La edición número 57 de las 24 Horas de Daytona ha tenido dos protagonistas por encima del resto: la lluvia y Fernando Alonso. El piloto asturiano y sus compañeros del Konica Minolta Cadillac Wayne Taylor Racing se han proclamado campeones de la emblemática prueba de resistencia del campeonato estadounidense.

La lluvia ha obligado a detener en dos ocasiones la prueba y ha convertido el trazado de Florida en una verdadera pista de patinaje que ha provocado cientos de aquaplanings, accidentes y momentos de verdadero peligro. Jordan Taylor y Fernando Alonso lideraron al equipo tanto en la noche, con un gran relevo del español que se montó noveno y cedió el asiento a Kobayashi como líder, como en los momentos de lluvia más intensa.

Alonso también es el segundo español que consigue ganar en el Daytona International Speedway después que lo hiciera Antonio García en 2009 dentro de la categoría DP.

Alonso, al mando en los momentos clave

El piloto español ha sido clave en los momentos decisivos de la prueba. El Cadillac 10 tuvo un inicio complicado de la carrera y tras las dos primeras horas, Jordan Taylor dejó el volante del prototipo a Alonso cuando ocupaba la novena posición. En un relevo increíble el asturiano se colocó líder de la carrera cuando habían pasado tres horas y 22 minutos de carrera, es decir, poco más de una hora después de haberse subido al coche.

Además al estar al frente de la carrera, Alonso pudo dominar mucho mejor a sus rivales más directos, además de dar una de las vueltas rápidas de carrera, en ese momento, con un tiempo de 1:35.182.

El segundo momento clave ha sido cerca del final de la prueba. El asturiano volvía a tomar el relevo de un Jordan Taylor que en esta ocasión había mantenido al Cadillac en la parte más alta de la clasificación a pesar de las dificilísimas condiciones climáticas que azotaban la pista. Alonso se subía al prototipo y desde Wayne Taylor Racing aseguraban que lo haría hasta el final. Tras muchas vueltas acosando al brasileño Felipe Nasr, el español logró ponerse en cabeza, posición en la que vería como dirección de carrera paraba por segunda vez la carrera.

Dos banderas rojas que empañan la victoria

La increíble tormenta que ha azotado el Daytona International Speedway ha empañado una carrera increíble impidiendo muchos momentos de competición entre los pilotos y provocando un innumerable número de banderas amarillas que han ralentizado la prueba e incluso dos banderas rojas que la han detenido por completo.

A falta de una hora y 57 minutos, el control de carrera sacó la segunda bandera roja. La decisión fue apoyada por los pilotos que veían imposible en ese momento seguir rodando por las difíciles condiciones de la pista. El propio Fernando Alonso intentó hablar con los comisarios nada más llegar a los boxes y aseguraba que "debemos detener la carrera".

Los comisarios trabajaron duro para que los coches pudieran volver a pista, pero finalmente no pudieron lograr una condiciones mínimas de seguridad y la carrera acabó siendo suspendida antes de que el reloj completara las 24 horas, algo que nunca jamás había sucedido en la historia.

A por la cuádruple corona

Esta victoria en las 24 Horas de Daytona sitúa a Fernando Alonso en la historia del automovilismo internacional. En su palmarés, el español acumula dos Mundiales de Fórmula 1 (2005 y 2006), dos victorias en el Gran Premio de Mónaco de F1 (2006 y 2007), una victoria en las 24 Horas de Le Mans (2018) y la recientemente conseguida en las 24 Horas de Daytona (2019).

El siguiente reto del asturiano está también en Estados Unidos pero esta vez tendrá su sede en Indianápolis. Ganar las 500 Millas completaría la consecución de cuatro de las más grandes pruebas del automovilismo, algo nunca jamás logrado por ningún otro piloto en la historia. Además, Alonso repetirá en Le Mans con la superioridad de Toyota en este 2019, en lo que podría darle su segunda victoria en la prueba francesa del WEC.

[Más información: Alonso y su increíble inicio en las 24 horas de Daytona: de noveno a líder]

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