Tras un empate contra Portugal en el primer partido (3-3) y una victoria por la mínima contra Irán (1-0), la selección española afronta la tercera jornada de la fase de grupos con la obligación de ganar a Marruecos para no pasar apuros. Hasta la fecha, las sensaciones no han sido positivas, ya que España no ha mostrado, en ningún momento, la autoridad necesaria para salir vencedora de este Mundial de Rusia y, ante un rival débil como la selección iraní sufrió más de la cuenta.

El principal problema, tal y como manifestó la pasada semana Vicente Del Bosque, podría residir en la falta de profundidad que tiene el combinado nacional. "Si tenemos a algún tío que empiece a driblar, o si sabe driblar, por lo menos provocará faltas; si algún rival, que en vez de verle de frente le ve el número, dirá 'ostras, este se ha ido'", manifestó el que fuera seleccionador durante dos Mundiales y otras tantas Eurocopas.

Asensio entrena con la Selección. Foto: sefutbol.com

CARREÑO, EN CONTRA DE LOS CAMBIOS EN ESPAÑA

La idea, a priori, no sería un problema. Tener en el campo a jugadores capaces de desequilibrar el partido y marcharse de su par en velocidad sería un factor sorpresa, con el que no están acostumbrados a medirse los rivales de la Selección. Sin embargo, a periodistas como Manu Carreño no le agrada en exceso.

Es más, lo consideraría un error, a juzgar por sus palabras en El Larguero. El periodista quiso respaldar a Fernando Hierro, que fue el primero en descartar la entrada del músculo en el once titular, y dijo que lo más importante que España ha conseguido en los últimos años “han sido los títulos y, sobre todo, la consagración de un estilo y eso es innegociable, venga Del Bosque, Julen Lopetegui, Fernando Hierro o quien quiera venir. Rotundamente, Carreño afirmó que "eso no se toca", aunque no descartó la entrada de "algún jugador de corte más defensivo o que pueda ayudar ahí a Busquets".