El nuevo Real Madrid ya está en marcha. Con apenas 90 minutos de rodaje, es cierto, pero ya ha dado el pistoletazo de salida a la temporada 2023/2024. El partido ante el AC Milan que sirvió para inaugurar la gira por Estados Unidos se convirtió en el punto de partida de un equipo que promete muchos cambios con respecto a lo vivido en campañas anteriores.

Carlo Ancelotti no es traidor porque ya había avisado previamente. El técnico italiano ya dejó caer en varias ocasiones que tenía la firme intención de darle un nuevo aire a su equipo, de probar un nuevo sistema y de adaptarse por lo tanto a las características de los jugadores con los que cuenta este año. Las bajas dolorosas como la de Benzema se han suplido la ilusión de caras nuevas como la de Bellingham, así que una nueva era se abre en el horizonte. 

Precisamente el futbolista inglés, el gran fichaje de Florentino Pérez este verano, es el nombre que más ha resonado después del debut del Real Madrid en pretemporada. En los entrenamientos ya se advertían unas cualidades que van a ser preciosas para el conjunto blanco, pero en el choque ante el AC Milan no hizo sino confirmar todo eso bueno que se espera que pueda dar de sí.

Bellingham trata de ejecutar un disparo en el amistoso ante el Milan. REUTERS

El propio entrenador se rindió a él en las declaraciones posteriores, y parece que Jude Bellingham va a ser el canalizador del juego del conjunto merengue esta temporada. Ancelotti lo ha dejado claro, quiere que juegue cuanto más cerca del área mejor para aprovechar todas sus habilidades, y va a ser fundamental para el ataque blanco.

El inglés será el faro del Real Madrid en el nuevo sistema de esta temporada. Ancelotti ha desempolvado el 4-4-2 en rombo, y ahí, en ese entramado tan particular y difícil de armar, Bellingham, será la punta del centro del campo. Tiene tiempo para adaptarse todavía, pero el centrocampista ya sabe que va a ser indiscutible.

El nuevo sistema

En el fútbol, como en otros ámbitos de la vida, también mandan las modas. Los entrenadores se unen a ellas utilizando esquemas de juego que pasan por épocas boyantes mientras que otros parecen quedarse en la más pura obsolescencia. Si hace años era el 4-2-3-1 el sistema fetiche, con el Barça de Guardiola llegó el 4-3-3 a una cresta de la ola que en muchos casos sigue durando hasta nuestros días.

Sin embargo, de vez en cuando surgen algunos técnicos que se animan a romper con el orden establecido y que incluso sacan del cajón esquemas que parecen obsoletos. Es lo que va a suceder esta temporada con Carlo Ancelotti, que quiere implantar para el Real Madrid un 4-4-2 en rombo que, sin duda, vivió sus mejores momentos hace ya muchos años.

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Es cierto que Zinedine Zidane lo utilizó durante algunos tramos de su última etapa en el conjunto blanco, y también que Vicente del Bosque (de eso ya hace mucho tiempo) lo empleó en ocasiones, pero no resulta sencillo ver en el fútbol moderno a un equipo recurriendo a un esquema tan tradicional. 

El partido ante el AC Milan sirvió para ver los primeros detalles de esta nueva forma de jugar del Real Madrid. Toni Kroos ejerció como ancla en el centro del campo, mientras que fueron Camavinga y Fede Valverde los dos hombres que le acompañaron a los costados. Bellingham fue el jugador más adelantado de ese rombo y actuó de '10', al más puro estilo de un mediapunta tradicional.

El experimento dejó luces y sombras. Este sistema invita a que el equipo tenga mucha más presencia ofensiva, si bien es cierto que encuentra muchos más problemas a la hora de plantear una férrea defensa por la naturaleza del dibujo. Esto último fue lo que precisamente se le achacó al equipo merengue en el choque ante el Milan, cierta fragilidad defensiva. 

Bellingham se marcha de un rival del Milan en la pretemporada por Estados Unidos. EFE

Pese a todo, da la sensación de que Toni Kroos con este esquema y dos hombres a sus costados que tengan las piernas frescas puede jugar varios años más sin problema. En ese puesto más retrasado también podría actuar Tchouaméni con facilidad, o incluso Camavinga, pero a tenor de lo visto Eduardo se siente mucho más a gusto unos metros por delante.

Gracias a sus características de conducción del balón y su facilidad para romper líneas, Camavinga realizó un gran encuentro como volante al lado de Fede Valverde. Modric, Ceballos o Arda Güler se desenvolverán ahí a la perfección, e incluso cualquiera de ellos podría hacerlo en la mediapunta, aunque ese lugar está reservado para Bellingham. 

Ancelotti quiere un Madrid que presione más arriba, aunque deberá tener cuidado a la espalda dado que el 4-4-2 ofrece más fragilidad defensiva. Su nuevo equipo presiona y juega mucho más por el carril central, es inevitable, así que para airear la circulación del balón por las bandas tendrán mucha importancia los laterales y sus incorporaciones al ataque. 

Bellingham, clave

La estrella en ese centro del campo que tanta expectación está ya levantando va a ser Jude Bellingham. Es el gran fichaje del Real Madrid, es el jugador por el que media Europa suspiraba desde hace años, y es el joven que está dispuesto a marcar una época vistiendo de blanco.

Sobre él están depositadas muchas esperanzas y en el Real Madrid le están mimando como se merece. Carlo Ancelotti nunca ha tenido problemas para señalar directamente el talento de sus futbolistas cuando ve a un fuera de serie, y es lo que está haciendo ya casi desde el minuto 1 con el centrocampista inglés. 

Le ha dado las llaves del juego ofensivo de su equipo y por él van a pasar todos los balones importantes de cada partido. Bellingham va a ser esta temporada el '10' del Real Madrid, el hombre encargado de conectar la zona más retrasada del centro del campo con la delantera, quien se asocie más con sus compañeros y también el encargado de hacer una buena suma de goles a lo largo del curso. 

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"El equipo tiene que acostumbrarse a la calidad de Bellingham, que es extraordinaria", dijo Ancelotti después del partido ante el Milan. Es toda una declaración de intenciones. Tiene descaro, calidad, facilidad para asociarse con sus compañeros y para romper líneas, habilidad, llegada y gol. Una cantidad de cualidades estratosféricas al servicio del ataque blanco.

Ancelotti además auguró que si en algún momento regresa al 4-3-3, el sitio de Bellingham estaría en el interior derecho, un lugar desde el que hacer bailar al Real Madrid a su antojo. Tan sólo se han disputado 90 minutos de pretemporada que apenas sirven para sacar conclusiones, pero la confianza ya la tiene y, en su primera aparición, Bellingham ya ha respondido.