Los responsables del Diccionario durante su presentación. Foto: J.L.R.

Dieta mediterránea, aceite de oliva, MIR, mamadera, barbijo, herida por asta de toro... la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) ha cumplido el sueño de crear un diccionario de términos médicos en español (sin ser traducido desde otras lenguas), un proyecto que arranca prácticamente desde su fundación en 1734. El trabajo, que ha llevado seis años de elaboración, ha tenido en cuenta todas las variantes de un lenguaje complejo (procedente de la medicina española e hispanoamericana) pero que, sin embargo, aspira a ser útil a todos los sectores de la sociedad, desde el ámbito de la medicina y de la ciencia hasta los usuarios menos especializados.



El Diccionario incorpora 65.000 acepciones (correspondientes a 52.000 entradas), 35.000 sinónimos, 583 siglas, símbolos y abreviaturas, información etimológica e histórica para más de 7.000 tecnicismos médicos, 25.000 equivalencias en inglés y más de 27.000 observaciones sobre el uso correcto de los términos es el monumental balance del Diccionario de Términos Médicos, un proyecto que ha abanderado la Real Academia Nacional de Medicina, que ha sido publicado en la editorial Panamericana -con el patrocinio de las fundaciones Mutua Madrileña y Ramón Areces- y que cuenta con dos versiones, la del tomo de papel y la electrónica, ésta última totalmente interactiva capaz de conectar todos los términos relacionados. Ambas ediciones serán presentadas esta tarde, a partir de las 19:00 horas, en el salón de actos de la RANM por el presidente de la institución, Manuel Díaz-Rubio, y por José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española (RAE) y presidente del Instituto de España.



Díaz-Rubio ha destacado esta mañana durante la presentación del Diccionario a los medios de comunicación el compromiso de la obra con la riqueza de nuestro lenguaje: "Está pensado y realizado en español. Debemos defender la pureza de nuestra lengua, que en muchos casos es más rica que la anglosajona. No podemos dejarnos llevar por esas corrientes y proteger los términos en español". Díaz Rubio subrayó además la intención de no circunscribir el diccionario al ámbito médico: "Queremos que llegue a todos los sectores, incluido el periodístico, cada vez más comprometido con la información de salud".



Una obra con rigor intelectual y de carácter colectivo. Así definió el diccionario el académico de la RANM y miembro del equipo Antonio Campos, quien declaró que la intención durante el trabajo de elaboración ha sido la precisión, que cada término se diga bien: "Hemos incluido pequeñas biografías de personas que han dado nombre o que han contribuido a crear alguno de los términos". Campos señaló la intención del equipo de recoger aquellas palabras que en nuestro idioma expresan el dolor y la esperanza en el ser humano.



Luis García Sancho, también académico e integrante como Campos del equipo de elaboración del diccionario, puso de manifiesto esta mañana en la sede de la RANM que se trata de un diccionario "de nueva planta, normativo y didáctico, que permite corregir defectos en el uso del idioma". Sobre la necesidad de actualizar todo lo relacionado con los fármacos por su rápida evolución, el carácter interactivo de la edición electrónica del diccionario, la inclusión de los términos en inglés imposibles de traducir al español y la necesidad de acotar la inclusión de abreviaturas, tan abundantes en medicina, fueron los aspectos que analizó la lexicógrafa Carmen Remacha. "Se recogen además epónimos y nombres propios que hayan prestado alguna herramienta o que hayan dado nombre a alguna enfermedad. Se ha dado mayor importancia a los médicos españoles e hispanoamericanos sin ser un diccionario biográfico", detalló Remacha.



Respecto a la unidad de criterios en el equipo y a la posible disparidad de opiniones en términos sensibles como aborto o eutanasia, Campos destacó que, curiosamente, no ha habido problemas en esos términos, descritos de una forma técnica, sino en otros como "Folículo ovárico", que llevó al equipo más de dos sesiones para poder encontrar una definición técnica precisa y consensuada. "Ha habido discusión, claro -señaló Díaz-Rubio- pero no encontrarán palabras con juicios de valor. Es todo muy técnico".



Pero los proyectos de la Real Academia Nacional de Medicina no se agotan en el Diccionario. La RANM impulsa en estos momentos el Museo de Medicina Infanta Margarita, que, a partir de 2014, tendrá su sede en Madrid y que acogerá una colección de piezas históricas dispersas por toda la geografía española. "El museo -explica Díaz-Rubio- tendrá una clara vocación integradora que dará cabida a la evolución histórica nacional e internacional de la medicina y de las disciplinas vinculadas a las ciencias de la salud. Todo ello, presentado a través de las nuevas tecnologías". La RANM se incorporará así a la red de países con centros similares como Estados Unidos, Alemania, Francia, Holanda y Dinamarca.