Llegó el 7 de agosto, la fecha que el madridismo llevaba esperando desde el mes de febrero. El Real Madrid cayó en el Santiago Bernabéu ante el Manchester City en la ida de los octavos de final y, desde que el árbitro pitó el final del partido, solo se piensa en la remontada. Lo cree la afición, lo sabe el vestuario, lo tienen presente todos. Y si alguien es capaz de lograr darle la vuelta a una situación así es esta entidad.

Apoyados en las noches históricas de la Champions League y en una plantilla de una gran calidad por sus jugadores, pero sobre todo por su técnico, Zinedine Zidane, se presentó este jueves el Real Madrid con todas las medidas sanitarias habidas y por haber para no poner en riesgo a nadie y que la celebración del partido vaya sobre ruedas. Con ello, los acontecimientos deportivos también tienen que ir sobre raíles.

Pero hay algo más detrás de todo para creer en la remontada. Nadie a principios de año pensaba que íbamos a vivir todo lo que ha ido sucediendo. A nivel futbolístico, aunque no ha habido grandes sorpresas en los ganadores de las Ligas, también han pasado circunstancias que lo han ido cambiando todo. Así se fraguó el sorpasso al Barça en el regreso de las competiciones tras la Covid-19.

La excepcionalidad

El 2020 está siendo un año excepcional por todo lo que sucede y está eliminatoria también se vio afectada. No se pudo jugar la vuelta por culpa del coronavirus, este viernes el partido será sin público en Manchester y los blancos llegan después de ganar La Liga. Dentro de esta temporada llena de excentricidades, la remontada es más que una simple posibilidad. Hay motivos para creer en que es posible.

Nada será como la ida y eso el Manchester City lo sabe. Por muy intratables que se hayan mostrado en una Premier League que ya tenían prácticamente perdida antes de volver a jugar después del parón, hay más incertidumbre que certezas en las cabezas de los citizen. Lo tocado que estaban los blancos tras esa derrota y la inestabilidad que existía en la entidad en esos días ha quedado en el olvido.

Los británicos se encontrarán a un equipo muchísimo más fuerte mentalmente, más duro físicamente y más trabajado tácticamente. El final de la temporada impulsó a la plantilla de Zidane y el partido en el Etihad medirá si llegan con la velocidad suficiente para provocar el colapso de los de Guardiola, así como para poner Manchester patas arriba.

Mentalidad ganadora

Los de Zidane apelan a esa misma creencia que existía en el vestuario antes de comenzar de nuevo La Liga en la que se mantenía la idea de que se podía remontar. Y se hizo. Los blancos necesitan dos goles como mínimo y jugarán sin su capitán, Sergio Ramos, pero las certezas mostradas durante los dos últimos meses invitan a pensar que es más que posible hacer la machada. El hecho de superar de nuevo a Pep Guardiola es otra motivación para que la motivación sea máxima. El 'Rey de Europa' vuelve a por su cetro.

El Real Madrid cuenta con ese gen ganador, esa mentalidad ganadora que tienen que asumir los jugadores que llegan a vestir la camiseta blanca y seguir haciendo que sea una realidad y no un mito de otros tiempos. La historia provoca que nadie esté tranquilo a pesar de llevar un resultado tan favorable como un 1-2, ahora es esta plantilla, que ya ha demostrado atesorar éxitos con dos títulos, la que lo tiene que llevar a cabo.

Los blancos ya han puesto sobre la mesa todas las fichas que les quedan en esta edición de la máxima competición continental. Los 11 que salten esta noche al césped contarán con la confianza de Zidane, la del resto de sus compañeros y la de todo el madridismo. Se han ganado esa creencia de que son capaces de completar la remontada sobre el campo. Solo queda lo más difícil: hacer realidad la remontada excepcional.

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