Hoy es un día especial para los fans de Pokémon, y es debido a que ya se encuentra entre nosotros Pokémon Go. Para aquellos que no sepáis en que consiste, se trata de un juego de realidad aumentada en el que tendremos que movernos en el mundo real e ir a buscar y capturar unas criaturas llamadas Pokémon.

Sin duda se trata de un juego bastante especial, tanto para los que ya conocían la franquicia como para quienes quieren iniciarse en los juegos de realidad aumentada. Pokémon Go es un juego que cuenta con un tremendo potencial para sentar las bases de una nueva generación de juegos móviles.

Ya hemos probado Pokémon Go, y nuestras primeras impresiones (si los servidores aguantan) han sido bastante positivas. Creemos que es un juego que conforme vaya recibiendo actualizaciones será uno de los juegos de smartphone más famosos. Queremos más juegos como Pokémon Go ¿Pero qué es lo que queremos hacer exactamente?

Un juego que haga uso de los recursos de nuestro smartphone

Mis sensaciones con los videojuegos de smartphone ha sido siempre un poco de amor-odio. En Android tenemos excelentes juegos, pero si miramos el mercado en general vemos una tendencia que no está creando una nueva forma de jugar, sino que recrea viejos estilos de juego en un dispositivo no adaptado, o en otros casos aparecen nuevos estilos que no acaban siendo tan divertidos.

Si exceptuamos al género de los puzzles, juegos como Clash Royale u obras maestras como A Blind Legend, la mayoría de juegos se resumen a «toca la pantalla, toca la pantalla otra vez, toca la pantalla de nuevo».

Los juegos de conducción por ejemplo si hacen un uso interesante del acelerómetro para controlar el volante con el móvil, y ahí se acaban las innovaciones. Pokémon Go es un juego que lleva un paso más allá todas las lecciones que nos dió Ingress sobre como aprovechar el GPS y las redes móviles para hacer un juego distinto.

En Pokémon Go utilizamos el GPS para ubicarnos en el mapa del mundo, la cámara y el giroscopio para seguir a los Pokémon y la pantalla táctil para capturarlos y controlar los menús. Queremos más juegos como Pokémon Go que experimenten con los sensores que integran nuestros móviles.

Que nos anime a hacer ejercicio

Tanto Ingress como Pokémon Go son aplicaciones que nos animan a visitar un mundo virtual a través de nuestro smartphone. Con los juegos en realidad aumentada no visitamos un mundo virtual, sino que nos desplazamos en el mundo real y nuestro smartphone hace de nexo entre ambos mundos.

Pokémon Go nos invita a jugar en la calle, a dar un paseo, a buscar Pokémons en los alrededores, a dar vueltas hasta que encontremos el Pokémon que buscamos. En resumen nos anima a hacer ejercicio, de una forma más atractiva que otras aplicaciones. Que Nike Training me haga correr media hora no me motiva tanto como ir a capturar un Pokémon rarísimo que ha aparecido en mi zona, os lo aseguro.

Que nos invite a socializar, en la vida real

Como muchos de los chavales de mi generación, recuerdo con cariño aquellos años cuya mayor preocupación era olvidarse de hacer los deberes en el colegio. En aquellos años, tener una Game Boy era lo más, y muchos de nosotros disfrutamos de estas consolas portátiles.

Pokémon en su año fue una revolución, pero no solo a nivel de videojuego, sino como juego social. Los títulos de la saga se dividen en dos versiones, donde en cada una se podían atrapar ciertos tipos de Pokémon. Si querías hacerte con todos, tenías que intercambiar Pokémons sí o sí.

Y en el año que salió no era tan sencillo como conectarte a Internet, sino que tenías que encontrarte con alguien que tuviese otra edición y pedirle un intercambio. No era raro estar jugando en el parque con tu Game Boy y que un chico que no conocieses te pidiese intercambiar o combatir. En la infancia conocí a muchos chavales gracias a Pokémon que siguen siendo amigos míos, y con los eventos de Pokémon Go espero conocer a nuevas personas que comparten mi afición por convertirse en un maestro Pokémon.

Que demuestre a los demás cómo hacer un juego gratuito

Pokémon Go es un juego gratuito. Gratuito, si, pero con micropagos. Los micropagos son otro de los motivos por los que los juegos móviles me causan desconfianza, y es que en la mayoría de juegos siempre nos encontramos con un sistema de juego en el que acabas pagando para disfrutar. Son juegos que continuamente nos recuerdan que si queremos tener ventaja, debemos de pagar, y nos lo recuerdan con ventanas, con ofertas, con accesos a la tienda en cada momento (incluso con molestas notificaciones). Los micropagos acaban siendo un fin para el juego, más que un medio para expandirlo.

En Pokémon Go he tenido ese miedo a que fuese uno más del montón al ver el fácil acceso a la tienda, pero se nos ha disipado al jugar un rato. El juego nos aporta recursos de sobra para jugar durante varias horas, y si nos quedamos sin Pokéballs, podemos dirigirnos a las Pokeparadas distribuidas por el mapa para recargar Pokéballs. ¿No te apetece patearte la ciudad para conseguir los suministros? Bien, ahí tienes los micropagos. Pero si no queremos pagar el juego no nos insistirá, no nos pondrá popups encima diciéndonos que compremos ni nada. Simplemente tocará andar para hacer más ejercicio.