Opinión ENTRELÍNEAS

De Alcalá a Torre-Pacheco

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La inmigración no puede ser rehén de las trincheras ideológicas. Todos los españoles, independientemente de sus convicciones políticas, querrían que la inmigración se gestionara con rigor, datos y humanidad.

Lamentablemente en España se está convirtiendo en arma arrojadiza entre partidos que sólo piensan en rédito electoral. Por un lado, formaciones que “juegan” con la estadística para que digan lo que algunos quieren oír y por otro lado, partidos que niegan la evidencia de que, actualmente, en nuestro país, hay guetos muy cerca de estallar.

Algunos siguen negándolo todo, mirando hacia otro lado o restando importancia a hechos gravísimos que necesitan el consenso político para solucionar una situación que se está yendo de las manos.

Casos recientes como la violación en Alcalá de Henares o la brutal paliza a un anciano en Torre Pacheco han sido utilizados como combustible para alimentar discursos extremos por los dos lados del arco político.

La derecha más radical aprovecha estos episodios para reforzar su narrativa de “invasión” y “delincuencia importada”, mientras la izquierda más cerril cae en el error de negar ciertas evidencias relacionadas con el fenómeno migratorio, como si la realidad tuviera que adaptarse a su discurso y no al revés.

Todos tendríamos que hacer una reflexión como sociedad por lo que ha pasado en Torre Pacheco. Tres, cuatro o cinco personas, me da igual, dan una paliza brutal a un anciano por el mero hecho de ganar un puñado de “likes” en redes sociales. Es difícil tener menos vergüenza.

Espero que se entiendan mis próximas palabras. El problema no es que fueran de Marruecos o de España, el problema es que hay un porcentaje de población que consume con agrado como un grupo de jóvenes dan una paliza a un anciano. ¿Qué nos está pasando como sociedad?. Me da exactamente igual dónde nacieran las personas que lo han hecho, pero es evidente que necesitan un castigo ejemplar no sólo a los autores, sino también a todos aquellos canallas y mastuerzos que dan “like” a este tipo de videos. Ellos también son culpables.

Y algo parecido ocurrió en Alcalá de Henares. Después de violar a una mujer, el autor se hace un selfie, como si de un trofeo se tratara. ¿Insisto, qué nos está pasando cómo sociedad? Cómo alguien puede fotografiarse al lado de la chica a la que has violado.

Este tipo de personas, por no llamarles como realmente estoy pensando y me pide el cuerpo, merecen un pacto de Estado para que cumplan realmente condenas que amedranten a otros similares a realizar los mismos hechos.

Y sí, me da exactamente igual la nacionalidad, lo que quiero es que no se produzcan estos hechos que marcan a personas de por vida. Aunque todos hayamos rabiado con lo que hemos visto en los medios de comunicación, no podemos salir a la calle con palos y botellas para tomarnos la justicia por nuestra mano; la solución es exigir a nuestros políticos que actúen y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que los detengan, que cumplan su trabajo con firmeza y metan en la cárcel a los que han hecho este tipo de barbaridades.

Señores políticos, en su mano queda porque son ustedes los que tienen que actuar y solucionar los problemas; y estos, no lo duden, son muy graves.