La evolución del bloatware: de aplicaciones basura al AdBlock

La evolución del bloatware: de aplicaciones basura al AdBlock

El Androide Libre

La evolución del bloatware: de aplicaciones basura al AdBlock

El software de más siempre ha sido una de las principales quejas de muchos usuarios, ante la que hemos visto una evolución del bloatware.

27 enero, 2016 13:15

El mercado de los smartphones es enorme, gigantesco, y la cantidad de dinero que mueve es descomunal. Y sin embargo, lograr beneficios en él no es tan fácil como parece. Buena parte de las ventas están copadas por unos pocos fabricantes, y Apple sigue llevándose hasta el 92% de los beneficios de la industria del smartphone. Esto ha causado en los últimos meses una evolución del bloatware.

Ante esta situación, muchos fabricantes se han visto obligados a buscar maneras alternativas de rascar unos euros, y una de las formas más habituales de hacerlo han sido las aplicaciones preinstaladas. Los fabricantes añadían una serie de aplicaciones por defecto en sus terminales y a cambio se llevaban unos buenos euros del desarrollador, que veía como su cuota crecía.

Aplicaciones que colapsaban el almacenamiento interno

Desde juegos hasta suites de ofimática, pasando por esas aplicaciones de la operadora que jamás usaste pero que no podías eliminar, así que o las dejabas ocupar espacio de forma inútil o optabas por darle uso, pero normalmente era algo muy mal recibido por el usuario, y el bloatware acabó por ser una de las principales quejas del usuario.

Este bloatware incluía todo tipo de aplicaciones, desde las creadas por el propio fabricante que supuestamente te añadía posibilidades pero que en muchos casos sólo te acababa mandando publicidad, o que directamente eran malas hasta ser imposibles de usar. Y si comprabas tu terminal a través de una operadora te podías encontrar con más aplicaciones, algunas ofreciendo servicios que no tenías contratados como la televisión de pago de turno.

Los Nexus marcan tendencia

En esta tendencia, los Nexus de Google comenzaron a destacar por venir mucho menos cargados, y aunque algunas Google Apps como Play Libros o Google+ podían ser considerados bloatware se ganaron el favor de muchos. Así, hemos visto como en los últimos meses muchos fabricantes han optado por reducir notablemente la cantidad de aplicaciones que vienen preinstaladas en los terminales, permitiendo en muchos casos su eliminación. Sin embargo, otros han decidido buscar un nuevo camino.

La evolución del bloatware: Samsung y Office

Y este es el de ofrecer al usuario servicios de calidad que realmente le aporten algo. Un ejemplo es Samsung, que incluye la suite de Office en sus terminales, seguramente la mejor que puedas encontrar en Android. Cierto que es gratuita, pero los usuarios de la marca surcoreana contarán además con 100GB de almacenamiento en OneDrive.

Asus y Adblock para una navegación sin publicidad

Otros han optado por acercarse a aplicaciones populares para tratar de atraer al público. Un ejemplo es Asus, que anunció que incluiría Adblock en sus terminales de serie en su navegador, no como una extensión, sino plenamente integrado, buscando atraer al público que quiere huir de la publicidad aunque algunas publicaciones y los que vivimos de ellas lo suframos.

Wolder: Perpetuall y software español

El fabricante español Wolder apostó por el software desarrollado en España para ofrecer un plus al usuario y diferenciarse de la competencia. Perpetuall es posiblemente la aplicación más destacada -que permite mantener actualizada tu agenda de contactos-, pero también incluyen servicios como Wuaki o Kioskoy+ o un TB de almacenamiento en la también española Spotbros

No al software de más

No cabe duda de que la opción ideal es que los fabricantes no incluyeran software de más y que dejasen al usuario la opción de instalar o desinstalar cuanto quieran. Sin embargo la necesidad de exprimir al máximo las opciones de monetización hacen comprensible la búsqueda de alternativas y es mejor un servicio o aplicación útil que una que no usarás jamás. Quizá no es la evolución que queríamos, pero no es una mala evolución.