La irrupción de las nuevas marcas chinas en el mercado en los últimos años ha cogido a contrapié a muchos de los fabricantes tradicionales. Sony, LG o HTC casi han desaparecido del mapa de los grandes jugadores y, además de Apple, sólo Samsung parece mantener el ritmo.

Esto lo está logrando con dificultad pero en los últimos meses hemos visto cómo la estrategia de la compañía cambiaba dándole más relevancia a los Galaxy A y haciendo que los Galaxy J se integraran en esta familia.

Pese al buen hacer de la gama alta con los Galaxy S y Galaxy Note, e incluso con la irrupción de una gama superior con el Galaxy Fold, Samsung sabe que ha de pelear por la relevancia en categorías inferiores si no quiere que su imagen de marca se asocie sólo a móviles caros e inaccesibles para la mayoría.

En India los Galaxy A se venden muy bien

Aunque esta familia se ha diseñado a nivel mundial, es en India donde Samsung tiene más problemas por la competencia de OPPO y de Xiaomi. Y es ahí donde la empresa ha vendido mas de 5 millones de unidades desde que empezó a venderlos en el mes de marzo.

Esto ha generado unos ingresos de más de 1000 millones de dólares lo que es una buena noticia para el fabricante, que cayó del primer puesto en ventas en ese país hace unos meses.

Este mercado es clave porque es el segundo mayor del mundo tras China, donde las operadoras patrias tienen una presencia que ni Samsung ni Apple pueden disputar.

Una alternativa a Xiaomi

Parece que Samsung está acertando al crear los nuevos Galaxy A, como comentamos en el análisis del Samsung Galaxy A50 y en las primeras impresiones de los Galaxy A40, A70 y A80 que pudimos grabar en el evento de presentación en Milán.

En España esta lucha es similar a la que se vive en la India, aunque obviamente a menor escala, y es que Samsung ha sido un jugador muy relevante en nuestro país pero desde la llegada de Xiaomi se ha visto perjudicado.

Habrá que esperar a ver la evolución de estos nuevos modelos así como de la respuesta de Xiaomi, que no se ha quedado quieta.