Desde el principio de la temporada Zinedine Zidane dejó claro que La Liga tomaba una importancia especial. El técnico francés se propuso en su vuelta al banquillo blanco recuperar la hegemonía en esta competición. Durante la temporada lo ha ido demostrando, con rotaciones incluidas, consiguiendo una racha de 21 partidos sin conocer la derrota entre finales del mes de octubre y principios del mes de febrero.

Si hay alguien que se tomó en serio esta circunstancia es Thibaut Courtois. El equipo consiguió esa racha gracias a las grandes actuaciones del portero belga que puso un muro en su portería. Durante esa racha el guardameta se resarció de un inicio de temporada titubeante y no ha parado de crecer hasta convertirse en un pilar de este Madrid.

El belga es el portero que más veces ha dejado su portería a cero en lo que va de temporada y aspira con mano firme al Trofeo Zamora, un premio que no gana un guardameta blanco desde que Iker Casillas lo hizo en 2008. Sus actuaciones están siendo tan vitales que se ha ganado a la grada del Santiago Bernabéu después de las dudas que dejó su rivalidad con Keylor Navas.

Thibaut Courtois despeja un lanzamiento del Manchester City REUTERS

Brillo en las grandes citas

Courtois ha puesto el cerrojo en su portería y la ha dejado a cero hasta 12 veces. Sevilla, Leganés, Betis, Eibar, Espanyol, Athletic, Getafe y Valladolid han comprobado en sus propias carnes lo que significa encontrarse con el muro belga. Ninguno de estos clubes han podido superar la defensa de la portería del guardameta blanco.

Pero hay otros cuatro partidos en los que ha sido esencial su labor para que el equipo blanco sea el principal candidato a llevarse la competición nacional. Ni el Barça ni el Atlético consiguieron batirle en ninguno de los dos partidos que han disputado esta temporada. Incluso tampoco pudo el conjunto colchonero en la final de la Supercopa. Solo en la tanda de penaltis, en la que también fue héroe, le marcaron.

También es responsable de que el equipo blanco aún no haya perdido en Liga en el Santiago Bernabéu. Siete de esos 12 partidos en los que no ha encajado han sido en casa. Sus paradas en el coliseo blanco empiezan a ser sinónimo de la reacción de la grada. La comunión Courtois-Bernabéu ya es una realidad.

Thibaut Courtois, en un partido del Real Madrid Reuters

Uno más para la remontada

Courtois también destacó en la derrota ante el Manchester City. A pesar de encajar dos goles, mantuvo al equipo antes de que los blancos marcasen y consiguió que no se le fuera definitivamente la eliminatoria al equipo. Sus paradas ante Riyad Mahrez o Gabriel Jesús pueden ser determinantes si los blancos consiguen dar la machada en Manchester.

Es una de las razones para abonarse a la remontada. Las opciones de los de Zidane pasan por dejar su portería a cero, además de marcar los dos goles que necesitarán para darle la vuelta al marcador. Courtois no para de crecer y si la defensa responde tan bien como hizo en el Clásico el City tendrá muy complicado ver la portería del Real Madrid en el partido de vuelta.

El madridismo ha encontrado en Courtois un portero de garantías esta temporada. Aunque el muro ha estado a punto de resquebrajarse, el belga ha vuelto a levantarlo y es uno de los motivos para ilusionarse. La afición blanca ya no pasa tanto miedo con las ocasiones claras de los rivales. Thibaut se ha ganado su confianza de los de Concha Espina a base de trabajo, perseverancia y grandes paradas.

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