La alternativa al iPhone 12 mini podría venir de Sony

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Análisis

Análisis del Sony Xperia 5, un móvil compacto, potente y algo irregular

Analizamos a fondo el Sony Xperia 5, un móvil compacto que apuesta por la potencia y por una experiencia fotográfica completa. Lo consigue a medias.

29 octubre, 2019 20:17

Qué difícil es encontrar móviles compactos en Android, ¿verdad? Y no digo pequeños porque de tamaño reducido es casi misión imposible. Si además le añadimos el requisito de ser un teléfono potente y con grandes prestaciones generales, seguramente pocos queden en pie aparte del Sony Xperia 5. Este ya se puede comprar en España. Llevo con él un par de semanas.

Decía que el teléfono en cuestión es potente, también de reducidas dimensiones, aunque lo segundo quizá no sea tan acertado: pese a que el Sony Xperia 5 es un móvil tan estrecho que no cuesta nada de agarrar, no ocurre lo mismo con la altura. Por comparación, el de Sony es algo más alto que un Samsung Galaxy S10+, quizá te dé una idea de lo irregular que puede mostrarse.

He decidido elegir ese adjetivo, el de irregular, porque creo que es el que mejor define la experiencia con el teléfono. El Sony Xperia 5 es un gran móvil, su diseño y materiales son exquisitos (la elección del ratio va a gustos), la potencia ejecutando juegos y su pantalla se mantienen en excelente nivel. Por contra, la autonomía es demasiado justa, el lector de huellas deja mucho que desear y la cámara… Bueno, aquí es donde mejor encaja lo de irregular. Pero no adelantaré acontecimientos, vayamos por orden.

Características del Sony Xperia 5

El móvil no emplea el último SoC de Qualcomm, el Snapdragon 855+, pero sí que ofrece potencia más que de sobra con el Snapdragon 855 normal. Suficiente almacenamiento, memoria RAM algo justa dada la categoría del teléfono, multiplicidad de cámaras… Y otros datos algo más controvertidos, como disponer de poco más de 3000 mAh. El Sony Xperia 5 no es tan pequeño como para tener tan poca batería.

A continuación tienes la hoja técnica del Sony Xperia 5:

  • Procesador – Qualcomm Snapdragon 855 de ocho núcleos.
  • Memoria RAM: 6 GB.
  • Almacenamiento.
    • Interno: 128 GB.
    • Memoria SD: sí, hasta 512 GB.
  • Pantalla.
    • Tamaño: 6,1 pulgadas OLED.
    • Resolución: FHD+ (1080 x 2520 píxeles).
    • Ratio: CinemaWide 21:9.
    • Otros: HDR+, cristal Corning Gorilla Glass 6…
  • Cámara trasera.
    • Triple cámara con sensores de 12 Mpx.
      • Objetivo principal equivalente a 26 mm, f/1.6, OIS, tamaño de los píxeles de 1.4 µm.
      • Objetivo gran angular equivalente a 16 mm, f/2.4, tamaño de los píxeles de 1.0 µm.
      • Teleobjetivo equivalente a 52 mm, zoom 2x, f/2.4, tamaño de los píxeles de 1.0 µm.
  • Cámara delantera.
    • Resolución: 8 Mpx.
    • Apertura: f/2.0, objetivo amplio equivalente a 24 mm, tamaño de los píxeles de 1.12 µm.
  • Otros:
    • Conector USB C y carga rápida adaptativa.
    • Lector de huellas capacitivo en el lateral.
  • Conectividad: 4G, WiFi de doble banda Ac, Bluetooth 5.0, NFC, GPS…
  • Batería: 3140 mAh.
  • Sistema:
    • Versión de Android: One 9 Pie.

Diseño alargado con unos materiales de altísima calidad

Sony mantiene su aspecto pulido para su línea de móviles ofreciendo líneas rectas, paralelas, de cantos muy suavizados y con esquinas redondeadas. El material elegido es el aluminio para el cuerpo y el cristal Corning Gorilla Glass 6 para ambas caras del dispositivo. Ofrece protección contra polvo y agua IP68, algo habitual en el fabricante. No dispone de carga inalámbrica, algo también habitual.

Como decía en el inicio, el Sony Xperia 5 se agarra muy bien dado que es estrecho, pero no ocurre lo mismo a la hora de manejarlo. El ratio 20:9 tiene la culpa: muy útil para ver contenido de cine, incómodo para todo lo demás. Y, dado que el uso de un teléfono no es mayoritario para la reproducción de películas, cuesta mucho llegar al área de notificaciones, las aplicaciones pueden no encajar en la altura de pantalla y, en ocasiones, hay apps que ven deformada su interfaz.

