Si las aplicaciones en general impulsaron el uso de smartphones gracias a las tiendas donde se distribuyen, los juegos son los que terminan por popularizar una plataforma. También a las compañías que se mantienen detrás de dichos desarrollos y que generan tal cantidad de beneficios que pasan a engrosar el portafolio de multinacionales. Con Supercell ocurrió hace muy poco; con King también: Activision desembolsó una buena cantidad de millones por ella.

El Candy Crush Saga es un hito en la historia de los juegos móviles, también en los juegos para Facebook y en los videojuegos si comparamos a nivel general. Puzzles, más pantallas por delante que en la sección de televisiones de un hipermercado, un sistema de vidas limitadas, mecánica de juego sencilla con la necesidad de aplicar pequeñas dosis de inteligencia para superar los niveles avanzados, intercambio social… King lo hizo bien.

Más allá de Candy Crush Saga, juego que acumula actualmente entre 500 y 1.000 millones de descargas (9 millones estimados sólo en mayo de 2016, juntando la App Store y la Google Play Store), King posee en cartera 22 juegos diferentes en las tiendas de aplicaciones. Esperad, ¿he escrito diferentes? Bueno, esto es relativo: King se caracteriza por clonar la mecánica del Candy Crush Saga en gran parte de sus propuestas. Y no sólo de su juego estrella…

Los inicios de King: una empresa especializada en juegos web

La empresa inicia su actividad el 1 de agosto del año 2003 en Estocolmo, Suecia. Fundada por Ricardo Zacconi (actual presidente ejecutivo de la compañía) y otros cinco componentes más, King estuvo a punto de fracasar tras una bancarrota en Navidades del mismo 2003; en 2005 recibieron una inversor de distintos fondos; desde ese año la empresa ha dado beneficios de manera continua; el 23 de febrero de 2016 Activision Blizzard compra King.

La empresa mantenía la web midasplayer.com, uno de los portales de juegos web más populares a principios del 2000. En el 2005, coincidiendo con la inversión, muda el portal a King.com (después de que comprase el dominio a una pareja, Peter y Dori King) manteniendo la misma fórmula de negocio: juegos web en línea con recompensas. En conjunto, King ha desarrollado más de 200 juegos.

La fama (y polémica) empieza desde el primer título para móviles y Facebook: Bubble Witch Saga. La «burbuja» en el nombre del juego no deja lugar a dudas: es muy similar al mítico Puzzle Bobble, el juego de unir un mínimo de tres pompas de colores para conseguir que éstas desaparezcan. Bubble Witch Saga aterrizó en Facebook en septiembre de 2011 y llegó a las tiendas de apps en julio de 2012 (App Store, en la Google Play Store aterrizó en septiembre de ese mismo año).

El éxito de Candy Crush Saga y la necesidad de repetir la fórmula

Poco después de lanzar Bubble Witch Saga, y tras Pyramid Solitaire Saga (un solitario de cartas), le llegó el turno a Candy Crush Saga, la franquicia estrella de King. Ya se jugaba a él en la web de la compañía en 2005 (sin el Saga), por lo que adaptaron su entorno y gráficos a las pantallas táctiles y también a Facebook: en noviembre de 2012 a los primeros después de que los usuarios de la red social lo disfrutasen desde abril de 2012.

El éxito de Candy Crush Saga fue meteórico, catapultando a la compañía a la élite de las desarrolladoras de juegos. En números, el juego ostenta el segundo puesto en descargas totales para la Google Play Store (el primero es Subway Surfers, ambas marcan de 500 a 1.000 millones), siendo el cuarto en beneficios para las compras in app de toda la historia de la Google Play Store (datos de App Annie). Se estima que en el 2014, año en el que la fiebre Candy Crush Saga se disipaba, King ganó 1.330 millones de dólares de beneficios con el juego.

No sólo triunfaba en Android, iOS y Facebook, King extendió los dulces tentáculos de Candy Crush Saga a Windows Phone y Windows 10. Incluyendo un gran acuerdo con Microsoft: el juego de los caramelos estaría de serie en cada copia de la última versión del sistema operativo.

Con tal éxito en cartera que eclipsaba al resto de desarrollos, King se ha dedicado, básicamente, a clonar la fórmula del Candy Crush Saga para extenderla a otros títulos casi idénticos en los que sólo cambia la ambientación o los personajes. Pet Rescue Saga, Candy Crush Soda Saga, Candy Crush Jelly Saga, Farm Heroes Saga… Y muchos otros juegos de puzzles con corte simple donde las vidas limitadas, los micropagos, el aire infantil, los colores chillones y la falta de originalidad crean un combo que, sin embargo, logra atraer a los usuarios: no hay juego que baje del millón de descargas (a excepción de Shuffle Cats, que se encuentra entre 500.000 y 1 millón).

¿Por qué triunfan los juegos de King?

Ésta sería una pregunta básica a la hora de trazar el análisis de la compañía y después de haber visto sus números: no hay título en la Play Store que no tenga éxito de descargas con una media en las críticas que suele estar por encima de las 4,2 estrellas (todo un récord). A pesar de la dudosa originalidad de las propuestas, con excesiva inspiración dentro del catálogo ya existente de la marca, cada nuevo juego despierta un aluvión de descargas. ¿Por qué?

• Son juegos con una mecánica muy sencilla de aprender.
• Se premia la continuidad del jugador.
• Permiten un tiempo de juego que, a pesar de la limitación en las vidas, encaja en todo tipo de situaciones.
• La edad no supone una barrera: desde los niños a los más mayores, todos disfrutan con los juegos de King.
• La opción de socializar para obtener ventajas estimula la expansión de los juegos.
• Retarse entre los amigos crea un mayor estímulo y ansias de seguir jugando.
• Todos son juegos gratuitos que se pueden completar sin abonar un céntimo.
•  King posee grandes recursos de marketing a su alcance. Desde medios tradicionales (prensa, televisión…) a publicidad online e «in app».
• Se desarrollan al detalle para que la dificultad, diseño, músicas, escenarios, personajes… resulten atractivos y despierten simpatía entre los jugadores.
• Son tremendamente adictivos.

El futuro de King no pasa por seguir repitiendo el estilo Candy Crush Saga

No puedo ejercer de futurólogo, mucho menos en el ámbito de los juegos móviles: como se ha demostrado hasta la saciedad, existen infinitas maneras de repetir viejas glorias con sólo alterar mínimamente la mecánica. Y eso es algo que King hace como nadie, sobre todo si detrás tiene el colchón que le proporciona una empresa como Activision Blizzard.

¿Por dónde debería apuntar? Reinventarse, apostar por ideas propias y originales, eliminar el «Saga» de sus nuevos juegos (no hace falta añadirlo a cada título, King, en serio), llevar a sus personales más allá de los puzzles por combinación y, en definitiva, innovar en el campo del entretenimiento móvil. Es complicado, pero se puede. Sobre todo con el enorme equipo que posee la empresa.

Más información King, Wikipedia, Wayback Machine, Google Play Store