
Alumnos en un aula. RTVE
Los estudiantes que obtienen el graduado escolar en Castilla-La Mancha aumentan cuatro puntos en la última década
El 85,6 % de los alumnos matriculados en cuarto de la ESO consiguen el diploma y los resultados son mejores en los centros privados.
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La proporción de alumnos que han obtenido el título de Secundaria en Castilla-La Mancha se ha incrementado en más de cuatro puntos en la última década. En el año escolar 2010/11, el 81 % de los estudiantes matriculados en el cuarto curso del ciclo de enseñanzas medias consiguieron completar con éxito el escalón postrero de la escolarización obligatoria. Un decenio después, el porcentaje creció hasta el 85,6 % de los matriculados.
El colectivo que posee como titulación mínima la equivalente al graduado escolar ha aumentado entre 2011 y 2021, último año del que la Consejería de Educación ofrece datos relativos a la evaluación de los matriculados en todas las etapas de la enseñanza, excepto la universitaria. Antes, eran cuatro de cinco alumnos los que promocionaban; ahora, son seis de cada siete.
El incremento de titulados es aún mayor en la etapa de Bachillerato, un nivel que da acceso a los grados universitarios o la formación profesional de nivel superior. En 2011, el porcentaje de estudiantes que superaban con éxito esta etapa se situaba en el 77,3 %. El peso de esta cohorte 10 años después se ha disparado hasta el 86 %, casi nueve puntos más.
Sorprende el mayor éxito comparativo que se observa entre las etapas de Secundaria y Bachillerato en la región: los datos de 2021 contemplaban más posibilidades de éxito para un estudiante de segundo de Bachillerato que para otro de cuarto de la ESO.
Los datos del curso 2020/21 han de valorarse con la reserva propia de la excepcionalidad que supuso la pandemia. Los nueve meses lectivos estuvieron marcados por las restricciones a la movilidad e incluyeron, en los escenarios más complejos, medidas como las aulas desdobladas o la enseñanza virtual. La situación anómala también pudo influir en la evaluación.
Más allá de los efectos que el covid-19 pudo tener en los tres cursos comprendidos entre 2020 y 2022, fechas de la alerta sanitaria, la proporción de graduados escolares al final de la etapa de Secundaria ha mostrado un crecimiento sostenido en Castilla-La Mancha. Con carácter general, la cifra de titulados ha mejorado cada curso. Así, en junio de 2014 se diplomaron con éxito el 81,9% de los estudiantes matriculados en cuarto de la ESO. En 2018, el dato alcanzó el 83,1% del alumnado.
La mejora de los resultados académicos sugiere la existencia de criterios más laxos de evaluación, una posibilidad que el tímido crecimiento entre un curso y otro parece descartar. Además, el repunte de graduados ha tenido una evolución favorable en el tiempo, un factor que describe un mayor interés del alumnado por el título.
El argumento más plausible apunta al reconocimiento de la formación como un aspecto decisivo para el futuro de los estudiantes más jóvenes. La gran recesión que se inició en 2008 tuvo en el mercado de trabajo uno de sus efectos más lesivos.
En el caso de Castilla-La Mancha, la crisis se prolongó hasta mediada la segunda década del siglo XXI. La destrucción de puestos de empleo evidenció la importancia de los títulos. Las dificultades que muchos parados encontraron para reinventarse destapó el potencial de los institutos, también del más sencillo de los diplomas oficiales.
El graduado escolar es la puerta de entrada a determinadas ocupaciones profesionales. Además, su posesión permite acceder a Bachillerato o los ciclos formativos de grado medio.
Datos desagregados
La provincia de Albacete obtiene el mejor porcentaje de titulados en Secundaria, con un 88 % de aprobados en cuarto. Sin embargo, en el territorio de Toledo, el éxito cae hasta el 84 %, cuatro puntos menos. También Ciudad Real (87 %) disfruta de un dato mejor que el de Guadalajara (85,2 %).
El factor demográfico se desliza como una variable probable de la disparidad intrarregional: las provincias con zonas de crecimiento más intenso obtienen registros inferiores a las de aquellas donde la movilidad y los fenómenos migratorios han tenido un menor calado.
Asimismo, la estadística de rendimiento académico confirma mejores resultados para el alumnado que cursa sus estudios en centros privados. En las escuelas sostenidas con fondos propios, aprobaron la ESO un 89,7 % de quienes finalizaron cuarto en junio de 2021. En el caso de los institutos públicos, este dato cayó hasta un 84,6 %, cinco puntos menos.
La brecha se reproduce y se amplía en Bachillerato: la etapa de transición a la universidad tuvo un 94,3 % de titulados en segundo en centros privados frente al 85 % de los públicos.