Decca

Ya está aquí la nueva aventura de la muy comercial mezzosoprano romana Cecilia Bartoli, que, aunque próxima a la cincuentena, sigue conservando muchas de las virtudes que la catapultaron hace ya 25 años: timbre oscuro, vibrato stretto, empleo magnífico del diafragma, estupendos reguladores de intensidad, agilidades portentosas, legato bien trabajado. Cualidades naturales y técnicas que sabe combinar con una bien estudiada expresividad, calurosa y gentil. El volumen no es grande, aunque maneja un registro de pecho bien reforzado. Los ataques pueden parecer a veces en exceso agrestes, como demasiado mecanicistas se nos antojan determinadas fioriture. Pero en los pasajes spianato logra cotas de un tornasolado belcantismo. Músicos tan solventes como Francesco Domenico Araia, Hermann Raupach, Domenico Dall'Oglio, Vincenzo Manfredini y Domenico Cimarosa, que progresaron en la Rusia zarista, son los que aparecen representados en este disco. Escuchamos pentagramas de un clasicismo o un prerromanticismo muy granado, arias da capo plagadas de dificultades. Anotemos las hermosas figuras a media voz y los perfectos trinos del fragmento de La forza dell'amore e dell'odio de Araia; o el impresionante despliegue de bravura en las arias de tempesta de Raupach. Hermosísimo el diálogo con la flauta en el aria de Carlo Magno de Manfredini. La colaboración de I Barocchisti, bajo la fulmínea batuta de Fasolis, es espléndida de todo punto. arturo reverter