Javier Gallego Sánchez Rollón nos ha vuelto a descubrir otro Goya de Talavera. Lo ha hecho en La Voz de Talavera de Pedro Ángel Rosado y de ahí ha saltado a todos los medios de comunicación, porque además el cuadro, un retrato doble de dos damas, ha batido el récord de un cuadro del universal pintor aragonés en una subasta, en la que se han pagado quince millones de euros.

Decía que Javier Gallego, ahora un reputado abogado, vuelve a descubrirnos un Goya relacionado con Talavera, porque hace más de veinte años estuvo en el descubrimiento en el Archivo Municipal de Talavera de un recibo firmado por el mismo Francisco de Goya por el importe de un retrato en busto del rey Fernando VII, encargado por la Junta de Gobierno de Talavera, que sustituía al Ayuntamiento, en septiembre de 1808 ya comenzada la guerra contra la Francia de Napoleón. Desgraciadamente, el retrato al óleo de Fernando VII conservado en el Ayuntamiento talaverano, se vio desde los primeros momentos que no correspondía al momento, estilo y a las características de los cuadros del maestro Goya y se identificó como original de un destacado discípulo del heredero de don Francisco en el cargo de pintor de cámara de S.M. Vicente López. Así que en Talavera nos quedamos con las ganas de tener un Goya, aunque con la esperanza de que algún día, como sucede de vez en cuando, aparezca el Fernando VII de don Francisco de Goya y Lucientes en algún rincón olvidado y cubierto de polvo.

De entonces para acá Javier Gallego se ha convertido en uno de los mayores especialistas en la obra de Goya, algo que no es fácil, porque ya se sabe que cada genio muerto genera una cantidad de investigadores y aficionados proporcional a la calidad de su obra y a Goya nunca le faltaron admiradores, ni vivo ni muerto. Lo último que nos ha contado es la historia de la familia retratada y del cuadro del récord en la subasta de la galería Christie´s de Londres. Una familia formada por Antonia Valdés y María Vicenta Barruso Valdés, madre e hija que son las dos mujeres del retrato doble, y de Salvador Barruso de Ibarreta, un noble dedicado a los negocios y en relación con la Real Fábrica de Sedas en funcionamiento todavía en aquellos años de finales del siglo XVIII y principios del XIX, empadronado en Talavera en la popular calle de Mesones.

Javier Gallego no pierde la esperanza de que además de la aparición del retrato de Fernando VII, o al menos su identificación, en alguna colección, también aparezca el retrato del cabeza de la saga en aquellos años. Seguro que Javier Gallego seguirá dando buenas noticias, y aunque sea, como es el caso, una obra que difícilmente veremos en Talavera, no deja de producirle a uno un momento de ilusión. Le apuntamos otra más. Otro Goya para Talavera.