Una nueva era parece estar iniciándose en el MWC estos días, una era con procesadores cada vez mas potentes y con mayor cantidad de núcleos, manteniendo o incluso mejorando la eficiencia energética tan vital en un dispositivo móvil. Los contendientes son muchos y muy buenos. Nvidia con sus Tegra 4 y Tegra 4i. Qualcomm con su gama 800. Y LG con su procesador Odin.

Es con este último con el que la nueva alternativa de Samsung, el Exynos 5 Octa tiene mas similitudes. Empezando por un diseño que se basa en la tecnología big.LITTLE. Esta es una solución que cuenta con dos tipos distintos de procesadores, uno poco potente y frugal que atienda las tareas menos pesadas y comunes y otro mas poderoso que solo se activa cuando es necesario. El Octa del nombre viene del número de procesadores, por lo que el Exynos V Octa cuenta con cuatro núcleos Cortex A-15 a 1.8 Ghz para juegos y otros cuatro Cortex A-7 a 1.2 Ghz para navegación u otras tareas.

Las ventajas son mas que evidentes, aunque no todo es tan bonito como parece. Normalmente existen serios problemas para pasar de un tipo de procesador a otro sin perder rendimiento momentáneamente, así que esta nueva generación del Exynos cuenta con un gran trabajo de ingeniería en este sentido. Normalmente el sistema correrá solo con los A-7, lo cual supondrá un aumento considerable de la vida de la batería. Solo cuando iniciemos aplicaciones con gran demanda el sistema operativo podrá ir activando los A-15 y desactivar la misma cantidad de A-7.

En un movimiento que la aleja de ARM, Samsung ha decidido no acompañar a este sistema con una GPU Mali, sino que será una GPU PowerVR SGX 544MP3 que debería garantizar un gran rendimiento gráfico. Samsung se juega mucho con este SoC, ya que todo apunta a que será el usado en el futuro Galaxy S IV, así que apostar por una arquitectura tan novedosa como big.LITTLE y cambiar de proveedor gráfico es toda una declaración de intenciones.

Por ahora nos tenemos que conformar con ver esta arquitectura en un prototipo de tablet, en el que podemos ver cómo los procesadores van entrando en juego según la potencia necesitada.