El gran momento de forma de Isco y Marco Asensio ha propiciado que muchas voces pidan la suplencia de Bale, o incluso duden de su capacidad para jugar en el Real Madrid. Voces que seguramente olviden la importancia del galés en la Copa del Rey lograda ante el Barcelona y en la Décima ante el Atlético. Voces que seguramente no recuerden su gran estado de forma hasta aquella lesión en Liga.

Bale no estuvo bien ante el Valencia, eso es innegable. La afición del Bernabéu lo pagó pitándole. Ante el Levante, el expreso de Cardiff partió como suplente. Sin embargo, en el minuto 28 Benzema se retiró con molestias en el tobillo. Bale era el hombre más ofensivo en el banquillo, y se vio obligado a saltar al campo con prisas y sin apenas calentar. Para más inri, si ya estaba acostumbrándose a jugar lejos de su banda natural -en la derecha con el Real Madrid y por el centro con Gales-, tuvo que actuar como delantero. Y pese a no mojar, no le fue tan mal.

El ex del Tottenham se mostró participativo, moviéndose por todo el frente de ataque, y con hambre, ya que dispuso de numerosas ocasiones de gol. Fue aquí donde la suerte no le sonrío. En el minuto 43 cabeceo un balón de Marcelo que se marchó fuera por los pelos. Un minuto después, aprovechaba un excelente pase largo de Sergio Ramos para marcharse de toda la defensa. Sin embargo, un mal control le obligó a sacar un disparo con el exterior. No iba mal, pero Raúl Fernández sacó una buena mano. Ya en la segunda parte, en el 62' y en 87', volvió a cabecear dos centros, pero la pelota no entró entre los tres palos por muy poco. Bale pudo redimirse ligeramente con una gran dejada de espuela para Asensio en un balón de Isco, mostrando la calidad que atesora en sus botas. El Bernabéu no fue tan duro esta vez. Bale necesita tiempo para volver a mostrarse como el gran jugador que es. Tiempo y algo más de suerte.

Bale bromea con un seguidor galés al que le regaló su camiseta by footbie.com