Demandas por copyright: Nos estamos pasando

Demandas por copyright: Nos estamos pasando

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Demandas por copyright: Nos estamos pasando

Las demandas por copyright son un recurso utilizado a menudo para proteger las obras de los artistas, pero en ocasiones se abusa demasiado.

23 julio, 2015 19:00

Ah, el Copyright, esas maravillosas leyes creadas para velar por el bien de los autores, y proteger  a sus creaciones con la sagrada intención de que cada artista tenga derecho poder vivir de sus obras, o algo así.

Con la llegada de internet, los derechos de autor fueron; según los grandes estudios; machacados por millones de piratillas que por descargar ilegalmente se están cargando la industria del cine. Para seguir manteniendo el status quo, estos estudios intentan reclamar a buscadores como Google que no enlacen contenido que les perjudique, exagerando en ocasiones hasta límites insospechados.

Estamos demandando por encima de nuestras posibilidades

A veces, sucede que cuando descubrimos que algo es efectivo en nuestro estilo de vida, acabamos recurriendo a él continuamente, como puede ser el teorema de Pitágoras o las demandas por Copyright. Como nos ha funcionado una vez, lo utilizamos por encima de nuestras posibilidades hasta que se nos va de las manos.

Y esto nos sucede a todos, da igual si eres un niño de primaria o un prestigioso abogado de uno de los mayores estudios de cine, que te va a pasar. Y ese es el caso que nos concierne hoy, porque demandar está bien, pero siempre dentro de unos límites.

Unos límites que ni Universal Studios, ni la NBC, ni Workman Publishing parecen conocer, pues en sus rutinarias demandas decidieron solicitar la eliminación de enlaces en el buscador para direcciones locales que se encontraban en sus propios ordenadores.

Esto lo sabemos por la dirección IP de destino mostradas en las demandas, donde podemos observar que comienzan por 127.0.0.1, dirección IP privada que todo ordenador posee como dirección de servidor local.

Evidentemente, parece ser un pequeño error de los demandantes, señalando que, o no tienen mucha idea sobre internet, o demandan de forma desesperada e indiscriminada todo aquello que encuentren por la red, aunque sea la suya propia.

También cabe decir que estas tres compañías no son las únicas que cometen este tipo de errores, y que dándonos un paseo por internet podemos encontrarnos otras tantas denuncias que rozan el absurdo. Si en esta tarde de verano te aburres lo suficiente, puedes darte un paseo por Chilling Effects, un buscador donde se recopilan todas estas demandas del mundo de internet.

¿Cual es la demanda más absurda con la que os habéis topado?

Vía | The Next Web