El Real Madrid no ha podido conseguir revalidar el título de la Minicopa en el Clásico ante el Barcelona. Un final de infarto, con el marcador igualado a falta de 24 segundos, decantó el partido a favor de los azulgranas y dejó el conjunto blanco al borde de seguir reinando en el torneo. Y es que desde 2013 habían conseguido siete consecutivos. 

El partido no comenzó bien para el Real Madrid. El primer cuarto se desarrolló de forma ajustada entre los dos equipos, pero el Barcelona se mostró más dinámico y más cómodo en el juego sin balón.

Los blancos pecaron de demasiadas perdidas, con un juego en pista en el que los mirlos madridistas se vieron demasiado estáticos. Una situación que creó dudas en el equipo, a pesar de conseguir mantenerse parejo a su rival en el marcador (18-18).  

Igualdad en pista

En el segundo cuarto la igualdad volvió a copar la atención hasta casi el descanso del encuentro. De hecho, esto se refleja en que el marcador no se movió durante casi 4 minutos (8:19 - 4:22), dejando un 21-20 a favor del Real Madrid que parecía inerte. 

Conforme avanzaba el partido hacia el descanso, el Barcelona comenzó a tomar distancia. Los azulgranas llegaron a estar con siete puntos de ventaja (21-28) a poco más de dos minutos del final del segundo cuarto. Sin embargo, el Madrid supo sobreponerse ante la adversidad y terminar la primera parte tan solo dos puntos por debajo en el luminoso (26-28).

El Barcelona no cesó con su empeño de llevar la iniciativa en el marcador mientras el Real Madrid caminaba a remolque. Los blancos llegaron a igualar el partido a ocho minutos del tercer cuarto (32-32), pero las imprecisiones seguían castigando al equipo de Jorge Manzano. 

Alejandro Diez alcanzó su mejor momento en el tercer cuarto anotando su tercer triple del partido (6:39) y firmando nueve puntos hasta ese momento; erigiéndose como líder indiscutible del Barcelona.

Le réplica desde el otro lado era un Hugo González imperial con 3 de 5 en triples a 16 minutos del final del partido. Sus 11 puntos mantenían al Real Madrid conectado a la final, sin dejarse ir en exceso en el marcador. 

Intercambio de golpes

El trabajo de los blancos dio sus frutos a 3:57 del final del tercer cuarto. Un triple colocaba a Real Madrid 42-41, dando la vuelta a un marcador que no dominaban desde el principio del segundo cuarto. Sin embargo, Villarejo devolvió el golpe tan solo 22 segundos después con otro tiro de tres que ponía el 42-44 en Málaga. 

El partido no concedía tregua para ninguno de los dos conjuntos en el mini Clásico. El Barça consiguió salir del empate a 44 con el que se enfilaba el tramo final del tercer cuarto, para terminar con una renta importante de seis puntos (47-53).  

El mayor problema que estaba teniendo el Real Madrid era la capacidad anotadora del equipo, ya que el Barcelona mejoraba su efectividad anotadora en tiros de campo (27%-38%) y desde la línea de tres (27%-29%).

La nota positiva de los de Manzano estaba en los tiros libres, con 9 de 10 frente a 2 de 6. De la misma forma que su dominio bajo el aro (45-36 en rebotes). 

El Barça dominaba el marcador

El Real Madrid intentó la remontada definitiva con un inicio vertiginoso del último cuarto. Zustovich se puso el mono de trabajo para liderar a su equipo: primero con una canasta de dos para abrir boca, y posteriormente con un robo en campo propio con el que se recorrió toda la pista y puso el 52-53 en el marcador. Enrique Pascual fue el jugador que volvió a poner por delante al Real Madrid (54-53) en el 8:08. 

Una falta sobre Villarejo dio un respiro al Barça en el partido a siete del final. Los azulgranas habían conseguido volver a tomar el control del marcador (54-55) y dos tiros libres hicieron que los catalanes tomarán una renta de tres puntos (54-57). Una renta que no hizo más que crecer. 

Clásico en la final de la Minicopa de Málaga Twitter (@FCBBasket)

El Barcelona se afianzó en el partido con seis puntos de ventaja sobre el Real Madrid, pero Hugo González salió al rescate del equipo a cinco del final. Un triple del '10' ponía su 18º punto sobre la pista y el marcador se igualaba 57-60. 

Un tiro libre segundos después hacía que los de Manzano recortaran un punto más al Barcelona. Y a falta de 3:18 para el final, otros dos tiros colocaban el 60-60 en la finalísima. La emoción estaba servida. 

El Madrid no aprovechó su oportunidad

Una perdida del Barcelona permitió al Real Madrid ponerse por delante, nuevamente, desde la línea de tiro libre. Una falta sobre Asier dejaba al jugador merengue con toda la responsabilidad, pero resolvía con éxito: 62-60. 

El partido llego igualado al tramo final. Un intercambio de golpes dejó el luminoso 65-65 a falta de 24 segundos. Sin embargo, Ousmane Alpha adelantó al Barcelona con dos puntos y sentenció el título a 15 segundos del final.

El Real Madrid desaprovechó su oportunidad de empatar el partido, agotando la última posesión sin llegar a probar suerte hacia la canasta, perdido en un intercambio de pases en busca de espacios.