Algo huele a podrido en el smartphone más barato del mundo

Algo huele a podrido en el smartphone más barato del mundo

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Algo huele a podrido en el smartphone más barato del mundo

Un coste muy reducido, un diseño copiado y una marca tapada con Tipp-ex. Esta es la dudosa historia del smartphone más barato del mundo.

19 febrero, 2016 13:31

Sólo 3€. Concretamente 3,3€. Eso es lo que debía costar -y que teóricamente cuesta- el smartphone más barato del mundo, el Freedom 251. Desarrollado -en teoría- por la compañía india Ringing Bells, pero que en las últimas horas se ha demostrado que podríamos estar únicamente ante una maniobra publicitaria con una de las ocultaciones de pruebas más cutres de la historia.

Fabricar un terminal por ese precio -menor que el de una tarjeta microSD- roza lo imposible, por lo que rápidamente aparecieron múltiples teorías acerca de cómo lo habrían logrado. Una de ellas, en principio la que parecía más sólida, es que el terminal contase con un subsidio del Estado. El Freedom 251 forma parte de una campaña estatal «hecho en India» y a su presentación acudieron varios miembros del Gobierno, que sin embargo desmintieron haber colaborado más allá de la «guía y visión» proporcionada por Murli Manohar Joshi, ex ministro de Tecnología y de Desarrollo Humano.

¿Financiado por una operadora? ¿Una maquinaria para recolectar datos?

Otra posibilidad es que fueran terminales financiados por alguna operadora, sin embargo parece complicado que alguien que compra un terminal por un coste tan bajo se haga con un contrato, lo que supondría un gran riesgo para la empresa. Y de momento ninguna operadora se ha pronunciado en este aspecto, lo que parece descartar la teoría.

Otra posibilidad es que el proyecto fuera en realidad una mina de datos con intención de llegar a todos los rincones de la enorme población india. Quizá, la teoría más fantasiosa era que en Ringing Bells realmente hubieran logrado reducir los costes hasta situarlo por debajo de los chinos.

El presidente de Ringing Bells Ashok Chadha aseguró que el coste de fabricación del terminal es de 2.000 rupias (26€). Este dato es creíble, ya que el coste del producto más parecido al Freedom 251 es el Adcom Ikon 4, que cuesta 3,599 rupias (47€). Siguiendo las explicaciones que dio el presidente, en XDA Developers llegaron a la conclusión de que el coste de cada teléfono debía costar 300 rupias (4€), que sigue siendo más que las 251 a las que se vende.

Súbito cambio de look

Podríamos estar ante una maniobra publicitaria, en la que Ringing Bells quisiera aprovechar el reconocimiento de este teléfono para lograr dinero con el siguiente. O podría ser una estafa. Pero todavía hay más cosas sospechosas (y delirantes).

Hasta pocas horas antes de su puesta a la venta, el terminal que se mostraba en su página web no era el verdadero producto, que resultó ser muy distinto, con un diseño prácticamente calcado al de un iPhone -hasta los iconos son una copia- y con aspecto de terminal de marca blanca.

Entonces ¿quién había fabricado el producto? Adcom, compañía que al ser consultada negó tener conocimiento de que ninguno de sus terminales estuviera siendo usado por Ringing Bells.

Tapando las pruebas… con Tipp-ex (literalmente)

Sin embargo, si alguien quería ocultar que el Freedom 251 era de Adcom posiblemente debería haber pensado una mejor forma de hacerlo que tapar el logo con Tipp-ex en los modelos que se mostraron a la prensa. Sí, estáis leyendo bien. Alguna mente brillante quiso hacer pensar que un teléfono importado (casi con toda seguridad) por Adcom era en realidad un éxito de la campaña «Hecho en India» mediante el complejo sistema de tapar el logo con un poco de tinta blanca. Y puede que pensaran que nadie se daría cuenta.

Pero yendo aún más allá, el Freedom 251 es un teléfono que, en principio, va dirigido a los más desfavorecidos, a los que tienen pocos medios y que puede hacer llegar la tecnología a todos. Sin embargo, existe un pequeño impedimento: el terminal se vende exclusivamente a través de Internet, por lo que el comprador debe tener acceso a la red y una cuenta bancaria para pagar. Lo cual hace difícil que llegue a quienes, en principio, podrían estar interesados en su compra.

Caídas en la web

La ventana para comprar el terminal es, además, pequeña: entre el 18 y 21 de febrero, periodo en el que la web de la empresa no ha dejado de tener fallos y caídas, haciendo casi imposible la adquisición del terminal.

Si alguien logró hacerlo, parece altamente improbable que reciba el terminal. Se hace difícil pensar que estemos ante el principio de la historia de una disruptiva empresa dispuesta a cambiar el mundo de la telefonía para siempre, sino más bien ante una estafa o un complejo caso de corrupción estatal. Todo, eso sí, muy de andar por casa. Tanto como para tratar de ocultar las pruebas con Tipp-ex.

Actualización: Falsificación de terminales y subvenciones públicas

La explicación que se ha dado desde la compañía al tapado de la marca Adcom es que este no es el producto final, pero que los usuarios finalmente recibirán uno muy parecido -algo peor-. Sobre la forma en la participación del gobierno en el proyecto -que al final es lo que realmente lía la troca, sino estaríamos hablando de un simple engaño o conflicto entre empresas-, finalmente se ha sabido que el 13,8% del terminal estará subvencionado por el estado, que ve una oportunidad para facilitar el desarrollo de las zonas pobres y rurales.

Esta subvención está sujeta a que sea un producto local, lo cual no parece encajar con un terminal chino con las etiquetas tapadas. Ringing Bells ha asegurado que ya está comprando los componentes para la fabricación del terminal, que sí será ensamblado en India y llegará al mercado a finales de año ya que todavía no tienen la maquinaria para fabricar determinadas piezas.

El éxito de la preventa ha sido masivo, con más de 70 millones de peticiones, de las cuales se han procesado únicamente 30.000. Se trata de unos números impresionantes para una compañía que todo lo que ha hecho, de momento, es tapar otra marca con un pegote de tinta blanca. A pesar de todo, esperan poder aumentar el número de ventas hasta los 2,5 millones.

Según IBNLive el objetivo de Ringing Bells es alcanzar un 30% de la cuota de mercado india -segundo mercado del mundo- en doce meses. Queda claro que la maniobra de marketing les ha salido bien, habrá que ver si finalmente tienen un terminal de verdad o todo cae como un castillo de naipes.

Vía XDA Developers
Imagen de portada IBNLive