Oda al teléfono nuevo

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El Androide Libre

Oda al teléfono nuevo

Se ha creado una mística alrededor del olor del libro recién salido de la tienda, pero el momento en el que configuras un nuevo teléfono también es mágico.

7 octubre, 2015 22:38

Cada día llevamos unos pantalones distintos, pero en el bolsillo siempre llevamos el mismo teléfono. Todos tenemos decenas de gadgets que pueden ir desde un reloj inteligente hasta algunos más rudimentarios como el mando a distancia de la tele, y por supuesto nuestro ordenador. Pero poco o ninguno pasa tanto tiempo con nosotros como el smartphone.

Se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de nuestra vida. Concentra nuestras llamadas, mensajería y correo, redes sociales, nuestros albums de fotos y nos mantenemos al día de lo que ocurre en el mundo a través de él. Por eso hay pocas cosas en el mundo de la tecnología que de más gustico que configurar un móvil nuevo.

Hace unos años un cambio de teléfono podía ser algo traumático. Nunca sabías qué contactos ibas a dejar atrás, fotografías que se podían perder en el trasvase, las notas o los calendarios podían perderse en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Pero la nube ha llegado para aligerarnos esta complicada fase. Ahora con introducir tu nombre y una contraseña tu nuevo smartphone tendrá casi todo al instante.

Teléfono nuevo, tu próximo fiel compañero

La primera vez que enciendes un smartphone tiene algo de mágico. Ese aparato te va a acompañar durante año y medio o dos años, concentrando más datos de tu vida que ningún otro dispositivo, al loro. Además normalmente significa que por fin podrás dar un entierro digno a tu anterior fiel amigo, olvidarte de esa batería cascada que te obligaba a cargar tres veces al día, esa pantalla con una pequeña pero tremendamente molesta rayada en la parte superior y esa cámara que tarda cinco segundos en disparar desde que aprietas el botón. Por no hablar del lag que desde hace meses lastra al teléfono.

Y entonces llega el momento de configurar el nuevo teléfono a tu gusto. Elige una vida. Elige un launcher. Elige un wallpaper. Elige un tono de llamada cañero que te cagas. Elige las notificaciones, los calendarios y las redes sociales. Elige unos juegos que dentro de un mes no recordarás. Elige un móvil.

Configurar las notificaciones, firmas de mail, tonos y demás es cierto que tiene algo de tedioso, pero también de mágico. pero ese aparatito va a ser el principal nexo de comunicación entre tú y los tuyos, y una de las principales ventanas por las que te enterarás de lo que acontece en el mundo. Y configurarlo por primera vez sólo lo podrás hacer una vez.

El momento en que el teléfono nuevo deja de ser de fábrica y pasa a ser tuyo

También es la primera toma de contacto con el teléfono, ese momento en el que descubres cómo es el tacto de la pantalla, la velocidad a la que responde a tus órdenes, el encaje de sus formas en la palma de tu mano, y esas pequeñas nuevas opciones que la interfaz que el fabricante pueda haber metido en su capa y que no trae Android stock.

Es posible que los smartphones no tengan ese místico olor de los libros nuevos, y que no tengan una frase asentada en el lenguaje popular como los zapatos, pero un smartphone tiene ese momento de ponerlo todo a tu gusto, ese momento en el que el teléfono deja de ser de fábrica y pasa a ser tuyo.