Walter 'Edy' Tavares ha conseguido el honor de recibir el primer MVP mensual de la temporada en la Euroliga, después de un mes en el que el pívot caboverdiano ha sido uno de los pilares fundamentales del Real Madrid para conseguir sus cuatro victorias en cuatro partidos. 

El interior del Real Madrid promedia más de diez puntos por partido, con un porcentaje del 72,7% de acierto en sus tiros de dos puntos y un 77,8% en tiros libres. El pívot domina también en el apartado reboteador, pues captura casi diez balones por partido. Cabe destacar su capacidad de conseguir rebotes defensivos, ya que lleva 28, seis más que el siguiente, a pesar de ser el número 59 en cantidad de minutos disputados.

Los tapones han sido otro apartado importante para que Tavares haya sido elegido como mejor jugador del mes, pues ha acumulado doce hasta el momento, casi más del doble que el segundo en esta estadística. 

Tavares intenta realizar un mate ante la defensa de Omic JUANJO MARTIN Agencia EFE

Pilar fundamental para Pablo Laso

Tavares tiene además el curioso récord de ser el jugador más alto en ganar este galardón. Su influencia en el juego es muy importante y el mejor ejemplo es el partido frente a Olimpia Milan, cuando el caboverdiano cometió dos faltas rápidas y tuvo que ser sentado en el banquillo. El Real Madrid llegó a marchar 15 puntos abajo en el marcador, pero con la vuelta de Tavares el escenario cambió. 8 puntos, 6 rebotes y 2 tapones en la segunda parte llevaron al equipo de Pablo Laso hacia la remontada.

Es la segunda temporada de 'Edy' Tavares en el Real Madrid, donde llegó procedente de la NBA en el mes de noviembre. Por aquel entonces el equipo se encontraba con muchos problemas de lesiones entre sus jugadores interiores, principalmente después de la grave lesión de rodilla sufrida por Kuzmic.

Tavares tapona a un jugador del Milan DANIEL DAL ZENNARO Agencia EFE

Desde entonces el pívot ha sido uno de los jugadores más determinantes del equipo. Su altura condiciona los ataques de los equipos rivales y su potencial ofensivo hace cambiar las defensas rivales para intentar detenerlo. Y todo esto con 26 años, por lo que aún le queda mucho baloncesto en sus manos.