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La CNMC ultima las nuevas condiciones para que Telefónica venda (o no) el fútbol a Vodafone y Orange

Las limitaciones impuestas por el regulador para la compra de Digital+ en 2015 expiran en abril de este año 2020. 

30 enero, 2020 01:23

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Revolución en el mercado audiovisual de las telecomunicaciones. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) trabaja en estos momentos en las nuevas condiciones que debe imponer a Telefónica en la gestión mayorista de sus contenidos audiovisuales.

Esto significa que antes de abril de este año -cuando expiran las condiciones en vigor- la CNMC debe publicar el nuevo pliego de condiciones que afectarán a Telefónica en cuestiones tan relevantes como la comercialización a terceros de los derechos del fútbol, del cine y de las series. 

La CNMC tiene tres opciones: quitar todas las condiciones, mantener la misma normativa o cambiarla. En este último caso solo podría flexibilizarlas a la baja y no podrían endurecerse. 

En estos momentos, en la CNMC se están dirimiendo desde opciones poco probables como que Telefónica pueda tener el fútbol en exclusiva, hasta otras más realistas como que se flexibilicen las condiciones de compra de sus contenidos por parte de sus competidores, como Vodafone, Orange o los nuevos en el sector como Dazn y Mitele.

En 2015 la CNMC impuso duras condiciones al operador dominante tras cerrar la compra de Digital+ y fusionar su negocio audiovisual con la plataforma del grupo Prisa. El regulador estableció fórmulas para asegurarse que la naciente Movistar+ no ejerciese posición de dominio y que sus competidores también tuviesen acceso equitativo a sus contenidos premium.

Consulta a las operadoras

Esto se tradujo en dos grandes normativas. La primera es que Telefónica debería poner anualmente en el mercado todos sus canales premium y sus competidores -principalmente Vodafone y Orange- debían tener acceso a comprar al menos el 50%.

La segunda normativa -y la que ha generado más polémica- es la referida a la compra de contenidos de fútbol. La CNMC estableció una fórmula de cálculo en la que el operador interesado en comprar estos canales debía pagar por un mínimo garantizado de clientes, es decir pagar por el total de clientes de televisión que tiene y no por los que pueda conseguir sólo con los paquetes de fútbol.

La CNMC también estableció que Telefónica no podía comprar contenidos deportivos en exclusiva por un periodo de tres años, moratoria que se reducía a dos años para contenidos no deportivos: cine y series principalmente. Movistar tenía además la obligación de emitir determinados canales en su plataforma asegurando difusión en su condición de operador dominante del mercado.

Las informaciones confirmadas por este diario indican que en estos momentos la CNMC está trabajando en dos líneas de actuación. La primera -que está bastante avanzada-  tiene que ver con la apertura de un periodo de consultas al mercado para tomar el pulso a la realidad actual del sector.

La CNMC está contactando estas semanas con los principales operadores como Vodafone y Orange para recoger sus impresiones respecto de la evolución de estas condiciones mayoristas. Al mismo tiempo prepara tres test de replicabilidad respecto de las normativas impuestas.

Test de replicabilidad

Estos test son tradicionales en la industria de telecomunicaciones y tienen como objetivo demostrar que cualquier oferta del operador incumbente (Telefónica) puede ser realizada en igualdad de condiciones por el resto de operadores.

En relación a las eventuales nuevas condiciones, fuentes del sector indican que el mercado de 2020 es muy diferente al de 2015. La irrupción de las nuevas plataformas audiovisuales que pueden adquirir cualquier contenido, incluso antes que Telefónica, hace que muchas de estas limitaciones hayan perdido sentido.

Por ejemplo, en la actualidad, Mediapro, Eurosport y Dazn compran derechos deportivos que en 2015 eran propiedad de Digital+ y muchas películas se estrenan antes en Prime o Netflix que en los canales de Telefónica

También hay que considerar que en la actualidad el universo audiovisual es mucho mayor que los seis millones de suscriptores de televisión de pago tradicional. De hecho, según ha confirmado la propia CNMC las nuevas plataformas como Netflix, Amazon o HBO ya reúnen otros seis millones de usuarios, ampliando el universo delimitado por el regulador hace cinco años.

Los datos validados por la CNMC en base a las cifras de las telecos indican que las plataformas de televisión de las operadoras de telecomunicaciones tienen 6,7 millones de usuarios. El líder es Movistar con 4,1 millones, seguido de Vodafone con 1,3 millones, Orange con 711.000 y Euskaltel con 460.000.

Adicionalmente, las plataformas de televisión por streaming como Netflix, HBO, Prime Video o Dazn ya se ven en casi 6,3 millones de hogares españoles, según el último Panel de Hogares de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) correspondiente al primer semestre  de 2019.

Venta del fútbol

Del lado de quienes quieren endurecer o al menos mantener estas regulaciones -las otras operadoras de telecomunicaciones- se indica que "es indiscutible que Telefónica sigue teniendo una posición dominante" en el mercado audiovisual.

De esta manera, fuentes de Vodafone indican a este diario que espera que sigan existiendo estos mecanismos de control en el sector audiovisual para mantener un mercado "justo".

Es así como pedirán a la CNMC que se siga manteniendo la exigencia de que se compartan contenidos premium e incluso que se aumente el porcentaje de canales a compartir (actualmente en el 50%).

Y solicitarán que se acabe el modelo de pago de contenidos de fútbol de mínimo garantizado. Desde la operadora indican que la CNMC debería valorar por qué actualmente solo Orange y Mitele compran el fútbol de Telefónica y flexibilizar las condiciones.

En Vodafone siempre han defendido -lo ha dicho su CEO Antonio Combra en varias ocasiones- que la forma más justa es pagar a Telefónica por abonados de fútbol y no por el total de sus suscriptores de televisión.

De esta manera, se equipararían las condiciones de compra de otros contenidos premium de la propia operadora (cine y series) que sí se ajustan al pago por cliente. Pese a ello, en la compañía aclaran que esto no significa que se planteen volver a compra el fútbol.