Edesa Industrial, filial de CNA Group y heredera de la antigua cooperativa Fagor Electrodomésticos ha solicitado el concurso de acreedores con unas deudas superiores a los 100 millones de euros. Lo hace tres años después de que Jorge Parladé comprara la histórica fábrica de electrodomésticos vasca y tras prometer convertirla en una de las siete marcas de electrodomésticos más importantes del mundo.

La empresa, que estaba en preconcurso desde finales de junio, no ha podido llegar a un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda tras cuatro meses de negociaciones. Tras el reciente expediente de regulación de empleo (ERE) para 144 trabajadores, la plantilla está formada por 163 personas.

Esto demuestra que la nueva gestión no ha logrado evitar el hundimiento de la fábrica de electrodomésticos. Parladé prometió sacarla a bolsa y conseguir unas ventas agregadas de 600 millones de euros, pero solo logró mantener tres años más la crisis de la compañía, cuyo futuro es incierto en estos momentos.

Los gastos financieros y otros extraordinarios han pesado como una losa en los resultados de Ezentis, el grupo de servicios industriales. La compañía, liderada por Guillermo Fernández Vidal, ha entrado en pérdidas: 4,6 millones de euros frente a los beneficios de 1,2 millones de un año antes.

El directivo se ha visto obligado a llevar a cabo medidas de ajuste y gastos de reestructuración de 3,1 millones de euros. Sin embargo, no ha sido posible corregir los números rojos. 

Ahora, la compañía tiene sobre la mesa para el próximo año un objetivo prioritario: la refinanciación de su deuda estructural con el objetivo de ir reduciendo los costes financieros. Al menos por ahora, los resultados no han acompañado a Fernández Vidal. Queda por ver si conseguirá reconducir la situación.