Apreciar o no el ratio 21:9 de pantalla es cuestión de gustos

Sony aprovecha suficientemente bien los marcos laterales e inferior, no ocurre lo mismo con el de arriba: a costa de no realizar ningún recorte en la pantalla, el teléfono mantiene un espacio de unos diez milímetros reservado para la cámara frontal, sensores y auricular de teléfono. No me parece una mala decisión, el problema es que no aprovechar mejor el frontal redunda en el inconveniente del ratio; lo cual hace al teléfono mucho más alto.

La franja superior no ofrece solo malas noticias: Sony aprovecha para introducir un altavoz que no solo funciona en las llamadas, también consigue un sonido estéreo de gran potencia y calidad (es de nota). El segundo altavoz queda en la parte baja del teléfono; junto al USB C y uno de los micros del teléfono.

En el costado derecho nos encontramos con un despliegue de botones. Arriba tenemos los de volumen, bien situados; en el centro queda el lector de huellas que, sorprendentemente, no es botón de encendido; justo debajo está el botón de Power, muy pequeño y algo escondido; más abajo se encuentra el botón dedicado a cámara, un elemento que Sony se resiste a eliminar (me parece muy correcto, va genial para la fotografía). Ya lo detallaré más adelante, pero el lector de huellas tiene mucho margen de mejora.

En el lado izquierdo Sony mantiene su bandeja para doble nano SIM y también para la SD Card. No es triple: o se elige doble SIM o SIM y tarjeta SD. Además, el funcionamiento al introducir una tarjeta es desastroso: cuando se saca la bandeja el móvil se reinicia, al introducirla con la SIM se reinicia otra vez. Si habías configurado los escritorios tienes que configurarlos de nuevo ya que se restaura la interfaz.

Por detrás nos encontramos con el bloque de la triple cámara y resto de espacio completamente limpio a excepción de los logos. El conjunto de objetivo sobresale unos dos milímetros del cuerpo sin que esto descompense el teléfono al colocarlo sobre una superficie lisa.

El diseño es sencillo, pero elegante. Muy bonito, de enorme solidez, tacto de calidad y con el añadido de la resistencia IP68, que nunca está de más (recuerda que tener la certificación no garantiza que debas sumergir el teléfono). Pocas pegas presenta el Sony Xperia 5 en su aspecto exterior, todo lo contrario cuando uno bucea bajo las capas de cristal.

No ofrece dudas: el Sony Xperia 5 mantiene el tipo en potencia

El Snapdragon 855 marca las distancias con respecto a procesadores inferiores, de eso no hay duda. Quizá Sony podría haber incluido el 855+, pero quizá le pilló algo justo dada la presentación del teléfono: principios de septiembre. Sea como fuere, el Xperia 5 es una máquina de juegos; que se ve potenciada por su exquisita pantalla, también con el formato: en shooters como Fortnite su uso es agradecido.

El móvil arranca a la perfección cualquier juego, también aplicación. Me he encontrado con alguna ralentización, sobre todo en el arranque. También con algún cierre forzoso en el inicio; que se superó tras actualizar el teléfono (a fecha de publicar este artículo aún está en Android 9 Pie). En general, todo el software se mueve como demanda un gama alta.

A continuación tienes unas cuantas pruebas de rendimiento realizadas al Sony Xperia 5.

De izquierda a derecha: AnTuTu, Geekbench 5, 3D Mark, Androbench

Para la gama a la que pertenece, y pese a que el coste no es exagerado teniendo en cuenta otros móviles de la competencia, Sony se muestra algo tacaña al introducir solo 6 GB de memoria RAM. Por contra, no hay inconveniente en el almacenamiento: 128 GB; con espacio para tarjetas SD de hasta 512 GB.

Una pantalla de excelente calidad que gustará más o menos dependiendo de las preferencias del ratio

Sony tardó en introducir los paneles OLED en sus móviles, pero no hay duda de que le ha tomado el gusto a esta tecnología, al menos en lo que a gama alta se refiere. Si nos atenemos estrictamente al Sony Xperia 5, la pantalla incluida es vibrante, de enorme calidad, con un alto nivel de detalle y ofrece un contraste en sintonía con el resto de especificaciones del panel. No solo eso, Sony aprovecha para incluir sus tecnologías de pantalla para lograr una reproducción de color, nitidez y fluidez perfectas para reproducir todo tipo de contenido multimedia. Sí aprecio cierta saturación de serie, aunque se puede calibrar.

