
Samsung Galaxy S25 Edge El Androide Libre San Jose, California
Samsung ha conseguido lo imposible: su nuevo móvil fino va a ser tan potente como los mejores del mercado
El nuevo Galaxy S25 Edge será tan potente como el modelo Ultra, pese a tener un grosor muy inferior, según pruebas filtradas.
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Aunque en teoría las estrellas del pasado Samsung Unpacked fueron los nuevos Galaxy S25, en la práctica el producto que acaparó toda la atención de la prensa mundial y de los entusiastas apenas fue mostrado; hablamos del Samsung Galaxy S25 Edge, el próximo modelo de la gama y el más revolucionario hasta la fecha.
La gran diferencia del S25 Edge respecto al resto de la gama Galaxy S25, e incluso respecto a otros móviles punteros, se encuentra en su grosor. Aunque Samsung no ha compartido cifras oficiales aún, a juzgar por las maquetas mostradas en el Unpacked y las filtraciones, se espera que el S25 Edge tenga un grosor de apenas 5,84 mm.
Es una cifra sorprendente para un smartphone premium, como se espera que sea el S25 Edge; por eso, lo primero en lo que pensó mucha gente era en los sacrificios que Samsung iba a tener que adoptar para alcanzarla. Afortunadamente, las filtraciones apuntan a que no sólo no habrá sacrificios notables, sino que este modelo estará a la altura de los mejores en la mayoría de los apartados.
La última de esas filtraciones afecta al rendimiento puro del Galaxy S25 Edge. Las primeras pruebas de Geekbench de la versión global del móvil se han hecho públicas, y revelan un rendimiento a la altura del Galaxy S25 Ultra. Y es que, según estas mismas pruebas, la versión global del S25 Edge usará el mismo procesador, un Snapdragon 8 Elite exclusivo y fruto de una colaboración entre Samsung y Qualcomm. Este chip se caracteriza por contar con frecuencias más elevadas, lo que se traduce en un mayor rendimiento.
Es sorprendente que Samsung haya elegido este chip, en vez de la versión básica del Snapdragon 8 Elite; incluso podría haber elegido la versión de siete núcleos de este chip, diseñada para móviles plegables para los que el grosor es muy importante. Y es que, cuanto menos espacio haya disponible, más dificultades hay para la disipación del calor generado, que en un chip de gama alta es un gran problema.

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Pero en Samsung parecen ser optimistas en su solución de disipación de calor, a juzgar por esta filtración. El Galaxy S25 Edge no sólo usa el Snapdragon 8 Elite mejorado, sino que parece funcionar a frecuencias cercanas a las originales; la puntuación de 2.669 puntos en un núcleo y de 9.486 puntos en multinúcleo no se alejan mucho de los 3.106 puntos y 9.763 puntos respectivamente que se pueden conseguir con el Galaxy S25 Ultra.
La gran pregunta es si el Galaxy S25 Edge podrá mantener esa potencia durante un largo periodo de tiempo; en modelos de gama alta es habitual que las frecuencias no permanezcan al máximo todo el tiempo, y que inevitablemente vayan bajando conforme suben las temperaturas, un proceso llamado 'throttling'. Si Samsung no tiene cuidado, el S25 Edge podría sufrir de 'throttling', pero puede que a su favor juegue el mayor área disponible para la disipación de calor en comparación con los modelos más pequeños.