hicieron la foto con el escrito que han enviado al Defensor del Pueblo.

Ciudadanos argumenta que el pasado 10 de enero cesaron las nevadas en Toledo y sin embargo los colegios han estado cerrados 10 días más. "Entre las vacaciones de Navidad y la pésima gestión del temporal los alumnos de Toledo han estado casi un mes sin clases presenciales, sufriendo un apagón educativo que no podemos consentir", dice Picazo, como si las vacaciones navideñas fueran también culpa de Page y de Tolón y no hubiera tenido efecto el temporal más allá del momento en que dejó de nevar.

Una cosa es que acusen de incompetencia a las dos administraciones por su gestión de la nevada y la ola de frío y otra distinta es decir que se han equivocado por preservar la seguridad de profesores y alumnos manteniéndoles en sus casas ante la imposibilidad de abrir las aulas por el mal estado de los centros. Quizá Ciudadanos no advirtió que las calles de Toledo han estado prácticamente intransitables durante días, con una cantidad de nieve acumulada que hacía imposible el acceso a la mayoría de los colegios de la ciudad, con daños devastadores en algunos de ellos que han afectado a las calefacciones, a las instalaciones deportivas al aire libre, a la vegetación… Posiblemente no se haya gestionado la retirada de la nieve y el hielo de un temporal sin precedentes con la rapidez deseada -la que también deseaban las autoridades-, pero eso es precisamente lo que ha aconsejado que no se abrieran los centros sin estar garantizada la seguridad y el bienestar de alumnos y profesores.

Creemos en ese sentido que incluso sin que hubiera habido nieve y hielo, era preferible que los chicos se quedaran en casa antes que exponerles al frío de las aulas, cuyas ventanas debían permanecer obligatoriamente abiertas por el Covid aunque los termómetros marcaran temperaturas bajo cero, que es lo que registraron varios días en Toledo después de la nevada. Por no hablar de la forma en que se está exponiendo a alumnos, profesores y personal no docente al contagio del coronavirus manteniendo los colegios abiertos. Con muchos menos contagios y muertes se cerraron en la primavera pasada, que es lo mismo que han hecho en esta tercera ola otros países europeos, en algunos de los cuales la incidencia del virus es mucho menor que en España.

Eso no supondría un apagón educativo, como dice Ciudadanos, ni lo ha supuesto el que no haya habido clases presenciales en Toledo (sí telemáticas) durante algo más de una semana. Hay otros “apagones educativos” más preocupantes, como la ley Celaá.

Picazo considera que el ejecutivo de García-Page es “un gobierno experto en el marketing político, pero desastroso en la gestión de las crisis". Está en su derecho y es su deber como oposición decirlo como lo piensa, y como seguramente lo piensan muchos ciudadanos, pero nos parece exagerado denunciar el supuesto apagón educativo al Defensor del Pueblo –y por qué no a los tribunales de Justicia- cuando hubiera bastado con sendos debates en las Cortes y en el ayuntamiento.