La pantalla es configurarle en temperatura, también resulta posible elegir el espacio de color (cubre el 100 % de DCI-P3). No se ve enturbiada por recorte alguno, ofrece compatibilidad con alto rango dinámico y el ratio está pensado para aprovechar al máximo el contenido multimedia, especialmente el cine. No tengo quejas en este punto porque es verdad que todo el contenido visual se ve realzado por el hardware y también por el software, pero a mí no me termina de convencer el ratio 21:9 (CinemaWide) del teléfono. Esto es una apreciación personal: creo que resta comodidad al resto de usos del teléfono, que son los habituales.

Sony ha colocado una de las mejores pantallas OLED en el Xperia 5

Dejando de lado los encontronazos con el ratio, Sony ofrece una gran experiencia táctil, dispone de doble toque para encender la pantalla, Ambient Display, el control de navegación es mediante los gestos de Android 9 Pie… Aquí hubiera preferido que Sony dejase los tres botones clásicos de Android ya que los gestos del Xperia 5 necesitan el control de retroceso de Android 10. Sí se añade una línea táctil en el borde de la pantalla que Sony llama sensor lateral y que permite incorporar gestos y aplicaciones (algo lioso para mi gusto). Y, pese a que existe un selector de tema oscuro en las opciones de pantalla, este no oscurece la interfaz del dispositivo.

La batería es pequeña, pero cumple sin excesivos alardes

Los 3140 mAh de batería parecen muy justos para un móvil de gama alta de 2019. Hay que tener en cuenta que el tamaño del Sony Xperia es algo más contenido de lo habitual aunque tampoco tanto; dando como resultado una autonomía justa sobre el papel y también en la práctica. No es un drama porque el comportamiento del teléfono es acertado, pero no deja de ser un aspecto algo negativo.

Por mis pruebas durante las dos semanas de prueba, el Sonic Xperia 5 me aguantó la jornada de trabajo desde que salí de casa por la mañana hasta que volví por la tarde. No llegaba holgado en porcentaje, incluso recé más de una vez a San Litio para que no se me agotase por completo la batería. Por suerte, el consumo con la pantalla apagada es mínimo: con un poco de contención resulta posible extender lo suficiente la autonomía como para no sufrir en exceso.

La media de horas de pantalla no suele superar las 5 con un uso medio

La carga es rápida (adaptativa basada en Power Delivery), lástima que no pudiese comprobarlo ya que Sony me cedió el teléfono sin su cargador original. Por lógica, y dada su capacidad, deberían bastar diez o quince minutos de carga para aguantar varias horas de autonomía; con una carga de 0 a 100 % en torno a la hora y cuarto. Son cifras estimadas en base a mi experiencia.

Sony no tiene rival: la calidad sonora del Xperia 5 es exquisita

Luces y sombras que empañan dichas luces, así podría quedar el resumen del teléfono hasta ahora. Ahora entramos en una de sus mayores bondades: el campo auditivo. A nadie es ajeno el esfuerzo que pone Sony en ofrecer teléfonos con alta calidad en reproducción de audio, por lo que no es una sorpresa que el Sony Xperia 5 cumpla la norma. Sorprende al escuchar música con unos buenos auriculares, eso es inevitable.

Si bien la reproducción es de enorme calidad, con un sonido equilibrado, de gran riqueza, reforzado lo justo en graves y compatible con formatos de audio de alta calidad y baja compresión, tiene una pega que no termino de comprender: Sony prescinde del jack de auriculares. No es demasiado drama porque siempre está el Bluetooth o los auriculares conectados a través del USB C, la lástima es que un fabricante tan comprometido con el audio deje de lado un elemento que completaría a la perfección el elenco de cualidades sonora.

Volumen y vibración dinámica del Sony Xperia 5

No, el Sony Xperia 5 no tiene jack de 3,5 mm, tampoco posee radio FM. Sí incluye mejoras de audio en la configuración, ofrece un sonido potente y de gran calidad a través de sus dos altavoces estéreo (ver una película es una delicia, por ejemplo) y propone transmitir las sensaciones de los juegos y de la música a través de su sistema dinámico de vibración. Esto es una curiosidad que queda bien en la hoja de especificaciones, pero no termina maximizar la inmersión. Curioso es, debo recalcar.

