"El museo del futuro será una escuela". Así lo ha afirmado el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, durante la presentación de lo que supondrá un vuelco de su proyecto educativo, en colaboración con la Fundación Banco Santander. Gira es el nombre de esta nueva propuesta que transformará el museo en un laboratorio de ensayo y error. Un proyecto que experimentará con otras formas de generar conocimiento en el arte contemporáneo y con una apuesta clara por la generación de comunidades más estables y la continuidad del trabajo, lejos de nuestra actual necesidad de inmediatez. "Tal vez no sea tan espectacular como inaugurar una gran exposición de Picasso –ha matizado Borja-Villel-, pero creo que la educación es fundamental para comprender el papel del museo ya no solo en el futuro sino también en nuestro siglo".

Un equipo de 70 personas, formado por 40 voluntarios culturales, 10 mediadores, 12 educadores y 7 coordinadores, ha dado forma a este proyecto por el que responde María Acaso. La jefa del área de educación del museo ha recordado que “todos los museos tienen un departamento de educación” porque “son los que activan las conexiones con el público”. Como ejemplo, una cifra, solo en 2018, este área del Reina Sofía trabajó con un total de 42.230 personas.

"Entendemos nuestro trabajo, dentro de un museo público, como un mecanismo de igualación social", ha continuado Acaso. En este sentido este proyecto es la respuesta a una pregunta muy concreta: ¿qué podían cambiar para ser socialmente transformadores?. "Nos dimos cuenta de que la visita media del público a los museos es de 35 minutos. Es lo que podríamos resumir como una visita exprés, una especie de ritual de consumo  y es justamente en ese lugar donde queríamos incidir". Gira materializa ese deseo. Transformar la visita exprés en una experiencia socialmente transformadora. Dar dos giros. Hacia otra estructura conceptual y hacia una nueva organización que divide el área de educación en cinco secciones: escuelas, accesibilidad, comunidades, mediación y proyectos transversales.

"La más importante es el área de escuelas", ha afirmado la responsable. Pero, ¿cómo romper con las manualidades y evidenciar el carácter procesual del arte? "Es el 'esto lo hago yo también' o 'esto lo hace mi hijo de cinco años' que tantas veces hemos oído. Para contestar a esta pregunta estamos trabajando en cinco proyectos que van a durar nueve meses en distintos contextos".

Distintos contextos como el trabajo realizado en las aulas hospitalarias del Hospital Niño Jesús.  "Se trata de niños enfermos que por razones obvias tienen que permanecer allí aislados mucho tiempo. Pero que, a pesar de todo, tienen que seguir con su proyecto escolar", ha explicado Acaso. En este sentido,"el arte puede ayudar a generar un vínculo entre el aula hospitalaria, el museo y la escuela, de manera que el aprendizaje siga conectado con el aprendizaje que esos niños tendrían en sus escuelas diariamente. Porque ocurre que muchas veces al llegar al hospital se pierde esa conexión".

Dirigido a un amplio espectro de público  -de escuelas a familias, jóvenes, personas con discapacidad, mayores, estudiantes o colectivos en riesgo de exclusión, entre otros-, Gira buscará además generar proyectos de larga duración con seis equipos de educación no formal compuestos por diferentes comunidades, que reflexionarán durante esos nueve meses sobre las problemáticas de sus lugares. Así, se debatirán cuestiones, por ejemplo, como qué es una familia hoy y cómo el museo puede participar con la visibilidad de otros modelos de familia que no sean el tradicional.

Se mantendrán, eso sí, las visitas guiadas, ahora llamadas Hoja de Sala, con el objetivo de convertirlas en una experiencia transformadora. Destacan aquí la importancia que desde el museo le dan a los feminismos. En ‘Hacer espacio’, por ejemplo, "se va a trabajar sobre las ausencias de la colección, ¿por qué en los museos, también en este, existe una gran ausencia de trabajos realizados por mujeres?", ha reflexionado María Acaso.

Lucy Lippard durante una conferencia en el Reina Sofía

Con esta propuesta, el Museo Reina Sofía repiensa además conceptos como el de la accesibilidad, otro de los puntos importantes en este programa. Pero, y aquí el concepto de gira cobra un nuevo sentido, tratará de responder cómo pasar de la inclusión a la no exclusión.  "La mayoría de los museos que trabajan la accesibilidad lo hacen desde la inclusión – ha analizado la responsable del área de educación-. Es decir parten de que hay que tomar a los públicos que tienen diversidad disfuncional e incluirlos en el resto. Nosotros nos preguntamos qué es la no exclusión", trabajando desde el punto de vista opuesto. "Que sean sujeto de conocimiento y no objeto de conocimiento", ha matiza.

Gira va acompañado de la consolidación del Centro de Estudios, que alcanza ya sus diez años de vida, con más de 600 actividades públicas programadas. "Un Centro de Estudios -ha explicado Manuel Borja-Villel- que tiene que ver con repensar el museo, la importancia de la memoria y el exilio, la necesidad de imaginar mundos nuevos y entender los malestares contemporáneos". En el marco del proyecto Our Many Europes- Europe's critical 90s and The Constituent Museum, el museo abrirá una convocatoria para la realización de tres estancias de investigación cuyo objetivo es la investigación del patrimonio histórico y cultural de los años 90. Además de los programas de grado y posgrado ofertados por el Centro, ha programado tres nuevas cátedras: la cátedra Juan Antonio Ramírez, la de Pensamiento situado. Arte y política desde América Latina y Hacia una historia política de la fotografía: movimientos en sociales y prácticas fotográficas.

@mailouti