¿Pero no se dan cuenta los socialistas de Castilla-La Mancha de lo cansinos que son con el tema del agua? En serio, ya vale. Llevan toda la vida haciendo oposición desde el Gobierno. Es una cosa asombrosa: pretenden que los ciudadanos nos creamos que nada tienen que ver con las necesidades hídricas de la región cuando han gobernado 39 de los 43 años de vida que tiene el Estatuto de Autonomía.
La última ha sido la carta que van a enviar a Feijóo con el Pacto Regional del Agua, el documento firmado a finales de 2020 que recoge la posición común de Castilla-La Mancha en la materia. Podría pensar uno que con aquella firma se acabaría el manoseo infame que el PSOE lleva haciendo del tema desde hace cuatro décadas. Pero no. Aseguran que el PP regional no ha luchado por ese pacto en Génova. Pero mienten descaradamente, esa es la verdad. En septiembre de 2022, Francisco Núñez defendió ese documento delante de Feijóo y de la plana mayor de su partido durante la celebración de la Interparlamentaria del PP en Toledo.
La intervención de Núñez se puede encontrar en YouTube fácilmente. Lo digo por si el secretario de Organización del PSOE, Sergio Gutiérrez, tiene un par de minutos para comprobarlo. Es cierto que la batalla de las cartas la ha empezado el PP, que ha remitido el texto del Pacto del Agua a Pedro Sánchez. Sin embargo, hasta la fecha, desconocemos si Emiliano García-Page se lo ha hecho llegar. Los socialistas dicen que sí, pero ni hay imagen ni consta en registro alguno.
Además, el acuerdo no se está cumpliendo.
El pacto deja claro que los trasvases no pueden seguir respondiendo a demandas ilimitadas de otras regiones sin tener en cuenta las necesidades de Castilla-La Mancha. Y dice, textualmente, que una vez satisfechas las necesidades de la región, "es imprescindible que se considere cualquier transferencia entre cuencas hidrográficas como un recurso que esté destinado a momentos de necesidad real".
Necesidad real.
Pues bien, acaba de autorizarse un trasvase de 180 hectómetros cúbicos para los meses de abril, mayo y junio de 2025. Esa cifra, tirando por lo bajo, equivale a todas las necesidades hídricas de Castilla-La Mancha en todo un año.
Así que no se está cumpliendo este pacto del agua ni consta que García-Page se lo haya trasladado a Sánchez. Lo único claro es el interés partidista del PSOE de Castilla-La Mancha, empeñado en que sigamos creyendo que no tienen ninguna responsabilidad en los problemas hídricos de la región y que la culpa es del PP porque gobernó cuatro años o porque no celebran lo suficiente las nuevas reglas de explotación del trasvase.