Sergio Rodríguez celebra una acción.

Sergio Rodríguez celebra una acción. EFE

Baloncesto REAL MADRID 98 - 94 PARTIZÁN

Épica remontada del Real Madrid en el 5º partido contra el Partizán: una hazaña que bate récords

El conjunto de Chus Mateo se sobrepuso a los 18 puntos de renta que tuvieron los serbios y a un pésimo arbitraje que a punto estuvo de costarle muy caro.

10 mayo, 2023 23:30

Está fuera de toda duda que el escudo del Real Madrid tiene algo que se escapa a la lógica. Puede ser algo mágico, quizás algún elemento sobrenatural, pero en cualquier caso lo que consiguió este equipo en la serie de la Euroliga ante el Partizán de Belgrado es prácticamente imposible explicar desde el raciocinio. [Real Madrid 98-94 Partizán de Belgrado: narración y estadísticas]

Nunca antes se había remontado un 0-2 en contra en una eliminatoria de esta competición. Jamás nadie había sido capaz de sobreponerse a un inicio tan malo, pero estaba claro que si existía alguien en Europa en condiciones de llevar a cabo esa machada ese era el Real Madrid. La remontada fue doble, porque los blancos llegaron a estar contra las cuerdas en el último partido de la serie pero supieron levantar una losa de 18 puntos en contra para terminar ganando de una forma mágica. 

Cualquier adjetivo que se le ponga a la gesta del Real Madrid se queda corto. Se pueden buscar muchos en el diccionario, pero ninguno de ellos será suficiente. El ambiente que se vivió en el WiZink Center hizo temblar los cimientos del pabellón. Mucho se habló del infierno de Belgrado, pero lo cierto es que la atmósfera que se generó en el Palacio de los Deportes no tuvo nada que envidiarle a lo que sucedió en el Stark Arena durante los dos choques anteriores. 

Llull y Tavares celebran una canasta.

Llull y Tavares celebran una canasta. EFE

Dzanan Musa volvió a ser decisivo en las filas del conjunto blanco, pero hubo otra actuación definitiva. Tuvo acento canario, porque Sergio Rodríguez, sus 19 puntos y sus 26 tantos de valoración dejaron con la boca abierta a cualquiera que estuviera viendo el partido, jugadores del Partizán incluidos. Fue un día de reivindicaciones, como la de Chus Mateo, tantas veces criticado y que resultó ser el hombre que encabezó el milagro cuando nadie lo esperaba.

Ni siquiera un arbitraje muy discutido pudo tumbar al equipo español. El Real Madrid ya está en Kaunas, donde la semana que viene se enfrentará al FC Barcelona en busca del pase a la gran final. Los culés obtuvieron su billete de una forma mucho más sencilla, pero triunfar de esta manera proporciona un subidón de moral que los culés no tendrán. 

Máxima igualdad

Olía a partido grande y así fue. Era una de esas noches llamadas a quedar en el recuerdo del Real Madrid y la afición lo sabía porque desde el calentamiento estuvo apretando. Los blancos se plantaron en el partido sin Poirier y sin '4' porque ni Yabusele, sancionado, ni Deck, lesionado, estaban disponibles. A eso había que sumarle la estadística del 0-2 en contra que nadie había levantado nunca en la Euroliga, pero nada de aquello abrumó a un equipo llamado a hacer cosas increíbles. 

Como se podía esperar, los primeros minutos tuvieron la igualdad como tónica dominante. Las rentas eran mínimas, siempre para los visitantes, y los triples brillaban por su ausencia hasta que bien entrado el primer cuarto Papapetrou abrió la lata. Antes, Chus Mateo había sorprendido con la presencia de Ndiaye en el quinteto inicial, pero respondió a la confianza de una forma excepcional porque secó a un jugador definitivo como Leday. 

Tavares machaca en el partido ante el Partizán.

Tavares machaca en el partido ante el Partizán. EFE

Las canastas se sucedieron en uno y otro lado y aquello dejó al Partizán mandando por tan sólo 1 punto al término del primer cuarto (22-23). La entrada al segundo parcial no fue ni mucho menos buena por parte de los blancos, y ahí fue donde comenzó a romperse el partido. Un triple del Chacho, que ya empezaba con su exhibición particular, hizo soñar a los de Chus Mateo, pero la reacción de los serbios fue imposible de contener para los locales. 