La vibración dinámica reacciona al contenido que se esté reproduciendo en el teléfono

El resto de apartados inalámbricos se mantienen a un gran nivel. El móvil es compatible con WiFi de doble banda (ac), incluye Bluetooth 5, posiciona en el mapa de forma veloz y precisa, ofrece NFC para los pagos móviles… Lo que se espera de un gama alta actual (sí se echa de menos que esta gama incluya WiFi 6 de serie, algo que no solo atañe a Sony).

Para que funcione el lector de huellas suele ser necesario apretar demasiado

El último repaso en esta categoría supone un tirón de orejas: el lector de huellas lateral tiene demasiado margen de mejora. Mi experiencia con él ha sido más de penas que de alegrías ya que, pese a ser capacitivo y ofrecer, en teoría, más precisión que un escáner óptico bajo la pantalla (habitual en 2019), lo cierto es que el lector de huellas del Sony Xperia 5 es lento, muy impreciso, el diseño obliga a hundir mucho el dedo (el sensor queda dentro de un reborde en el lateral) y el software no reacciona a la primera (necesita hasta un segundo manteniendo para que reconozca la huella). No entiendo por qué funciona tan mal si Sony tenía experiencia en este tipo de escáneres laterales: a menudo es más rápido teclear el PIN que desbloquear el móvil con la huella.

Software limpio y aún en Android 9 Pie

He de empezar el análisis al software del Xperia 5 dándole un tirón de orejas a la marca: con el empeño que puso Sony en actualizar a Android 8 Oreo hace dos generaciones, y el buen hacer que demostró con Android 9 Pie, aún no ha aclarado todos los modelos que recibirán Android 10, tampoco las fechas de actualización (sí tenemos unos primeros datos, Xperia 5 incluido). Y que un móvil como el que protagoniza de este análisis parta sin estar actualizado supone una pequeña zancadilla para su nota global.

El Sony Xperia 5 trae de serie Android 9 Pie con los gestos de esta versión de sistema: botón de retroceso y píldora central. No hay forma directa de activar los tres botones clásicos de Android, por lo que no termina de ofrecer el mejor sistema de navegación posible. Aun así, es cuestión de acostumbrarse.

La limpieza de la capa personalizada de Sony es notoria: esta se asemeja a Android stock sin perder la esencia del fabricante. Incluye opción a instalar temas, habilita el Discover de Google en la izquierda de los escritorios, ofrece algunas aplicaciones propias de Sony (galería, reproductor de música, archivos…), no incluye bloatware instalado, la marca añade opciones extra a las habituales de Android… Incluso implementa un sistema de bordes activos para la pantalla con los que ejecutar acciones o lanzar apps, por ejemplo.

El software no lastra el uso del dispositivo ni tampoco su autonomía. En este sentido, Sony mantiene los modos de ahorro de Stamina, también el sistema de protección de la batería. Y potencia los juegos con un lanzador centralizado de este tipo de aplicaciones que permite compartir en streaming la pantalla o grabarla, también acelerar la ejecución de los juegos.

Gran poderío en cámaras con un funcionamiento poco consistente

Sony ha terminado cayendo en la multiplicidad de sensores y objetivos introduciendo la triple cámara trasera en el Xperia 5; con un sensor único para la zona frontal. Si toda la competencia opta por el disparo todoterreno, ¿por qué no va a hacerlo la marca que fabrica la mayoría de sensores fotográficos del panorama móvil global? Dicho y hecho: los números del Sony Xperia 5 son abultados. Los resultados no tanto.

Empecemos con los detalles técnicos. La triple cámara trasera monta un sensor principal de 12 Mpx con un objetivo equivalente a 26 mm que ofrece una apertura f/1.6, OIS y EIS y tamaño de los píxeles de 1,4 μm. El gran angular del Sony Xperia 5 monta un sensor de 12 Mpx con un objetivo equivalente a 16 mm, apertura f/2.4 y tamaño de los píxeles de 1 μm. El tercer sensor es también de 12 Mpx, ofrece un teleobjetivo equivalente a 52 mm, apertura f/2.4, está estabilizado de forma híbrida (OIS/EIS) y mantiene un tamaño de píxel de 1 μm.

Por delante nos topamos con una pantalla sin recorte y un sensor de 8 Mpx con apertura f/2.0, tamaño de los píxeles de 1,12 μm y estabilizador de 5 ejes. Las fotografías y los vídeos están marcados por la estabilidad, puedo dar fe.

