Increíble momento el que ha vivido Max Hauke. El esquiador austriaco fue sorprendido en plena auto-transfusión de sangre. El vídeo, difundido por el medio noruego NRK, muestra el rostro del deportista, avergonzado al ser pillado haciendo trampas por los agentes de control anti-dopaje.

Éstos le preguntan si hay alguien más en el lugar, a lo que Hauke responde negativamente antes hundirse. Mediante el citado proceso, el deportista se extraía y congelaba su propia sangre para volver a inyectársela poco antes de competir y elevar así su capacidad cardiaca y respiratoria.

El austriaco fue detenido, junto a un compatriota Dominik Baldauf y otro esquiador kazajo, el miércoles durante una operación antidopaje en Seefeld, donde se disputan los Mundiales de esquí nórdico. Sin embargo, el jueves quedó en libertad al entender la Fiscalía que no hay necesidad de mantenerlos en prisión preventiva.

Los tres deportistas puestos en libertad han facilitado numerosa información sobre la red de dopaje que fue desarticulada. Según la legislación austríaca, el dopaje sólo es delito si se le aplica a otra persona, algo que no sería el caso al tratarse de dopaje con la propia sangre.

Desde el punto de vista deportivo, la agencia antidopaje de Austria puede abrir un expediente disciplinario contra los deportistas austríacos que podría acabar con una prohibición para competir de hasta cuatro años.

[Más información: El pasaporte biológico: la nueva guerra en la lucha antidopaje por Ibai Salas]

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