¿Que ocurre si combinamos la famosa carga rápida con la carga inalámbrica de la que tanto se habla últimamente? Tendremos como resultado la actualización que ha recibido el estándar Qi del Wireless Power Consortium (WPC), haciendo posible una carga rápida inalámbrica.

La desventaja clara que la carga inalámbrica tenía hasta ahora, respecto a las conexiones por cable, era la velocidad de carga, más con el auge de la carga rápida: cargar sin cables era una opción más sencilla a simple vista, pero más lenta comparado a las últimas alternativas de carga alámbrica disponibles en el mercado. Por suerte, esta situación de desventaja se acaba, porque nuestros amigos del WPC acaban de presentar en sociedad el futuro del recargar sin cables: la carga rápida inalámbrica.

Este anuncio del que hablamos es una actualización de la especificación Qi, el estándar de carga inalámbrica que el consorcio está sacando adelante con la colaboración de fabricantes como Motorola y HTC. Esta actualización hace que las placas de carga existentes puedan transmitir hasta 15 vatios de potencia a los dispositivos compatibles, equiparándose a los 15W que los smartphones y tablets con carga rápida ya consiguen con cables.

Según podemos leer en Android Central, el hardware con Qi existente debería funcionar con esta nueva especificación sin hacer ningún cambio: otra cosa son los dispositivos a recargar, porque todo parece indicar que no es tan simple como lanzar una actualización de firmware, así que tendremos que esperar a que los fabricantes lancen dispositivos con esta nueva especificación (a día de hoy, no conocemos ninguno compatible con ello).

Si se cumplen los tiempos de carga que estos 15W consiguen con el cable, este nuevo Qi equivaldría a conseguir un 60% de batería en 30 minutos: cifras suficientes para hacernos olvidar que la batería se nos pueda quedar algo corta, y darnos el empujón necesario para aguantar lo que nos quede de día.