La diferencia se disparó en el marcador, y no sólo gracias a la gran actuación del Partizán o al bloqueo del Real Madrid, sino también por las polémicas decisiones del equipo arbitral que sacaron del partido a los blancos. Las técnicas señaladas al banquillo o las tres faltas personales de Tavares antes del descanso dejaron muy tocado al conjunto blanco. Increíble la indignación del WiZink Center, que apretaba con cada decisión rigurosa. 

Los triples de Nunnally, Punter y Leday en el tramo final de esta primera parte casi le dieron la puntilla al Real Madrid, que se marchó a la segunda parte con un bajón de moral tremendo y con un resultado muy adverso que remontar (39-55). 

La resurrección

La empresa era más que complicada para el equipo de Chus Mateo, el Partizán estaba volando sobre la cancha y el juego propio no invitaba al optimismo. Hasta 18 puntos arriba llegaron a estar los serbios, que por un momento se pudieron ver jugando en Kaunas la Final Four dentro de unos días.

Sin embargo, el Real Madrid empezó a picar piedra, no se fue del partido y poco a poco a base de buen trabajo, paciencia y fe comenzó a reducir las diferencias en el luminoso. Hanga y Musa se sumaron a la fiesta de los triples para llegar a dejar en 10 puntos la diferencia, y en estas también aparecieron Tavares y Sergio Rodríguez, el héroe del partido.

Rudy Fernández celebra en el partido contra el Partizán.

Rudy Fernández celebra en el partido contra el Partizán. EFE

Rudy Fernández estuvo a punto de quedarse sin jugar más porque Exum cayó con todo el peso de su cuerpo sobre su hombro. Se le salió, aunque los médicos le ayudaron en el banquillo a colocarlo y pudo seguir jugando como si nada. Impresionante, cosa de viejos rockeros que, como Llull, siguen apareciendo en los momentos claves.

El Real Madrid entró 7 puntos abajo al último cuarto y su fe estaba intacta. Los de Chus Mateo habían estado completamente fuera del partido y ahora se veían con opciones de conseguir una remontada que les llevara a Kaunas. El estado de euforia era absoluto, y el WiZink Center fue un sexto jugador absolutamente fundamental en esta batalla a vida o muerte. 

Los jugadores del Real Madrid saludan al público.

Los jugadores del Real Madrid saludan al público. EFE

El Chacho siguió a lo suyo, y los triples de Hezonja y de Llull sirvieron para voltear definitivamente el marcador a favor de los de casa. Aquello ya era imparable. El Partizán estaba absolutamente desbordado, en caída libre. En esas el Real Madrid se llegó a poner 9 puntos arriba, pero dos decisiones de nuevo muy discutidas de los colegiados apretaron el marcador. Daba igual. La magia estaba del lado del equipo de Chus Mateo, que obró el milagro y jugará la Final Four. 

Real Madrid 98 - 94 Partizán

Real Madrid: Williams-Goss (10), Hanga (7), Musa (20), Tavares (12) y Ndiaye (4) -cinco inicial-, Causeur (3), Hezonja (13), Randolph (2), Sergio Rodríguez (19), Rudy Fernández (0) y Llull (8).

Partizán: Punter (28), Leday (9), Papapetrou (10), Smailagic (4) y Madar (5) -cinco inicial-, Nunnally (9), Exum (16), Trifunovic (0) y Lessort (13).

Parciales: 22-23, 17-32, 30-21, 29-18.

Árbitros: Borys Ryzhyk (UKR), Olegs Latisev (LET) y Mehdi Difallah (FRA). Ely Ndiaye (m.31) y Alen Smailagic (m.32) fueron eliminados por cinco personales.

Incidencias: Quinto y definitivo enfrentamiento del playoff C de la Euroliga disputado en el Palacio de Los Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 12.867 espectadores. Los jugadores del Real Madrid tuvieron que salir a saludar después de haber entrado en la bocana de vestuarios ante las ovaciones de los aficionados.