Octava corona mundial para el Real Madrid, quinta con el actual formato, y un nuevo título para engordar el palmarés. Ni Al Ahly ni Al Hilal son quizá unas buenas piedras de toque, pero el Mundial refuerza tanto al equipo blanco como a un Carlo Ancelotti que estaba viviendo sus peores semanas desde que regresara al banquillo del Real Madrid.

El Real Madrid coge impulso para un mes y medio en el que se medirá al Liverpool en Champions, al Atlético en Liga y al Barcelona en Liga y Copa del Rey. El calendario no da un respiro y los partidos se encadenarán cada tres días para una plantilla mermada por las lesiones y que necesita recuperar la mejor versión de todos sus futbolistas.

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Precisamente, el Mundial sirvió para que Vinicius se olvidara del acoso, de las patadas y de las provocaciones que sufre cada fin de semana en La Liga. Sin todo ese ruido, el brasileño sonrió y se llevó el Balón de Oro del torneo. Tres goles entre semifinales y final y una asistencia para enmarcar con el exterior. Vinicius es feliz jugando al fútbol. Cuando le dejan. 

También se volvió a ver al mejor Fede Valverde. El uruguayo era considerado el mejor centrocampista del mundo antes del parón por el Mundial de selecciones en noviembre y diciembre. Allí sufrió con el fracaso de Uruguay y luego un problema personal afectó al 'Halcón', como se le llama tras haber dejado atrás el apodo de 'Pajarito'. 

Vinicius y Valverde celebran sus respectivos goles. REUTERS

Marruecos fue un punto de inflexión para Valverde. No solo recuperó su mejor fútbol, sino que este viernes recibió la noticia de que el bebé que espera junto a su pareja, la periodista Mina Bonino, está finalmente en perfectas condiciones. Habrá un Valverde más en el futuro y el centrocampista uruguayo lo celebró con un doblete en la final ante el Al Hilal.

El futuro del Madrid

Si Vinicius y Valverde fueron los grandes nombres propios de este Mundial, el equipo recibió en lo colectivo una buena dosis de confianza y ánimo. El empate contra la Real y la derrota ante el Mallorca han complicado mucho La Liga. El Barcelona tiene ocho puntos de ventaja, pero el Real Madrid nunca se rinde. En el campeonato nacional depende de que los de Xavi pinchen, pero en Champions y Copa del Rey dependen de sí mismos.

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El próximo 21 de febrero el Real Madrid visitará Anfield ante un Liverpool que buscará la revancha por la final de Champions perdida el pasado mayo. Una eliminatoria difícil y a la que el equipo de Ancelotti necesita llegar en las mejores condiciones posibles. No solo debe recuperar a algunos lesionados, sino también las sensaciones que parecía haber perdido desde que cayera 1-3 con el Barcelona en la Supercopa de España. 

Contra el conjunto catalán también se jugará la Copa del Rey. La ida será el 2 de marzo en el Santiago Bernabéu y la vuelta el 5 de abril en el Camp Nou. En medio, el 18 o el 19 de marzo, estará El Clásico de Liga que será decisivo para los de Ancelotti. Mucha por jugar aún. 

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Buena parte de las posibilidades del Real Madrid estarán en Courtois y Benzema. El portero y el delantero fueron las claves de una pasada temporada que se convirtió en histórica con La Liga y la Champions. Este curso el equipo blanco suma la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, pero los títulos importantes se empiezan a decidir ahora. 

Courtois volverá ante el Elche tras perderse el Mundial por lesión. El belga es imprescindible, al igual que un Benzema que marcó y fue clave en la final tras superar sus problemas físicos. El Real Madrid ganó confianza, recuperó jugadores y logró su octava corona mundial. Marruecos fue un volver a empezar para un equipo que quiere dejar atrás la tendencia a la baja con la que comenzó este 2023.