El Clásico entre el Real Madrid y Barcelona suele ser un partido de nombres propios. De esos duelos donde los jugadores están llamados a realizar cosas grandes, a consagrarse entre los mejores. Es el caso de Tchouameni, uno de los elegidos para estar con los mayores en un partido de este calibre.

Y no es por casualidad, el centrocampista francés ha sorprendido a propios y extraños con su sobrenatural rendimiento. Estaba llamado a dar el relevo de manera paulatina a Casemiro, sin embargo, la precipitación de los hechos acabaron con el brasileño fuera y el galo de titular de un día para otro en el Real Madrid.

Su papel ha superado todas y cada uno de las expectativas puestas en él. Pocos esperaban que su encaje en el once de Carlo Ancelotti fuese tan perfecto, como si fuese una de esas piezas que lleva toda una vida en la disciplina blanca. Un fichaje de relumbrón que ha encandilado a todos en el Concha Espina y que parece estar llamado a realizar cosas grandes con el Real Madrid.

Tchouameni, en una conducción.

Pieza clave en el once

Desde su aterrizaje en la capital de España, pocos ha jugadores han disfrutado de más minutos a las órdenes Carlo Ancelotti. El joven talento llegó procedente del AS Monaco en verano, a priori, con un papel secundario. Un refuerzo al estilo de Eduardo Camavinga. El alto desembolso de su fichaje, que rondó los 100 millones de euros, parece estar olvidado e incluso parecen escasos para alguien de su nivel.

Su presencia se antojaba dirigida para dar descanso a Casemiro e ir sumando poco a poco minutos al más puro estilo de su compatriota Camavinga. El joven galo de tan solo 22 años vio como todo cambiaba radicalmente con el traspaso exprés de Casemiro al Manchester United. Una oportunidad inesperada, un haz de luz para Tchouameni.

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Y si las expectativas sobre él eran muy grandes, él las ha superado. Incrustado en el esquema de Ancelotti, suma 7 titularidades en 13 partidos disputados, jugando doce de ellos. Es decir, es imprescindible para su entrenador. Ha caído de pie y ha pasado a formar la TKM en lugar de CKM. Junto a Modric y Kroos, se ha ido perfilando como el pivote que necesitan los dos veteranos futbolistas para obtener más libertades a la hora de sacar jugando el balón.

Tchouameni, Rodrygo y Benzema charlan durante el partido REUTERS

Sin rotaciones

Tchouameni es de los pocos jugadores de las plantillas que apenas ha recibido descanso en las últimas semanas. Sabedores de su gran poderío, el centrocampista sigue acumulando minutos sobre el césped, ganando en experiencia y dejando gran cantidad de destellos de calidad. El Real Madrid ha encontrado un diamante en bruto en él.

Con su poderío, es junto a otros como Vinicius y Valverde de los que más presencia tiene. Además, su juventud le aporta un factor extra a la hora de ser capaz de compaginar la selección francesa con el Real Madrid. En ambos es titular y es un papel que no parece que vaya a abandonar a corto plazo. Es más se ha reafirmado como uno de los mejores a nivel internacional en él. Tanto que probablemente, ante las bajas de Kanté o Pogba, adquiera el rol de titular en Francia, una de las grandes favoritas a hacerse con el Mundial.

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Instaurado en el pelotón de batalla madridista, el gran partido frente al Fútbol Club Barcelona le coloca en el frente de batalla. Un lugar que pocos jugadores pueden presumir de ocupar de manera tan precoz y con tanta rapidez. Por sus botas pasarán gran parte de las responsabilidades defensivas del equipo, dotando de fortaleza en la retaguardia y siendo esa escoba que todo lo barre. Unos aspectos fundamentales para que el Real Madrid campee victorioso en el Santiago Bernabéu en un Clásico más. Un lugar perfecto para que Tchouameni luzca frente a los focos en su primer gran partido con la camiseta blanca.