El funcionamiento de las cámaras es muy poco consistente a pesar de que el móvil está preparado para cualquier situación gracias a combinar distintos objetivos, incluido un zoom óptico 2x. Es uno de los móviles de gama alta que más dudas me ofrece al pulsar el botón de disparo: el Sony Xperia 5 puede hacerte una fotografía genial o capturar una imagen sobreexpuesta y con falta de detalle. Los colores sí suelen ser acertados. Y sufre mucho a contraluz: el modo HDR no se activa de manera automática, tampoco el rango dinámico es demasiado bueno. De noche los resultados son medios, aunque ofrece modo nocturno para minimizar los inconvenientes a costa de mantener más tiempo en vilo el teléfono (realiza distintas tomas con diferente exposición para combinarlas en una).

El salto entre los distintos objetivos se hace pulsando el botón, también puede deslizarse de forma manual

La interfaz de cámara ofrece bastante margen de mejora: la elección de los distintos modos no es intuitiva, tampoco la selección del modo retrato (un icono en la zona superior de la pantalla, con distintas opciones de profundidad o bokeh) o el citado HDR. El Sony Xperia 5 hace uso de la Inteligencia Artificial para identificar escenas y ajustar las opciones de disparo automáticamente y carece de guardado en RAW entre las opciones profesionales. Esto ni implica que no guarde las imágenes en bruto ya que es compatible al completo con la API Camera2: solo hay que usar otra aplicación de captura manual. A menudo los RAW son mejores que una foto editada por la aplicación de cámara.

Dos elementos fotográficos donde sí que no tiene rival es el seguimiento de objetos (basta con tocar un punto para que se mantenga enfocado dicho punto aunque se mueva) y la captura predictiva. Esto hace que fotografiar un coche, un perro corriendo o un niño saltando arroje fotografías precisas y muy nítidas, incluso con distintas tomas que después se pueden seleccionar (captura a un máximo de 10 fotos por segundo). A esto ayuda de manera enorme el botón dedicado a cámara, incluso para lanzar la propia cámara: basta mantener el botón apretado para estar disparando en menos de dos segundos. Incluso sin botón: con alzar el móvil en horizontal la cámara se activa desde un pequeño círculo en pantalla. Muy práctico.

A continuación tienes una galería de imágenes en Google Fotos con distintas instantáneas tomadas por el Sony Xperia 5. No han sido editadas: las subí tal cual se guardaron en el carrete. Pulsa sobre la siguiente foto para acceder.

Si bien en fotografía da una de cal y otra de arena, con unos resultados decentes con la cámara frontal (los selfies son de buena calidad y con pérdida de detalle por acuarelas visibles al aplicar algo de zoom), en la grabación de vídeo Sony ofrece mucha mejor cara. Las grabaciones resultantes son de nivel, incluso con la opción de aplicar etalonaje cinematográfico gracias a la app de cine incluida. Y la estabilización es soberbia, tanto en 4K como en 1080p. Además, el Xperia 5 incluye un modo súper estable para vídeos en Full HD: gracias al estabilizador híbrido es capaz de registrar tomas sin apenas trepidaciones.

Conclusión: un gran teléfono con errores incomprensibles

La competencia es cada vez más feroz, en todas las gamas de precio. Esto obliga a que las marcas ofrezcan más por menos, a que innoven, a que demuestren por qué continúan siendo relevantes. Sony sabe hacer excelentes teléfonos, de eso no hay duda. La lástima es que con modelos como el Xperia 5 mantiene ciertos errores que ya deberían estar corregidos. Errores que enturbian una nota media que podría ser alta.

Es muy compacto, con el tacto de la máxima calidad, resistente al polvo y al agua, se agarra muy fácilmente sin que se necesite una mano grande. Por contra, el ratio juega en contra de esa comodidad, también elementos como el lector de huellas lateral. El software es limpio, la pantalla y el sonido excelentes, la reproducción multimedia y los juegos se aprecian con una calidad soberbia. Pero que parta con Android 9 Pie, sin saber cuándo actualizará, empaña ese buen hacer. Y qué decir de la fotografía: mucha tecnología, resultados demasiado aleatorios.

El Sony Xperia 5 es una gran recomendación si se tiene en cuenta sus limitaciones, especialmente en el ratio de pantalla y la batería. Más allá de aquí, los gustos personales deben influir en la toma de decisión. Si aprecias el buen hacer de Sony en telefonía, seguramente no te defraude. Y si no es el caso, quizá puedas vivir con sus defectos: al fin y al cabo, no hay móvil que carezca de ellos.