El jugador austriaco puso a los de Carlo Ancelotti por delante en el marcador en la primera mitad. Lo hizo con una jugada de jerarquía, de las que imponen al aficionado que estaba esta tarde en el Camp Nou. Robó el balón a Memphis Depay, lanzó la contra blanca, siguió hacia adelante a pesar de ser central, tiró un desmarque que Rodrygo Goes vislumbró y se sacó un zurdazo inapelable para Ter Stegen. Una acción que queda marcada para la historia de los Clásicos.

Esas famosas subidas que hacía Ramos al estilo suicida han encontrado su réplica este domingo. Alaba completó su actuación estando impecable en defensa, atajando ocasiones rivales incluso en el área pequeña y siendo un auténtico líder por el hecho de llevar la voz cantante en la zaga. Sus compañeros han comprobado que están ante un jugador que viene a hacer época y que va a tratar de motivar a cada miembro de la plantilla merengue para llegar lo más lejos posible en todas las competiciones.

David Alaba celebra su gol al FC Barcelona en El Clásico REUTERS

Es el nombre propio que sale de este Clásico, aunque venía dejando muchos detalles positivos en los partidos que había jugado. Después de probar en el lateral y en el puesto de central, no hay dudas de que el '4' tiene que ser jerarca desde el centro de la zaga. Eso no limita sus habilidades en ataque como ha dejado claro en el Camp Nou. Su gran habilidad con el balón, fundamentada en una carrera en la que ha jugado en varias posiciones, es un pro que suma a su capacidad para liderar la defensa.

Primer Clásico

Plantarse por primera vez en el Camp Nou con la camiseta del Real Madrid y hacer este partido es toda una declaración de intenciones. La realidad es que guarda siempre un gran recuerdo de sus partidos contra los azulgranas.

En su pasado con el Bayern Múnich, siempre les ganó. Lo hizo en la semifinal de la Champions League 2012/2013 en la que golearon a los culés con un parcial de 0-7 y dio dos asistencias. Se perdió la venganza de los azulgranas en la 2014/2015 por una grave rotura de uno de sus ligamentos internos.

David Alaba dispara desde dentro del área del FC Barcelona y marca gol REUTERS

Pero volvió a salirse en la eliminatoria a un solo partido de la excepcional 2019/2020 con el famoso 2-8. No le había marcado nunca, por lo que el de hoy corona esa racha triunfal de cuatro partidos y cuatro victorias. Es muy difícil no ganarse al madridismo si cada vez que ve al Barça, le amarga la existencia.

Era su primer Clásico, pero este jugador, por encima de lo tangible, tiene unos intangibles que no se pueden valorar económicamente. Alaba es un jugador de los que el madridismo desea ver enfundados en su camiseta. Por ahora, en esta primera parte de la campaña, está demostrando ese punto extra de motivación para llevar su carrera a otro nivel.

La sombra

No era sencillo coger los galones de una defensa que marcó época con Sergio Ramos y Raphaël Varane. Algunos trataron de esgrimir tras la mala racha previa al último parón de selecciones que no estaba asumiendo muy bien ese trago. Seguramente que, ante esos comentarios, Alaba se enfundase sus cascos y se divirtiera con la mesa de mezclas, una de sus aficiones para desconectar del fútbol.

El futbolista está demostrando una adaptación muy rápida a los merengues. En los famosos vídeos de 'El Día Después', el programa de Movistar+, siempre se le ve gritando y con galones. Esto se suma a un nivel futbolístico por encima de la media. También está haciendo crecer a su lado a un más que prometedor Eder Militao. A su vez, su combinación con Ferland Mendy en los últimos partidos parece la creación de un auténtico muro en la banda izquierda.

Más allá de todo eso, David Alaba ha conseguido enamorar a una afición en el partido clave. Si quieres entrar por la puerta grande en el Real Madrid, tienes que ser relevante en los Clásicos. Su predecesor, Sergio Ramos, lo hizo. Ahora es el momento del austriaco, que promete grandes tardes y noches a los seguidores merengues.

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