Uno de los grandes debates que surgió a finales del curso pasado fue la 'pelea' entre Bale e Isco por un hueco en el once titular del Real Madrid. Las lesiones del galés le abrieron las puertas a la titularidad a Isco que culminó un gran temporada formando parte desde el inicio en la final de Cardiff, en detrimento del '11'.

Se decía que eran incompatibles, que el Real Madrid no podía jugar con ambos en el campo y que solo uno de ellos tenía sitio en el equipo. Fue una de las excusas que se inventaron desde la crítica para intentar desestabilizar al campeón de Europa y, de paso, forzar la marcha de uno de ellos. Zidane les prometió a ambos que serían importantes y lo ha cumplido.

COMPARTEN CASI TODOS LOS MINUTOS

De lo que llevan de temporada, ambos han compartido ya la friolera de 604 minutos sobre el campo. Un número significativo si se tiene en cuenta que Bale ha jugado 719' e Isco, 699'. Las ausencias de Cristiano Ronaldo y Benzema les ha dado a ambos mayor presencia en el equipo y han sido dos de los pilares blancos en el inicio de curso.

LA CONEXIÓN FUNCIONA

Ni mucho menos se estorban sobre el césped. En los tres goles y cuatro asistencias que lleva Bale, Isco estaba sobre el campo. Ocurre lo mismo en el caso del malagueño que siempre que ha marcado o ha asistido, compartía campo. Pero es que, además de no estorbarse, han demostrado que se entienden a las mil maravillas. El único gol que lleva Isco vino de pase de Bale -ante el United, en la Supercopa de Europa- y el del Arroyo de la Miel asistió al de Cardiff en Anoeta.

Es una conexión que funciona y que hasta el momento había sido inexplorada. Isco ha ganado jerarquía y ya es fundamental en el esquema de Zidane. Por su parte, Bale ya ha dejado atrás las lesiones que lastraron su último año -y que de paso abrieron las puertas a Isco- y, poco a poco, está recuperando su mejor versión.

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